Juan Luis Moreno, experto en innovación: "La chispa creativa también es posible en el teletrabajo"


Hace un año era apenas una opción que solo disfrutaban unos pocos, ahora, el trabajo en remoto es una obligación para multitud de empresas y empleados
El desafío, para muchos, es conseguir mantener la creatividad de los equipos en modo remoto
"El trabajo 'online' no tiene por qué estar reñido con la creatividad", asegura a NIUS un experto en innovación
Levantarse de la cama y sentarse en pijama delante del ordenador para empezar la jornada tiene sus ventajas: "La conciliación familiar, el incremento de la productividad y una mayor concentración -siempre que en los hogares las condiciones laborales sean las adecuadas- explica a NIUS Juan Luis Moreno, socio y director de innovación de The Valley, una escuela de negocio que ayuda a personas y empresas a adaptarse a los nuevos tiempos.
Pero también hay quien le encuentra sus desventajas. Son muchos los que piensan que el trabajo en remoto puede ser una especie de "asesino" de la creatividad.
De hecho, una encuesta reciente de Leesman realizada a 145.000 trabajadores de todo el mundo, reveló que el 28% de las personas que teletrabajaban decían no poder contribuir al trabajo creativo desde casa.
Y dado que es probable que cuando pase la covid-19 la oficina sea algo que pisamos solo de vez en cuando, en vez de ese lugar en el que pasamos toda nuestra jornada laboral, podemos encontrarnos ante un problema importante.
"Existe la creencia generalizada de que las personas son más creativas cuando están cara a cara, lanzando sus ideas contra una pizarra desordenada", dice el experto Juan Luis Moreno, "pero yo discrepo, creo que la creatividad se puede fomentar también online, con la metodología y las herramientas adecuadas".
"Es cierto que el trabajo en casa nos priva de ingredientes creativos como pueden ser la conversación de pasillo, el encuentro casual ... y que esa naturalidad se ha reemplazado ahora por encuentros programados, pero no por eso el trabajo online tiene que estar reñido con la creatividad", asegura.
"Es verdad que cuando fomentas la creatividad y el pensamiento disruptivo en una sala presencial salen cosas maravillosas, pero hay metodologías que se utilizan en esas reuniones presenciales que también te las puedes llevar a un entorno online, como el Design Thinking (una manera de trabajar en grupo que maximiza la creatividad colectiva).
"Son muchas las cosas que se pueden hacer para potenciar la creatividad en red". Y da algunos ejemplos. "Se pueden organizar reuniones virtuales, entornos colaborativos con muros donde puedes ir subiendo tus ideas", etc. Se trata de utilizar todas las herramientas a nuestro alcance para potenciar la creatividad. "Una de las que funcionan muy bien es el Lego Serious Play, que consigue la participación del 100-100 de las personas. Consiste en jugar con el Lego, pero de una forma profesional, para hacer tangible una idea. Eso lo hemos hecho, llevando un paquetito de Lego a cada participante a su casa, ellos lo han construido, y luego han compartido el resultado a través de la pantalla en una reunión virtual, y han salido grandes ideas", asegura.
La creatividad es importante no sólo para los resultados de una empresa, sino también para los trabajadores. A medida que las máquinas se hacen cargo de tareas repetitivas, es la propia capacidad humana para la creatividad la que se requerirá en el futuro.
"Se trata de dotar a las empresas y a sus profesionales de habilidades y competencias que no tenían hasta ahora, y que, dadas las circunstancias, demandan cada vez más", explica Moreno. "Hasta hace poco la formación de los empleados solo era en tema de conocimientos, ahora es clave dominar ciertas herramientas que nos van a ser muy útiles en este nuevo entorno digital", asegura, "Y no me refiero solo al trabajo colaborativo, al trabajo en red... hablo también de la inteligencia emocional, de la empatía... Son más necesarios ahora porque a través de la pantalla no ves matices que sí que ves en el mundo presencial, en el lenguaje no verbal, de comportamientos, de posturas, y aquí hay que intuir más", señala.
El modelo mixto remoto/presencial, la apuesta de futuro
"Hay que entender el teletrabajo como algo que suma, no que resta", insiste. "Hay que hacerse a la idea de que ha venido para quedarse. Ambas formas tendrán que convivir cuando la pandemia haya pasado, el modelo mixto remoto/presencial será lo ideal".
"Habrá situaciones específicas en las cuales se requiera resolver problemas complejos de forma creativa, para los que sea recomendable la interacción física, pero habrá otros en los que el remoto sea más aconsejable", añade. "Es increíble lo que el teletrabajo ha mejorado, por ejemplo, la productividad de las reuniones. La gente está mucho más enfocada en el tema a tratar, tienen un horario determinado que nadie se salta... nada que ver con las físicas que a veces se hacían eternas", reconoce. "Sobre todo en un entorno como España, donde tendemos a la relajación, al café, la charla...eso es genial para fomentar las relaciones personales, para crear buen clima, un entorno laboral amigable, pero tampoco hay pruebas de que favorezca ni la productividad ni la creatividad".
"Evidentemente ese modelo híbrido requiere un cambio cultural, que las empresas dejen de pensar que si el trabajador no está físicamente en la oficina no está aprovechando el tiempo o trabajando el número de horas adecuadas. Se va a ir hacia un modelo de empresas por objetivos, donde el trabajo se autogestiona y el empleado debe cumplir los objetivos marcados, conseguir que los proyectos estén en tiempo y forma. Lo bueno del teletrabajo es que se puede organizar fuera de un horario concreto y eso es un cambio de cultura de empresa que se va a tener que asimilar".
La tecnología, una aliada de la creatividad
"La tecnología está ahí, es un facilitador, ya ofrece muchas herramientas para fomentar la creatividad y en un futuro ofrecerá aún más, solo hay que tenerla y querer utilizarla", avanza Moreno. "Las empresas tienen que hacer un esfuerzo para incluir la tecnología adecuada que permita estas dinámicas virtuales, estos entornos colaborativos. Si no se tiene, es cierto que puede ser realmente complicado".
Investigadores de Microsoft ya han hablado de usar cascos de realidad aumentada o virtual que sirvan para cerrar la brecha físico-digital y mejorar tanto las reuniones remotas como las futuras reuniones híbridas.
Esto podría abrir la posibilidad de interactuar unos con otros de forma remota en un sentido que va mucho más allá de lo que es físicamente posible ahora.
Aunque también hay escépticos que defienden que la tecnología nunca será capaz de crear espacios virtuales fortuitos, porque el simple hecho de diseñarlos hace que se pierda la serendipia -ese descubrimiento inesperado que se produce de forma accidental, cuando se estaba buscando una cosa distinta-.
"Es lo único que tiene en contra el trabajo en remoto, esa pérdida de espontaneidad, pero insisto, la chispa creativa se puede dar en ambos entornos, solo hay que hacer que salte utilizando metodologías y herramientas adecuadas".