España: educación especializada, educación ordinaria con apoyos… o ambas

La intención del Gobierno de cerrar los centros exclusivos para niños con necesidades especiales choca con la opinión de la mayoría de las asociaciones
"Se trata de atender a cada niño en lo que necesita", defienden desde la Fundación Querer, donde lamentan la falta de inversiones de las administraciones
37.136 alumnos estuvieron matriculados en España en colegios de educación especial durante el curso 2018-19
La educación de los niños con necesidades especiales en España ha venido marcada en los últimos meses por el posible cierre de los centros especializados, contemplado en una Ley Orgánica propuesta por el Gobierno de Pedro Sánchez. Una medida que, en cualquier caso, no se ha aprobado debido a la concatenación de Elecciones Generales, impidiendo así que sus alumnos pasasen irremediablemente a los colegios que se rigen por el sistema ordinario.
Los últimos datos del Ministerio de Educación, correspondientes al curso escolar 2018-19, señalan que una cuarta parte de nuestros estudiantes en edad escolar (casi dos millones) necesita una atención más personalizada, aunque la mayoría de ellos están matriculados en centros ordinarios y trabajan según unos currículos y métodos de enseñanzas adaptados.
De ese grupo, 37.136 niños se encuentran en centros de educación especial: casi el 60%, en centros de titularidad pública, y el 40%, en concertados o privados.
Pero más allá de los datos estadísticos, son varias las cuestiones a debate en España en torno a estos alumnos y, por extensión, a sus familias, profesores y a las diferentes plataformas que velan por sus intereses. Por ejemplo, ¿deben seguir conviviendo los centros de educación especializada y los colegios de educación ordinaria con apoyos para estos niños?
Hay que acabar con ese estigma de que los colegios de educación especial son necesariamente malos" (Mariana Lombardo)
Cada Comunidad Autónoma tiene independencia a la hora de organizar su Educación, con lo que se trabaja de distinta manera en cada una de ellas. Sobre esa premisa, desde la Fundación Querer entienden que deben coexistir "pero siempre que realmente esa educación sea especializada".
Mariana Lombardo, directora del colegio de la Fundación, se explica en NIUS: "lo ideal sería que existiera un colegio ordinario donde pudieran ir todos los niños normotípicos, los que están dentro de la media, y colegios especializados para todos los que necesitan algún tipo de apoyo. Y quiero dejar claro que los colegios de educación especial no son necesariamente malos. Hay que acabar con ese estigma".
El presidente de la Plataforma 'Educación Inclusiva Sí, Especial También' es más tajante al respecto. "Es fundamental que existan los dos, por supuesto", responde José María Escudero. Lo justifica diciendo que "cada niño y cada niña que va a un centro tiene unas necesidades totalmente diferentes. No tiene nada que ver el síndrome de Down, la parálisis cerebral, el autismo. Y dentro del mundo del autismo cada niño es también totalmente diferente. Por eso deben coexistir, porque cada centro tiene sus especialistas".
En otros países, los colegios de educación especial han sido eliminados y hay unos informes muy negativos" (José María Escudero
"Es decir -prosigue-, no le vemos sentido a que nos queramos cargar el sistema educativo que tenemos en España porque haya una corriente de pedir para todos estos niños lo mismo, aunque no sea lo que necesite ese niño. En otros países, los colegios de educación especial han sido eliminados y hay unos informes muy negativos en relación a la calidad educativa y al bienestar emocional actual de sus niños", concluye Escudero.
Frente a esta postura se encuentran asociaciones como CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), que aboga por suprimir los centros especializados: "Pensamos que la convivencia, las aulas, son generadoras de afectos, de tolerancia, de respeto. Si desde edades tempranas vamos a inculcar (a los niños) ese respeto a la diferencia, seguramente no se vayan a repetir las discriminaciones que vivimos a día de hoy en las políticas públicas con las personas con discapacidad", ha manifestado su delegado, Jesús Martín, en la Cope.
Igualdad para todos los niños
Para ello, en cualquier caso, exige que los políticos que gobiernan "repiensen los colegios de hoy en día, repiensen las aulas. Hay que hacer un cambio del sistema educativo para que esos niños estén en condiciones de igualdad".
En lo que coinciden casi todos es en priorizar la defensa y la protección del menor. Mariana Lombardo, de la Fundación Querer, destaca que "no se trata de buscar centros que atiendan a los niños que están muy mal y centros para los que están dentro de la normativa. Se trata de atender a cada niño en lo que necesita. Y para que eso funcione hace falta destinar recursos económicos. Pero ninguna administración pública está dispuesta a destinar esos recursos económicos".
Para José María Escudero, a la hora de elegir los centros para los niños "se debería tener muy en cuenta a la familia porque es quien mejor conoce su situación, aunque entendemos que el bien superior del menor tiene que prevalecer incluso ante el interés de una familia para que el niño vaya a un colegio u otro".
Un niño que está en un colegio ordinario y tiene adaptaciones curriculares tampoco titula, y está peor que en un colegio de educación especial" (Mariana Lombardo)
En este punto, Lombardo retoma los estigmas que deben ser desterrados. "Al final, todos los padres terminan escogiendo un colegio ordinario para su hijo por el estigma que tiene la educación especial, en la que el niño termina el colegio sin titulación. Pero lo que no saben las familias, y absolutamente nadie les informa, es que un niño que está en un colegio ordinario y tiene adaptaciones curriculares significativas tampoco titula, y está peor que si fuera a un colegio de educación especial. Básicamente, porque ni se le ha dado la atención que necesitaba en ese momento, ni ha aprendido absolutamente nada".
En cuanto a los profesionales que trabajan con los niños (profesores, logopedas, terapeutas ocupacionales o neuropsicólogos), también se reconocen carencias por "la falta de recursos" en la que insisten desde la Fundación Querer. A lo que puntualizan en 'Educación Inclusiva Sí, Especial También': "se detectan más en la escuela ordinaria. Es verdad que en muchas ocasiones faltan los medios adecuados para hacer un buen trabajo y hay veces que tampoco tienen los profesionales en la cantidad o en la cualidad adecuada para desarrollar este trabajo", señala José María Escudero.
En cualquier caso, no será hasta algún tiempo después de las Elecciones Generales del 10-N cuando de nuevo comiencen a producirse movimientos políticos al respecto, de los que estarán muy pendientes todas las familias de estos niños.