Encontradas las férulas de Gaël, el pequeño con atrofia muscular: "He recuperado la esperanza en las personas"


Alguien llevó el viernes la bolsa, con el traje ortopédico y las férulas perdidas, al Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, pero no los dejó en objetos perdidos
Gaël duerme la siesta tranquilo mientras Adele, su madre, susurra por teléfono que ha recuperado la esperanza en el género humano. Gracias a una gran movilización espontanea vuelven a tener en casa las férulas y el traje ortopédico personalizado que perdieron hace unos días, y que su hijo, de dos años y medio y con atrofia muscular espinal, necesita para caminar.
"Con la enfermedad de Gaël perder un día de tratamiento es vital, cuando nos han llamado, para decirnos que lo habían encontrado, he respirado", cuenta Adele, tras confesar que estos días atrás "han sido un infierno".
La bolsa, con las férulas y el traje ortopédico se perdieron el jueves cerca de la entrada del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús (Madrid). Se cayeron accidentalmente al suelo justo antes de entrar al taxi adaptado que les llevaba de vuelta a casa después de una sesión de fisioterapia. 24 horas después alguien las llevó al mismo centro. No las dejaron en objetos perdidos, por eso han tardado dos días en dar con ella.
A Adele no le importa saber dónde la guardaron. Tampoco quiere saber porqué la persona que la encontró tardó 24 horas en llevarla al centro hospitalario: "Eso es lo de menos, lo importante es que ya podemos retomar la terapia y volver a jugar al Pim Pam. No para de pedirlo", cuenta. Así llama Gaël al juego de caminar: Pim adelantar el pie derecho, Pam el izquierdo.
"Durante el confinamiento perdimos muchas sesiones. Todo el tratamiento se lo teníamos que hacer nosotros en casa, y para que Gaël responda bien es importante seguir su terapia todos los días. No me quiero ni imaginar si no llega a aparecer todo y tenemos que retrasar los ejercicios", murmura Adele.
Las férulas y el traje ortopédico, valorados en más de 1.500 euros, son necesarios para Gaël. Le ayudan a caminar casi por si mismo y sobre todo a mantener los músculos a tono. Están hechos a medida, y volver a hacerlos tardarían un mínimo de 15 días.
Cinco días a la semana (entre terapia pública y privada), va el pequeño Gaël a ejercitar su musculatura .Un seguimiento necesario para mejorar su calidad de vida "antes no había casi tratamiento para este tipo de enfermedad y la esperanza de vida era de dos años. Ahora hay muchos avances, hemos conseguido que se mantenga sentado, que de sus pasos, que respire sin ayuda...", explica esperanzada una madre, que insiste, una y otra vez, en contar cómo le ha sorprendido la respuesta de la gente.
"Esta madrugada, sobre las 4 de la mañana, un taxista ha estado colgando fotos por los alrededores del hospital Niño Jesús, sin que nadie se lo pidiera", explica. "Me quiero quedar con eso, con la ayuda espontanea, ha sido muy bonito. He recuperado la esperanza en las personas", cuenta.
Antes de colgar Adele susurra un "gracias, gracias a todos por ayudarnos". Y se despide emocionada, todavía tiene que desinfectar bien los objetos recuperados. Con la enfermedad de su hijo, su sistema inmunológico es débil, y no se pueden andar con descuidos.