El hombre abatido por la Policía en Madrid fue detenido 15 veces por malos tratos y lesiones

Antonio Gamiz Robles, granadino, de 51 años fue abatido por la Policía de un disparo. Había intentado matar a su pareja, a la madre de ésta y a dos agentes del distrito de Vallecas. Eran las dos de la madrugada de este sábado al domingo cuando los servicios de emergencias recibían varias llamadas desde el número 15 la calle Caranavajos, en Madrid.

Una mujer aseguraba que el novio de su hija amenazaba con prenderla fuego viva y con matarlas a las dos. Estaba muy alterado y no se iba de su casa. Al comprobar los antecedentes pudieron constatar que ya había sido detenido en 15 ocasiones por malos tratos hacia la mujer, lesiones, amenazas. En 2005 fue arrestado en Ibiza por amenazar a sus padres y destrozarles la casa y había sido detenido por atentado contra la autoridad. Además, un juzgado tenía una requisitoria vigente por la que solicitaba que se averiguase su domicilio y paradero en la actualidad. Era un hombre peligroso.

Cuando los agentes llegaron al primer piso, la madre les abrió la puerta. Entonces Antonio les tendió una emboscada: apagó las luces de la casa y se avalanzó sobre los funcionarios con un cuchillo en la mano. Quiso apuñalar a uno de los policías en el corazón. El agente cayó al suelo, herido en la cara y en el cuello. Su compañero se dirigió hacia el delincuente pero le apuñaló en la clavícula y en el cuello. Entonces, el primer policía sacó su arma reglamentaria y disparó en medio de la oscuridad. Antonio murió en el acto y cayó desplomado.

Los sanitarios del SAMUR atendieron a los dos agentes que consiguieron salvar la vida de las dos mujeres y las suyas propias, gracias a que llevaban chalecos antibala. Uno de ellos fue trasladado al hospital Clínico y el otro al Doce de Octubre, los dos con pronóstico reservado.

Ana y Soledad viven en el número 12 de la calle Caranavajos. Conocen a María Luisa y su hija Lucía desde hace unos tres años, cuando madre e hija se mudaron al 1ºC. Según les han contado a ellas, ambas antes residían en el centro de Madrid. Al fallecido sólo le habían visto en contadas ocasiones, a pesar de que la primera denuncia por violencia de género hacia Lucía se remonta al 2014.

En el inmueble pueden verse aún los restos del suceso. Los agentes fueron dejando un reguero de sangre a su paso cuando salieron. Hay salpicaduras en las puertas y en las paredes. "Y eso que lo han limpiado todo", dicen las dos mujeres.

Ana vive en el segundo piso, justo encima de María Luisa y Lucía. La Policía ya había acudido en cuatro ocasiones a este piso, "las peleas eran frecuentes, entre ellas discutían mucho, incluso más que la pareja. El sábado se escuchó jaleo por la mañana y por la tarde. Luego ya por la noche un golpe muy fuerte y los disparos", relata.

Los dos agentes heridos se recuperan de sus heridas. Uno ha recibido el alta hospitalaria este lunes por la mañana y el otro ayer por la tarde. No olvidarán lo que ocurrió la madrugada del domingo en este edificio de Vallecas.

Uno de ellos tiene 34 años, ingresó en la policía en el 2012 y en los grupos de atención al ciudadano desde el 2015. El otro tiene 40 años, ingresó en el 2009 y en los grupos de atención al ciudadano desde el 2014, según ha informado un portavoz de la Jefatura Superior de Policía.

Los dos funcionarios prestan servicio en la Brigada de Seguridad Ciudadana. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska y el director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo Piqueras, ya les han felicitado por su actuación y les desean una pronta recuperación.