2020, el año con menos crímenes machistas: "El agresor te mata si escapas y el confinamiento lo impedía"


Hasta este mes de octubre, 36 mujeres han muerto a manos de sus parejas, en 2019 por estas fechas ya eran 47 las víctimas
Nunca, salvo en 2016, se habían registrado cifras tan bajas en el número de asesinatos por violencia de género
Entrevistamos a Marisa Soleto, directora de la Fundación Mujeres, que nos revela cómo ha influido la pandemia
En lo que va de año 36 mujeres han muerto a causa de la violencia de género en España, 11 víctimas menos que en 2019 en las mismas fechas. Una cifra, que a día de hoy, convierte el 2020 en el año con menos asesinatos machistas (junto a 2016), desde que estos crímenes empezaron a contabilizarse hace casi dos décadas.
La noticia es buena y cuesta no relacionarla con el confinamiento y la crisis provocada por la covid-19. Consultamos a Marisa Soleto, jurista, directora de la Fundación Mujeres y miembro del Observatorio Estatal contra la Violencia de Género para que nos aclare cómo puede haber influido la pandemia en estos datos, inusulamente bajos.
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Pregunta. ¿Podemos achacar el descenso de asesinatos machistas a la situación creada por la pandemia?
Respuesta. Es pronto para confirmar algo así. Aún estamos inmersos en ella, no sabemos realmente el efecto que tendrá sobre la violencia de género. Es cierto que han bajado las muertes, pero eso no significa, desgraciadamente, que haya descendido el maltrato. De hecho, el número de consultas al 016 durante el confinamiento ha aumentado más de un 400 %.
Pregunta. Pero también ha descendido el número de denuncias en las comisarías...
Respuesta. Sí, según el Consejo General del Poder Judicial, en el segundo trimestre del 2020, en pleno estado de alarma, se produjeron 34.000 denuncias, un 14% menos que el año anterior en el mismo periodo. Pero esa no es buena noticia, porque si la relacionamos con el incremento de llamadas al 016 es lógico deducir que la violencia ha continuado, pero que las mujeres no se han decidido a denunciar.
El confinamiento es el paraíso para estos maltratadores, tener encerrada a su pareja, sometiéndola a un control férreo, es su situación ideal
P. ¿Por qué razones, cree usted?
R. Son muchos los factores que pueden haber influido. Desde el punto de vista de la víctima saber que vas a estar encerrada con tu maltratador te hace desplegar estrategias personales de disminución de la conflictividad, aunque sea por pura supervivencia. Sabes que no puedes escapar y esperas un mejor momento para poner esa denuncia. También el hecho de que los juzgados hayan estado dando menos órdenes de protección a las víctimas ha afectado negativamente, si las mujeres se encuentran con menos herramientas para poner fin a su situación se desaniman y se acaban retrayendo.
Luego están las obligaciones de la propia cuarentena, el no poder viajar a otra provincia para refugiarte en casa de tus familiares, por ejemplo, y, por supuesto, la incertidumbre económica, si estoy sin trabajo o lo he perdido por la covid, me da más vértigo huir, más aún si tengo hijos. En épocas de crisis, en general, la gente toma menos riesgos.

P. ¿Y al agresor cómo le ha influido esta situación anómala?
R. Pues a priori el confinamiento es el paraíso para estos maltratadores, tener encerrada a su pareja, sometiéndola a un control férreo, es su situación ideal, aunque ellos también tengan que estar encerrados.
No olvidemos que estos individuos ejercen la violencia en su grado máximo cuando su víctima intenta poner fin al maltrato, bien pidiendo la separación, denunciándoles o directamente huyendo de casa. Si durante este tiempo las mujeres han visto mermadas sus posibilidades de escapar, pues eso puede haber influido en el descenso de asesinatos. La agresión más grave llega cuando te estás escapando del control del agresor, es entonces cuando va a por ti o a por tus hijos y lo cierto es que durante el confinamiento no se podía huir.
Que haya menos asesinatos no significa que no haya violencia. Se pueden estar produciendo agresiones muy graves que por suerte no han acabado con resultado de muerte y que por lo tanto no entran en esta estadística
P. Entiendo que hay que ser prudente entonces con los datos, aunque arrojen cifras positivas...
R. Los datos hay que verlos en su contexto. Debemos alegrarnos, claro, de que el indicador de asesinatos esté más bajo, pero no podemos sacar conclusiones precipitadas respecto a los efectos de la pandemia en la violencia de género, entre otras cosa porque todavía no se ha acabado.
El indicador de número de asesinatos siempre hay que verlo como la punta del iceberg, es el resultado mortal de una agresión grave, pero la diferencia entre entrar dentro de la estadística o fuera depende de la suerte que haya tenido la víctima en algún caso. Se pueden estar produciendo agresiones muy graves que por suerte no han acabado con resultado de muerte y que por lo tanto no entran en esta estadística.
Lo que sí sabemos es lo que dicen todos los organismos internacionales y todas las instituciones que se ocupan de las políticas de erradicación de la violencia de género. Todas han alertado de que el confinamiento pone en situación de riesgo muy grave a estas víctimas. Es evidente que cuando la violencia se produce dentro del hogar y el confinamiento aminora mis posibilidades de salir de él pues entro en una situación de especial vulnerabilidad.
La agresión más grave llega cuando te estás escapando del control del agresor, es entonces cuando va a por ti y lo cierto es que durante el confinamiento no se podía huir, eso puede haber influido en el descenso de asesinatos
Lo que han hecho todas estas instituciones, y también se ha hecho en España, es estar muy pendientes e intentar que los servicios de apoyo a las víctimas sean declarados de primera necesidad, porque como te decía, una bajada del número de asesinatos o de denuncias no significa que la violencia de género sobre las mujeres no se esté ejerciendo o que se haya aplazado. Está ahí fuera y hay que seguir luchando contra ella.
P. No podemos entonces agarrarnos, ni siquiera, a esa cifra de 36 que puede suponer al fin un cambio en la tendencia...
R. Ojalá acabemos el año con 36 mujeres asesinadas, porque aún siendo demasiadas reflejaría el mejor dato de nuestra historia reciente, pero el indicador de asesinatos por violencia de género es muy voluble. Mañana matan a dos y ya se ha roto la tendencia. No quiero ser pesimista, pero la única vez que se ha registrado una cifra tan baja en el mes de octubre, que fue en 2016, el año acabó con 49 mujeres muertas, asesinaron a 13 en solo dos meses.