Un club de balonmano de Elche ficha a una bebé para que su madre pueda conciliar: "Estoy abriendo la puerta a otras deportistas"


Alexandra Do Nascimiento, su madre, es una de las mejores balonmanistas en su puesto de los últimos tiempos
El Atticgo Club Balonmano Elche está sexto en la Liga Guerreras Iberdrola y cuarto en la EHF European League
Ficharon a Ale cuando estaba embarazada de pocos meses
Lia no se pierde ni un entrenamiento ni un partido, y aunque todavía no anda es, a sus cinco meses recién cumplidos, el fichaje más joven del Atticgo Club Balonmano Elche, un club de balonmano que está sexto en la Liga Guerreras Iberdrola y cuarto en la EHF European League (copa europea femenina)
Claro que Lia no juega, es la hija de Alexandra Do Nascimiento, una jugadora brasileña que el club ilicitano fichó cuando aún estaba embarazada.
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"Una extrema derecha que teníamos nos pidió poderse ir a Burdeos a su país por problemas familiares, mientras buscábamos sustituta nos enteramos que Ale había dejado su equipo y que se había trasladado de Francia a Alicante. Nos lo dijo su cuñada que trabaja con nosotros. Así que nos pusimos en contacto con ella para ver si se quería venir", explica Juanjo Ávila, presidente del club.
En ese momento Alexandra (Ale) ya estaba embarazada y aunque le interesó la oferta puso como prioridad poder compatibilizar su faceta de madre con el de jugadora profesional. Y el club estuvo de acuerdo.
"Se lo comenté al entrenador Joaquín Rocamora, y la verdad , pensaba que no iba a estar de acuerdo porque es un entrenador muy exigente pero no puso ningún problema. Al contrario, me comentó que en algunos países escandinavos las jugadoras llevan a sus parejas y bebés con ellas", añade Ávila.
Ale es una de las mejores balonmanistas en su puesto de los últimos tiempos, una jugadora internacional con un impresionante currículum deportivo detrás que ha disputado los últimos cinco Juegos Olímpicos, fue subcampeona del mundo con Brasil y en 2012 la eligieron como mejor jugadora del mundo de balonmano. Su carrera siempre ha sido muy importante para ella y como otras muchas deportistas de élite retrasó la maternidad todo lo posible, hasta que llegó un momento que ya no pudo esperar más.
"Mi marido también es un jugador internacional de balonmano ( el chileno nacionalizado español Patricio Martínez) y los dos viajamos mucho. Estamos juntos desde hace 17 años (11 casados), y aunque teníamos claro que queríamos bebes no era nuestra prioridad. Hasta que cumplí 40 años y empecé a pensar que era el momento. Tuve un aborto espontaneo con mi primer embarazo y cuando al poco me quedé embarazada de nuevo supe que Lía era lo más importante", cuenta Alexandra.
Por eso en principio se instaló en San Juan (Alicante) para tratar de ser mamá alejada del balonmano, hasta que el Atticgo llamó a su puerta.
"Cuando empezamos a hablar intentamos ver cómo lo podíamos hacer. Era algo nuevo tanto para mi como para el club. Yo no sabía cómo iba a ser la niña, si podría entrenar con ella, le quería dar pecho. Pero todo se resolvió bien", añade.
Para que Ale pudiera concentrarse en el deporte el club ha contratado una canguro que se ocupa de Lía mientras su madre entrena. Todos los días de 19 h a 2 h. Ale y Lía salen de San Juan sobre las 18 h para llegar con tiempo, y una vez en el club la pequeña se queda con su Catrina, su canguro, mientras Ale entrena, aunque antes le da de mamar para que Lía esté tranquilita.
"A lo mejor cuando empiece con los dientes cambia la cosa pero de momento es un bebe muy bueno y llevadero. Se porta fenomenal y estamos encantada con ella", cuenta Juanjo Ávila, quien sabe bien de lo que habla porque en alguna ocasión ha tenido también que echar una mano con la pequeña: "Cuando fuimos a Serbia no encontramos canguro, siempre buscamos uno con la ayuda de otros clubs y cuando no es posible su tía se ocupa de ella, pero esta vez tenía reuniones.Por eso nos quedamos cuidandola Teresa, mi mujer y yo", cuenta el presidente tras confesar que: "Había perdido un poco la costumbre". Ávila tiene 3 hijos, "Y el más pequeño anda ya por los 22", añade.
El presidente y Alexandra no son los únicos contentos con el acuerdo. El resto del equipo,y hasta las jugadoras contrarias, también lo llevan bien."Siento que en cierto modo estoy abriendo una puerta para otras mujeres deportistas. A mi me hubiera encantado tener a Lía antes, pero no pensaba que fuera fácil", reflexiona Alexandra antes de despedirse para dar de mamar a su bebé.
Y quizá sea cierto. Confiesa Juajo Ávila que al principio ellos tampoco sabían cómo iba a salir pero que ahora son conscientes también de que han allanado el camino para que otras jugadoras opten también a la maternidad: "Está siendo todo positivo. Ale es un buen fichaje, aporta una serie de cosas que no es fácil de encontrar y el resto de jugadoras están encantadas con la situación. Y no es difícil. Solo hay que organizarse", explica el presidente de un club que apoyando a la conciliación familiar ha hecho historia.