El hombre condenado por ocultar su homosexualidad: “Es una infamia que se haya juzgado mi orientación sexual”


El abogado valenciano, Javier Vilalta habla con NIUS, después de conocer la resolución que le ha condenado
Vilalta asegura que "se trata de un juico moral impropio de un país democrático"
Javier Vilalta, abogado valenciano dedicado a lo largo de su carrera a la defensa de los derechos humanos, todavía no sale de su asombro e indignación después de que una jueza le haya condenado a pagar 3.000 euros de indemnización a su exmujer por, según dice la resolución, “ocultarle deliberadamente” su condición de homosexual durante la relación. Además, la titular del juzgado de Primera Instancia nº 9 ha declarado nulo el matrimonio civil que mantuvo durante tres años con la que fuera su mujer.
Una resolución que llega prácticamente una década después de que la pareja se divorciara de mutuo acuerdo y que supone para Javier “un juicio moral, por su orientación sexual”.
PREGUNTA: Hola Javier, ¿cómo has recibido la resolución de la jueza?
RESPUESTA: No imaginaba que pudiera caber una sentencia así en nuestro ordenamiento jurídico. Es una infamia que vulnera los derechos fundamentales y preceptos constitucionales como el derecho a la intimidad y la privacidad. Nadie tiene que estar obligado a declarar su sexualidad o su religiosidad y la sentencia lo hace. La jueza llega a decir que si hubiera aportado en el proceso relaciones con mujeres no hubiera sido condenado.
P: Además, se da la circunstancia de que has sido condenado sin ni siquiera declarar para ofrecer tu versión de lo que se estaba juzgando.
R: No pude declarar porque es un procedimiento de familia y la parte demandante decide si declaras o no, y no quisieron. Estamos ante un juicio impropio para un país democrático y en un estado de valores. Un tribunal no puede juzgar a una persona por su sexualidad basándose en un artículo, el 73.4 del Código Civil, que recoge la nulidad del matrimonio civil, que no se ha usado prácticamente en democracia y que es anterior a la Ley del Divorcio, que es la que está vigente.
Aquí no hay una condena, hay una resolución de un tribunal que determina la nulidad del matrimonio civil y decreta una indemnización por mi presunta condición sexual y eso es lo grave.

P: Sin embargo, tú has manifestado públicamente que no tuviste relaciones homosexuales ni antes, ni durante el matrimonio y que te casaste siendo plenamente heterosexual.
R: Hemos cruzado una línea que no es posible en derecho. Que se pregunte por mi condición sexual ya lo impiden los derechos humanos. Otra cosa es que yo haya decidido abrir mi privacidad y contar mis circunstancias. Yo he manifestado que había llevado una vida heterosexual y alguna experiencia puntual, pero ni mucho menos tuve una relación paralela durante el matrimonio. No hubo ocultación, nunca tuve que ocultar nada a nadie. Nadie tiene por qué declarar su condición sexual y un tribunal no puede decir que yo sea homosexual desde siempre.
P:Entonces, ¿qué motivaciones han llevado a tu ex mujer a presentar esta denuncia?
R: No lo entiendo, no me cabe. Teníamos una muy buena relación. Durante 8 años hemos sido muy amigos. Hace 5 años le dije que tenía una pareja chico y se la presenté. Sin embargo, a ella le contaron en una noche de copas, el testimonio de una persona despechada, que nunca fue mi pareja, sobre mi presunta homosexualidad. Lo grave es que el caso se ha basado en ese testimonio y se ha hecho caso omiso a mis testimonios. Además, otro aspecto importante, es que yo me he declarado bisexual en el procedimiento, sin embargo, la jueza no reconoce ese estado, lo que supone una clara bifobia de la jueza.
P: Otra de los aspectos que llama la atención, es que la denuncia y la sentencia llegan muchos años después de que se produjera el divorcio por mutuo acuerdo.
R: Llega 10 años después y este supuesto delito se recoge que no prescribe, sin embargo, otros delitos fiscales o relacionados con la corrupción e incluso más graves sí que prescriben.
Desde hace 3 años hay una involución en la justicia de este país. Un paso atrás en los derechos. No hay más que ver lo reaccionaria que es parte de la sociedad. Parece que tras 40 años de democracia una parte de la sociedad se haya sentido oprimida y diga pues ahora vamos a por todas.
P: ¿Qué puede suponer esta sentencia en el futuro?, ¿se abre la puerta a volver a juzgar a personas por su condición sexual?
Se ha hecho un juicio moral que no cabe en el ámbito civil. Es una atraso en décadas. Yo creo que he pagado el precio por la visibilidad de mi vida, sino no tiene ningún sentido. Soy conocido en Valencia, fui tenedor oficial de las falleras mayores y tengo una relación muy buena con mi pareja. Yo pensaba desde el principio que el juicio iba a ser favorable y que la jueza lo iba a argumentar muy bien, pero no está ni siquiera argumentado, lo ha soltado y ya está. Vamos a recurrir a todas las instancias si es necesario. No nos vamos a quedar aquí. Ha sido una gran bofetada contra los derechos humanos en mi cara. Pero vamos a darle una oportunidad a la Audiencia Provincial que esperemos que vele por los derechos constitucionales.
P: Además, creo que la lucha que has iniciado tras esta resolución va a ir más allá.
R: Así es, lo que queremos es que nadie tenga que volver a pasar por esto. A través de la Federación LGTBI vamos a tratar de que se derogue el artículo 73.4 del código civil y que el proyecto de ley de protección de las personas LGTBI y trans recoja que nadie pueda ser juzgado por su sexualidad. Es lamentable. Hace 20 años esto nadie se lo habría planteado, pero ahora parece que hay que recogerlo de forma expresa.