Mireia Rodríguez, primera mujer en un equipo de balonmano masculino: “Mis compañeros me lo han puesto fácil”


Entrevista a Mireia Rodríguez, la primera mujer que juega en una competición senior masculina española
La Federación de Balonmano de Castilla-La Mancha ha autorizado su inscripción en el Club Balonmano Albacete, que juega en Segunda División Territorial
Ni discusiones, ni polémicas, ni desavenencias, ni encontronazos: ”Un día llegué y me dijeron: toma la equipación; todo se tramitó de una manera fluida”, explica Mireia Rodríguez. Cuando su entrenador propuso incluir a la jugadora catalana en el equipo masculino Club Balonmano Albacete, lo comentó a los equipos que componen su liga y nadie estuvo en desacuerdo. “Todo el mundo dio el beneplácito en ese sentido y ya luego lo trasladaron a la Federación de Balonmano de Castilla-La Mancha”.
La Federación autorizó la inscripción de Mireia Rodríguez en el CB Albacete,que juega en Segunda División Territorial. Rodríguez, se convertía así en la primera jugadora inscrita para competir en una liga senior masculina española.
MÁS
Lego eliminará el sesgo de género de sus juguetes tras los resultados de una encuesta infantil
Victoria, campeona del mundo de aguas gélidas con 68 años: “Cuando crees en ti lo consigues, sea lo que sea”
El gallego Lucas Yáñez, campeón mundial de patinaje artístico: “Los esfuerzos son los que te ayudan a ganar”
Pregunta: ¿Eras consciente de la repercusión que iba a tener la noticia?
Respuesta: La verdad que estoy asombrada de la resonancia que está teniendo esta noticia y llevo una semana muy asombrada de lo que está llegando a la gente. Pero, para mí, era como lo más natural del mundo: jugar a balonmano, que era lo que quería, y que, por circunstancias, aquí, en esta ciudad, no podía hacerlo porque no había liga femenina en este caso. Pero en muchísimas ocasiones, masculino y femenino de manera interna y a nivel de entrenos están mezclados y no es la primera ni la última vez que una mujer entrenará con masculino y a la inversa ¿eh? Yo, cuando estaba en Logroño y se estaba constituyendo un equipo masculino, los chicos que no tenían equipo aún formado entrenaban con nosotras. Creo que ha causado mucho revuelo por el hecho de que me van a dejar competir de manera legal dentro de una liga.
P: La autorización de la Federación tiene que ver con que no hay equipos femeninos de balonmano en Albacete. ¿Es algo que se repite en el resto de España?
R: Es verdad que de donde yo vengo, la parte de Cataluña de donde vengo, tenemos una gran suerte porque hay mucha cuna de balonmano femenino. Se ha trabajado muy bien la base. Cuando tú trabajas muy bien la base, tienes ese enriquecimiento de que cuando los femeninos suben a categoría senior, pues tiene una base que respalda lo proyectos y hay distintas ligas de competición, distintos niveles y realmente hay mucha cantera de femenino porque se ha trabajado durante muchísimos años (…) Pero hay comunidades que, por desgracia, carecen de balonmano femenino en este sentido: porque la gente se va desenganchando, porque luego no pueden conciliar la vida familiar con el deporte por la exigencia de la competición. Y esa es la lástima realmente de todo esto: que la gente deje de hacer deporte y que no tenga la posibilidad de hacerlo dentro de muchísimas ciudades, no solo a nivel de Casilla-La Mancha. En muchas ciudades que he estado hemos tenido que ir recopilando gente para jugar, porque sí que es verdad que existe una carencia de jugadoras.
P: ¿Por qué te dio a ti por jugar al balonmano y no a otro deporte tal vez más popular entre las chicas?
R: Nací en un pueblo en que aprendes a andar y te llevan a jugar a balonmano al pabellón. Yo nací en La Roca, que es un pueblo muy chiquitito de Barcelona y que a todos los niños nos llevan a jugar a balonmano, es impresionante. Es como una cuna del balonmano.
Si no hubiera existido ese 'feeling' entre el vestuario, mis compañeros y yo, pues esto hubiera sido imposible (Mireia Rodríguez)
P: Siendo así, supongo que estarás acostumbrada a jugar con hombres, ¿cómo es?, ¿sientes desventaja?
R: Hay una diferencia, sí, que es real. Hay una diferencia física, que evidentemente un hombre tiene muchísima más envergadura física, muchísimos más kilos de potencia, y eso es real. Pero bueno, yo trabajo para que esas carencias se suplan pero a nivel global (…) En el tema masculino-femenino, como hay una carencia real física, claro -yo peso 51 kilos- es normal que un hombre que pese 90 kilos pues tenga más fuerza que yo, es que es lo natural.
P: Tu estrategia es tratar de suplir tus carencias con tus fortalezas…
R: Sí, claro, a mí siempre me han gustado los retos y me han gustado las nuevas propuestas e iniciativas y, en ese aspecto, estoy contenta porque voy a aprender cosas nuevas dentro de todos los años que llevo jugando. Tengo que trabajar ciertos aspectos que hasta ahora quizás no había tenido que potenciar tanto. Y en ese aspecto sí que es verdad que también es un aliciente.
P: ¿Cómo te han recibido en el equipo tus compañeros?
R: Como uno más, totalmente. De hecho, cuando me propuso el entrenador el tema de competir, yo lo primero que hice fue preguntarles a ellos… porque al final… pues sí, te puede apoyar gente o la directiva o el entrenador, que quieran que tú vayas a competir. Pero para mí, si no hubiera existido ese feeling entre el vestuario, mis compañeros y yo, pues esto hubiera sido imposible, eso seguro. Ellos me trataron desde el primer día como uno más y yo tengo mucho que agradecerles porque me han puesto las cosas muy fáciles, la verdad.
P: ¿Qué es para ti el balonmano?
R: Para mí es mi vida…mi familia, de siempre, hemos sido cuna de muchísimo deporte, mi hermana ha estado también en alta competición jugando a balonmano, mi padre ha hecho muchísimo deporte. Mis padres, mi madre, me han seguido a mí y a mi hermana absolutamente a todos lados. Y tengo una gran suerte y soy afortunada por ello… Y luego me junté con mi marido que es deportista también, entonces, tengo la gran suerte de que entiendan este concepto y esta manera de vivir. A mí el balonmano me ha dado muchísimas cosas. Me ha enseñado a frustrarme, a aprender a seguir; y eso luego me has servido a la hora de trabajar, en mi vida, en mis estudios y en todo.