Alan lo ha perdido todo en el incendio que ha arrasado más de 6.500 hectáreas en Tarragona y Lleida
Tuvo que salir huyendo de su casa cercada por las llamas y abandonar a sus tres perros. No los encuentra y teme que hayan muerto
Alan tenía una casa de madera, de dos pisos, en la localidad tarraconense de Flix. La tenía porque de aquella casa ya no queda nada. El fuego lo ha quemado todo. Ya no hay habitaciones, ni cocina, ni sala de estar. No ha quedado nada y a Alan no le dio tiempo a llevarse nada. Tuvo que salir corriendo de su casa cercada por las llamas con lo puesto. Y lo que lleva: una camiseta, un pantalón y unas deportivas es lo único que le queda. “ni papeles, ni pasaporte, ni dinero” comenta.
Pero lo que más le preocupa y lo que le hace emocionarse son sus tres perros. Tuvo que dejarlos en casa. Ahora no los encuentra y teme que hayan muerto. Levanta una taza, intacta, del suelo y dice: (esto) “es insignificante” y tras un largo suspiro lamenta: “mis perros”.
Más de 6.500 hectáreas arrasadas
La de Alan es una de las historias de pérdida que deja el incendio que ha afectado a las provincias de Tarragona y Lleida en las últimas horas. Ahora está controlado ya al 90% pero para muchos vecinos ahora toca comprobar lo que el fuego les ha quitado. Alfonso es uno de esos vecinos que se lamenta de que ya no volverá a ver los campos de olivos que han desaparecido del paisaje.
Iris, una mujer irlandesa que reside en Flix, también lo ha perdido casi todo dice que llegó a temer por su vida cuando las llamas se acercaban. Hoy volvía a su casa para comprobar que se le había quemado parte de su casa, uno de sus coches y una caravana.
Son las historias de tres de los centenares de afectados por uno de los primeros incendios más virulentos que se recuerdan en la zona y en el que aún se sigue trabajando para evitar que se reavive.