Rescatan a los 79 inmigrantes atrapados en las islas Chafarinas

Ejército y Salvamento Marítimo participan en el operativo
Han estado más de treinta horas a la intemperie, "mojados y con hipotermia"
Entre ellos hay seis niños y tres mujeres embarazadas
Tras más de treinta horas a la intemperie, los 79 inmigrantes que permanecían en las islas Chafarinas desde la madrugada del lunes están siendo rescatados. Según ha podido saber NIUS, los militares lo trasladarán a la de Isabel II. Una vez allí, una embarcación de Salvamento Marítimo los evacuará a Melilla.
“Va a ocurrir una desgracia”. Así de tajante se mostraba Helena Maleno, de la ONG Caminando Fronteras, a primera hora de este martes, sobre la situación que vivía este grupo de 79 inmigrantes en las Islas Chafarinas, frente a la costa de Nador y a unos 47 kilómetros de Melilla. Llegaron en una embarcación, concretamente a la Isla del Congreso. Esta ha sido la segunda noche que este grupo, formado en su mayoría por mujeres y niños, pasa a la intemperie.
“Es una zona escarpada. No hay lugar donde resguardarse”, explica Maleno a NIUS que ya ha podido hablar con ellos, a primera hora, y le contaban que la situación era “desesperada”. Preocupaba, sobre todo, el estado de los menores. Seis de ellos con edades comprendidas entre los nueve meses y los doce años. “Llevan horas mojados, con frío”, denuncia la activista que temía que alguno pudiera morir de hipotermia. También es crítica la situación de tres mujeres embarazadas. “Una está apunto de dar a luz y ha pasado la noche con dolores”, lamentaba.

El intenso temporal que azotaba la zona (han estado en alerta amarilla durante muchas horas por fenómenos costeros) ha impedido hasta ahora poder llevar a cabo el rescate. Las rachas de viento superaban los 40 km por hora. En la tarde del lunes, un grupo de militares destacados en la Isla de Isabel II consiguieron acceder al lugar para proporcionar comida y abrigo. La activista denuncia, sin embargo, que una vez que llevaron los víveres “se marcharon y nadie se ha quedado a pasar la noche con ellos” por si necesitaban ayuda sanitaria o humanitaria. “Es inhumano”, describe Maleno.