Juguetes eróticos en las cestas de Papá Noel y los Reyes Magos

Los regalos de consoladores para mujeres y hombres multiplican sus ventas durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo
La empresa líder del sector a nivel mundial tiene una sede en Dos Hermanas, donde va a facturar 15 millones en 2019
"El secreto de nuestros productos es la calidad del material, garantizamos una experiencia única", dice a NIUS Juan Ziena
La Navidad y el comienzo del año nuevo es época de regalos. Predominan quienes van a lo seguro y no se comen mucho la cabeza apostando por perfumes, ropas o libros. Pero tampoco faltan los más osados que se atreven, por ejemplo, con juguetes eróticos. Así se explica que, en esta época junto con los meses de octubre y noviembre, se multipliquen sus ventas.
"Aunque no sean productos muy recomendables para tenerlos debajo del árbol de Navidad, su consumo aumenta muchísimo ahora", dice a NIUS, entre risas, Juan Ziena. Él es el general manager en Europa de la multinacional Fleshlight. Desde Dos Hermanas (Sevilla), elaboran y distribuyen por todo el continente, Rusia, Turquía e Israel, por ejemplo, reproducciones de las vaginas de las actrices porno más famosas.
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Por lo peculiar del negocio, llama mucho la atención el trabajo que lidera Juan, un ingeniero informático que siempre había trabajado en empresas tecnológicas hasta que, hace diez años, entró por casualidad en contacto con los dueños de su actual empresa, cuya sede principal está en los Estados Unidos, concretamente en Austin (Texas).
La fábrica sevillana es muy discreta, sin rótulos ni nada que les dé a conocer. No obstante, en el polígono industrial, casi todo el mundo sabe a qué se dedican. Lo que da lugar a situaciones muy simpáticas: "Muchas veces, cuando viene algún repartidor para dejar algún paquete, mete la cabecilla con curiosidad porque pensará que aquí trabajamos todos desnudos o que las actrices porno están con nosotros… Es el cachondeo que tiene este trabajo", relata el responsable de Fleshlight.
La realidad es que es un negocio redondo. Los números hablan por sí solos: en este 2019 que a punto está de acabar van a facturar 15 millones de euros, uno más que el año pasado. Esa cifra se refiere sólo a lo producido en Dos Hermanas. A nivel mundial, van a superar con creces los 60 millones de dólares.
Entre 1.900 y 2.000 unidades al día
Más datos. Con Juan, son 34 los trabajadores de la empresa, con un turno que comienza a las 7:00 horas y acaba a las 15:00 horas. Es el tiempo que tardan en producir entre 1.900 y 2.000 unidades diarias. "En los últimos meses del año vendemos más de lo que producimos. Tenemos una pérdida de stock que intentamos recuperar en los meses del año en los que las ventas son más pequeñas".
¿Cuál es la clave para ser líderes mundiales en el sector? Según, su general manager europeo, "el secreto de nuestro éxito es la calidad del material con el que producimos nuestros consoladores. Garantizamos que la experiencia final del cliente va a ser única".
También influye para el liderazgo sus apuestas para atraer a más potenciales clientes. Una de ellas ha sido "la reproducción de la anatomía de las partes íntimas de actrices de películas para adultos, sobre todo estadounidenses", como Riley Reid, Elsa Jean o Janice Griffith.

"Esa línea es la que más se produce", explica Juan Ziena a NIUS. También destaca un producto que se llama, castellanizado, unidad de entrenamiento. "Es un dispositivo para la mejora del rendimiento sexual. Sirve para entrenarse uno sólo y para que, cuando estés con tu chica o con tu chico, le puedas dar un mejor sexo".
Un campo nuevo en el que Fleshlight se ha metido en los últimos tiempos es el terapéutico. Están en contacto directo, muy avanzado, con sexólogos y psicólogos para que algunos de sus productos sirvan de herramienta para luchar, por ejemplo, contra la eyaculación precoz o la disfunción eréctil. También negocian con clínicas de reproducción asistida: pueden ayudar a los chicos que acuden al tratamiento a "eyacular con más fuerza y placer, lo que significa un mayor volumen y una recuperación más rápida".
Yo, un ingeniero informático de una empresa seria, imagínate las caras de mis padres cuando les digo que me voy a hacer vaginas en lata…", afirma Juan Ziena
El precio de sus principales consoladores, que oscila entre 35 y 80 euros, no debe ser un problema a la hora de pensar en comprarlos. Sobre todo, porque "es más una inversión que un gasto", afirma Juan. "Si lo cuidas bien, te pueden durar toda la vida. No tienen límite de vida si después de utilizarlo les haces un tratamiento correcto a la hora de limpiarlo".
En definitiva, el de Fleshlight es un éxito empresarial que, además, ha ayudado a normalizar en la sociedad unos productos rodeados de muchos tabúes anteriormente. Justo lo que tuvo que hacer Juan Ziena, hace diez años, cuando informó a sus padres de su nuevo trabajo: "Yo siendo ingeniero informático, estando en una empresa seria, imagínate sus caras cuando, al día siguiente, les digo que lo dejo todo y que me voy a hacer vaginas en lata…".