'Listeria': así es la bacteria que ha desatado la alerta en Andalucía

No se transmite de persona a persona
Sobrevive a temperaturas extremas
Puede ser letal en embarazadas y ancianos
La Listeria monocytogenes ha dejado ya en Andalucía una víctima mortal, 131 personas afectadas y otras 523 bajo sospecha a la espera del resultado de los análisis. Una cifra que podría aumentar en los próximos días porque el período de incubación de esta bacteria puede incluso alcanzar los 70 días desde el consumo.

El director de Infecciosos del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, José Miguel Cisneros, nos da algunas claves para entender las características de este microbio que se encuentra muy presente en la naturaleza, tanto en la tierra como en el agua. “Entra en contacto con plantas y animales, que son los principales transmisores”, nos cuenta. “Pero no se transmite de persona a persona. Es necesario consumir un alimento contaminado para que se produzca la infección”, puntualiza.
En la mayoría de los casos, la listeriosis pasa inadvertida, con un cuadro leve de vómitos y diarrea, algo parecido a una gastroenteritis. Sin embargo, hay grupos de riesgo en los que las consecuencias pueden ser graves. Es el caso de ancianos; pacientes con enfermedades crónicas o inmunodepresoras; y mujeres embarazadas. Son grupos especialmente vulnerables que requieren vigilancia hospitalaria y a los que Cisneros hace un llamamiento para que acudan a un centro hospitalario si notan algún síntoma, aunque no hayan consumido directamente el producto porque “puede haber contaminación cruzada”. El tratamiento de la listeriosis es muy efectivo si la actuación es rápida y no se demora en el tiempo.
La principal característica de esta bacteria, y de ahí el riesgo, es su alta resistencia a temperaturas extremas. Para eliminarla hay que cocinar los alimentos por encima de 70 grados y preservarlos a partir de menos de 4 grados.
Según datos de la Agencia Española de Consumo y Seguridad Alimentaria (Aecosan), durante el año 2017, hubo 2.480 casos de listeriosis en humanos en la Unión Europea, con 227 muertes en 16 estados miembros, lo que implica una tasa de mortalidad del 13,8 por ciento. En España, para ese mismo año, hubo 284 casos confirmados.