La mayor matanza animal del planeta se repite en Nepal pese a las prohibiciones

Más de 2.000 animales han sido sacrificados esta vez, a pesar de que los organizadores habían anunciado que iban a parar la matanza
Es la mayor masacre animal del planeta, el festival de Gadhimai. Una fiesta religiosa Hindú en la que miles de animales son sacrificados, uno a uno, a machetazos, como ofrenda a la diosa Gadhima para que les traiga buena fortuna.
El festival tiene lugar cada cinco años en Bariyarpur, en Nepal, y se ha vuelto a repetir este martes, a pesar de las denuncias de las organizaciones de defensa de los derechos de los animales.
En las imágenes difundidas por Igualdad Animal se ve cómo centenares de búfalos y cabras son sacrificados a machetazos. Supuestamente, lo deben hacer de un solo golpe, pero los encargados no tienen experiencia y, tal y como se comprueba en el vídeo, los animales reciben varios machetazos hasta morir. La brutalidad no acaba aquí, porque a los ejemplares más grandes les rajan las extremidades para que no huyan, y a las palomas les cortan las alas y las arrojan al tejado del templo para sacrificarlas más tarde y comérselas.
Bajan los sacrificios
Un sangriento ritual de más de dos siglos de historia al que siguen asistiendo miles de personas, niños incluidos. Según datos recogidos por CNN, se estima que 500.000 ejemplares fueron sacrificados en 2009. 30.000 en 2014. En esta ocasión, atendiendo a los cálculos de Igualdad Animal, se han sacrificado unos 2.000. La cifra de animales masacrados este 2019 ha descendido. Una de las causas: la orden del Tribunal Supremo de la India al Gobierno de Nueva Delhi de prohibir el tráfico de animales hacia Nepal tras las protestas de las organizaciones animalistas.
Dentro de la campaña mundial para detener esta matanza, esta semana se ha lanzado Stop Masacre de Gadhimai y este martes la organización Igualdad Animal se ha manifestado ante la Embajada de Nepal en Madrid para reclamar el fin de esta celebración. Los animalistas solicitan al Gobierno de India que mande funcionarios para impedir los sacrificios, que se promulgue una ley que prohíba la matanza de animales y que se anime a los fieles "a donar sangre o practicar sacrificios simbólicos en lugar de matar animales". Según los organizadores, se trata de una cuestión de religiosa "muy arraigada". Tanto, que este año ha vuelto a celebrarse, pese a que los organizadores del evento habían anunciado que no harían más sacrificios.