Más de dos millones de personas mayores de 65 años viven solas en España
Las redes sociales y su uso de nuevo a debate. Muchas veces criticadas, parece que por una vez todo son elogios. Hay estudios que dicen que nos aíslan cada vez más de los que tenemos más cerca. Pero en el caso de las personas mayores parece que aplicaciones como WhatsApp o Facebook les une más a sus familiares y amigos.
Casi la mitad de los mayores de 65 años utiliza las redes sociales para combatir la sensación de soledad y de aislamiento. Es la principal conclusión del estudio “La soledad de las personas mayores” elaborado por la Asociación de Servicios Integrales para el envejecimiento activo (SIENA), promovido por Mémora a través de su Fundación.
“Casi la mitad de los mayores de 65 años utiliza las redes sociales para combatir la sensación de soledad y de aislamiento”
María Rosa tiene 68 años. Siempre fue anti redes sociales. Dice que le daban miedo. Pero cada vez se sentía más aislada, sentía que era más difícil hablar con sus familiares o amigos, siempre tan ocupados. Por eso decidió instalarse el WhatsApp. Dice, riéndose, que su vida antes de tener esta red social era más tranquila. Pero que ahora se siente más acompañada, aunque no haya contacto físico “Antes con las llamadas era más difícil contactar. Siempre estaban todos muy ocupados. Ahora recibo de mis familiares y amigos al menos cinco buenos días o buenas noches, al día. Y cuando no tengo el WhatsApp, lo echo de menos”
“Antes con las llamadas era más difícil contactar... Siempre estaban todos ocupados. Ahora recibo de familiares y amigos al menos cinco buenos días o buenas noches, al día”.
En España, más de dos millones de personas mayores de 65 años viven solas. Y de ellas la mayoría son mujeres, un 71,9%. Son datos de la Encuesta Continua de Hogares que ha realizado recientemente el Instituto Nacional de Estadística. En el caso de Cataluña son alrededor de 300.000 las personas mayores que no conviven con nadie. “Acudir a hogares del jubilado buscando compañía y poder hablar con alguien siempre fue una buena forma de combatir la soledad” dice Ana Rivas, directora del Casal de Gent Gran del barrio de Navas de Barcelona. “Ahora además de buscar compañía vienen cada vez más interesados en hacer talleres sobre nuevas tecnologías, talleres de smartphones, tablets o aplicaciones”. Son personas que intentan tener un envejecimiento más activo “la conexión con sus familias a través de videollamadas, por ejemplo, les activa y les facilita esa comunicación”. Internet les abre la ventana a todo un mundo de posibilidades… desde organizar por ejemplo sus viajes, a ver películas on line o buscar música de cuando eran jóvenes. Al principio a muchos les daba miedo hasta acercarse a un ordenador o tener un teléfono inteligente. Pero cuando los conocen y se familiarizan con ellos, internet “les engancha” dice Ana, y se sienten más cerca de sus familiares.
“La conexión con sus familias a través de videollamadas, por ejemplo, les activa y les facilita esa comunicación”.
Estos jubilados que usan internet representan ya el 15% de esta población. Y es una cifra a tener cuenta porque va creciendo y es cada vez más imparable… todo un “tsunami” según Josep Paris, director de desarrollo de la Fundación Mémora. Las redes sociales como Facebook hace por ejemplo que “nuestros mayores puedan recobrar el contacto con sus familiares y amigos que están en el pueblo” Con algunos habían perdido el contacto. Ahora los buscan por redes y ahí ven su día a día. Pueden ver dónde están, lo que hacen, sus vacaciones, sus excursiones. Y esa es una forma también de no sentirse solos. Es el caso de Esperanza. Tiene 70 años y WhatsApp desde hace cinco “me comunico con mi familia de fuera”. Ella es usuaria también de Facebook “por ahí me entero de todo”. Le pasa igual a Rosa de 72 años. Lee todas las noticias de Hospitalet, la ciudad en la que vive. Estar informada le sirve para relacionarse con los demás y saber qué pasa cerca de ella “voy con el teléfono a todas partes y me siento más acompañada e informada”. Fueron sus nietos los que instalaron el WhatsApp en su teléfono hace unos 4 años. Antes los veía solo el fin de semana. Pero ahora se comunican a diario con ella. Le dicen a qué hora saldrán del colegio para que vaya a buscarlos e incluso qué comida quieren que les haga.
Sin embargo, hay también voces algo críticas dentro de este colectivo. Es el caso de Juan. A sus 70 años dice que le gusta el WhatsApp pero que “ahí, en la pantalla del móvil, se ven muchas letras, pero en el fondo nos comunicamos poco”. Le encanta ver las fotos de sus nietos cuando están de vacaciones o saber simplemente donde están y lo que hacen, “pero a mi me gustaba más antes cuando nos obligábamos para vernos más” Lo cree igual Ana “hay que ir a verlos más a menudo. No hay nada como una visita a los padres” En cualquier caso los expertos recomiendan hacer planes para cuando nos jubilemos, ponerse metas donde llegar cuando acabe nuestra vida laboral. Eso hará que tengamos una vejez más activa. Pero también más relacionada con los otros y por tanto donde nos sintamos menos solos. Porque las redes sociales nos ayudarán a no sentirnos tan solos, pero nunca podrán sustituir al contacto humano.