Quitarse la corbata para deshacer el nudo energético: "Lo importante no son los gestos, sino las medidas"

Hay que regular la temperatura de los edificios, cumplir con la eficiencia de los mismos y apostar por el autoconsumo, indican desde Greenpeace
"No se puede decir que hay que ahorrar energía y al mismo tiempo ofrecerse como un hub europeo del gas", señalan los ecologistas
El conocido como 'cool biz' fue adoptado por el gobierno japonés para combatir el calor del verano, pero además de una vestimenta más informal incorpora otras medidas
Arranca agosto con nueva ola de calor, nuevo paquete de medidas de ahorro energético sobre la mesa y la polémica de la corbata a vueltas. El viernes, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez pidió a los representantes públicos y privados que prescindan de ella, cuando sea posible, como gesto de ahorro energético.
Los políticos de la oposición consideran que Sánchez está intentando utilizar el uso de esta prenda a modo de velo para tapar otras cuestiones de mayor importancia como es la creciente inflación. Aunque, a pesar de las críticas, miembros del PP han optado no solo por prescindir de la corbata, sino también de la chaqueta. Véase la comparecencia el lunes en mangas de camisa de Juan Bravo, vicesecretario de Economía del Partido Popular.
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También se ha criticado la propuesta de Sánchez desde la patronal. Acotex, la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel, considera que quitarse la corbata es una medida “ridícula“ que lo único que puede hacer es perjudicar al sector.
¿Qué dicen los ecologistas?
La prenda, símbolo de formalidad en el vestir, amenaza así con convertirse en arma arrojadiza contra el Gobierno de Sánchez. Pero ¿qué dicen los ecologistas? Pedir a la gente que se quite la corbata "no pasa de ser un gesto", asegura José Luis García, responsable del área de Clima, Energía y Movilidad de Greenpeace España. Y lo importante, considera el físico, no son los gestos, sino que estos vengan acompañados de medidas.
“El ahorro de energía no se consigue a base de gestos, sino con medidas como la regulación de la temperatura de los termostatos en los edificios públicos y privados. A nadie se le va a ocurrir llevar corbata si la temperatura está a 27 o a 30 grados. Otra de las cosas esenciales es hacer los edificios eficientes, eso es obligatorio por normativa europea que todos los edificios sean de consumo nulo de energía y estén debidamente acondicionados. También es importante apostar por el autoconsumo energético", señala el responsable de Greenpeace.
El cool biz japonés
Según José Luis García, el ejemplo de Miguel Sebastián es la constatación de que si solo se habla y no se actúa "no sirve para nada". Esto es, en palabras del ecologista, lo que hizo en 2011 el exministro de Industria Miguel Sebastián: "se erigió en adalid del ahorro de energía a base de quitarse la corbata, pero no tomó medidas y para una que tomó, como fue bajar los límites de velocidad, fue revertida por el propio Alfredo Rubalcaba". "Anunciar gestos de cara a la galería no vale para nada, lo que hace falta es adoptar medidas concretas", insiste el experto.
Gestos que, en todo caso, no son nuevos. El conocido como 'cool biz' fue adoptado por el gobierno japonés en 2005 para combatir el calor del verano con una vestimenta más informal. Los edificios comerciales y las oficinas de Tokio suelen tener sus termostatos en 28 °C durante el verano, a cambio, los empleados pueden olvidarse de la corbata y de la chaqueta e ir en camisa de manga corta.
Según la estimación oficial, el programa evitó 1,69 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono en 2010 y redujo las emisiones en 7,92 millones de toneladas de 2010 a 2015. Medidas que no se limitan a la vestimenta. También incluyen:
- Entrar antes al trabajo, cuando la temperatura sea más baja.
- Evitar hacer horas extras.
- Permitir que los trabajadores tomen vacaciones más largas en el verano.
- Usar persianas para protegerse del sol.
- Poner plantas de interior.
- Apagar los aparatos electrónicos cuando no estén en uso.
- Usar gel refrigerante bajo los cojines de los asientos.
La solución: depender menos del gas
En España la propuesta de Sánchez de decir adiós a la corbata cuando sea posible viene por la crisis del gas ruso, entiende José Luis García, pero si se quiere reducir el consumo de gas hay que ser coherente en todos los ámbitos, no solo incidiendo en la demanda térmica de los edificios, sino en la demanda térmica del resto de sectores, indica el experto. "No se puede decir que hay que ahorrar energía y al mismo tiempo ofrecerse como un hub (centro) europeo del gas". ¿A qué estamos jugando?", se pregunta el ecologista.
El responsable de energía de Greenpeace considera que es "una absoluta contradicción", porque son propuestas que aumentan el consumo de gas. "La solución no puede estar en cambiar de proveedor. La solución es depender menos del gas, si seguimos dependiendo y lo único que hacemos es cambiar de proveedor, el problema continuará y seguiremos en manos de sátrapas o voluntades políticas ajenas que condicionen nuestro consumo de energía", concluye.