Una peluquería de Zaragoza reparte batas y mantas para ahorrar en calefacción: "Mis clientas están encantadas"

Iván Lapeña ha encontrado el modo de ahorrar en electricidad. Este estilista de Zaragoza ha pasado de pagar 300 euros de luz en su peluquería a encontrarse con una factura de unos 700. Demasiado para su pequeño negocio.

Un problema que, como buen peluquero, ha decidido resolver de raíz "cortando por lo sano" la calefacción de su negocio, que es lo que más dinero se llevaba.

"No quiero subir el precio a mis clientas ni poner productos más baratos, así que he cortado lo que se puede que es la calefacción", explica Iván. Pero como tampoco quiere que nadie pase frío ha recurrido a la manera más sostenible y tradicional para combatir el frío, abrigar a sus clientas con "bata y mantita".

"Estaba un día en casa agustito con mi bata y mi manta sobre las piernas y pensé que era la solución para mi salón", comenta.

Y dicho y hecho, compró cuatro mantas y cuatro batas para conseguir que sus clientes se sintieran "tan agustito" como él.

"Mi peluquería es pequeña, estoy solo y atiendo a dos personas cada vez, así que nos apañamos así bien", explica tras aclarar que la calefacción sí que la pone un par de horas nada más abrir el negocio y que "con ese poco, más los secadores, batas y mantas, se está muy bien dentro" y sin frío.

Una iniciativa que su clientela, mayoritariamente de señoras mayores de 70, ha acogido con agrado. "Al principio les sorprendió pero ahora están encantadas", explica.

En cuanto a él, aclara, lo ha solucionado con "camisetas térmicas", porque toda solución es buena para que los 16 años que lleva como autónomo al frente de su peluquería "no se vayan a la mierda" con tanta subida. Un recurso sostenible y que le ayudará a sostener su negocio.