El minucioso rescate de un equipo español para salvar a un hombre de 65 años en Turquía


Se encuentra deshidratado pero aparentemente en buen estado
Junto a él estaba el cadáver de su hijo, de 32 años
La cifra de fallecidos tras el terremoto en Turquía supera los 11.000 y hay más de 52.000 heridos
"Tiene 65 años. Estaba deshidratado pero en aparente buen estado de salud. Junto a él hemos encontrado el cadáver de su hijo de 32 años", cuentan a NIUS los bomberos de la Unidad Especial de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (ERICAM) desplazados a Turquía, que han conseguido salvar la vida a un hombre al que llevaban horas tratando de sacar de entre los escombros
"Estábamos hablado con él y estaba tranquilo. Nuestro objetivo hoy era sacarle. Se había quedado atrapado en un edificio que ha colapsado. Hemos apuntalado la estructura para acceder poco a poco", cuentan. Llevaban toda la noche trabajando sin descanso en Iskenderum, en Alejandreta, situada en la provincia de Hatay, cerca del Mediterráneo. "Era un rescate muy complejo. Estaba atrapado en un segundo nivel. Había que ir de abajo hacia arriba, porque es abajo donde habían encontrado el hueco", explican.
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Podían escucharle pero era difícil encontrar su localización exacta. Han ido comprobándolo con una cámara telescópica que les permite adentrarse en huecos y ver lo que hay en el interior con un cable muy pequeño. También un geófono, capaz de oir la respiración de una persona inconsciente a muchos metros de distancia. Además sobrevuelan el escenario con un dron que permite hacer una vigilancia en el espacio por si se produjera algún temblor de tierra o movimiento inesperado que pudiera suponer una situación de peligro para estos rescatistas y la población.

Noche sin descanso
Muchos vecinos observan cómo trabajan los profesionales españoles. Se han quedado sin casas y no tienen a dónde ir. "En total son 40 efectivos. Cada uno tiene su función: vigilancia, logística, rescates, atención a los heridos. Entre ellos hay bomberos, médicos, enfermeros y técnicos del Summa. Ademas han llevado cuatro perros, de los guías caninos de Protección Civil de Las Rozas y de la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros (ESDP) de Rivas Vaciamadrid. Han montado un campamento para descansar y se han dividido en dos equipos que se van relevando en las tareas. Tienen autonomía de entre siete y diez días de comida y agua", relata Carlos Novillo, el Viceconsejero de Interior y Director de la Agencia de Seguridad y Emergencias 112 de la Comunidad de Madrid, que sigue los avances de cerca.
"Las condiciones de trabajo son muy duras. Con temperaturas gélidas. No hay descanso. Vamos a seguir buscando a supervivientes. Si estás vivo te encontraremos" aseguran los componentes de este equipo, que están muy motivados para continuar con la misión. El tiempo juega a contra reloj. Una persona puede aguantar viva sin comer ni beber agua durante tres días. Menos tiempo si están heridas. A esto se suma el frío, la nieve y la lluvia, que aumentan las probabilidades de fallecer por hipotermia.
La misión de la UME
Mientras, los 55 militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que salieron con ellos desde la base madrileña de Torrejón de Ardoz, trabajan en la provincia de Gazeintep, pegada a la frontera de Siria. También cuentan con medios técnicos punteros y material especializado para realizar rescates urbanos. Y con perros adiestrados tratan de localizar a supervivientes o a personas fallecidas que hayan quedado sepultadas: Nico, Spi, Choni y Otan.
📹 Cada minuto ⏱️ cuenta. Desde la pasada noche, 55 militares y 5 perros 🦮 de @UMEgob están en la provincia de Gazeintep para colaborar en la búsqueda de posibles supervivientes en los edificios derrumbados en #TerremotoTurquía.
— Ministerio Defensa (@Defensagob) 8 de febrero de 2023
¡Gracias por vuestro esfuerzo! 💪👏👏#ParaServir pic.twitter.com/KZpmr5gSvc
Mecanismo de Protección Civil
Las autoridades turcas determinan cada misión. Los trabajos se coordinan con equipos que certifican las labores con la Unión de Naciones Unidas. A su disposición ponen a traductores y otros profesionales que les ayudan a conocer el terreno. La Unión Europea cuenta con un Mecanismo de Protección Civil que establece la ayuda que se presta a las poblaciones que tras sufrir una catástrofe la necesitan.
Los países asolados suelen verse desbordados y su capacidad de reacción es limitada. Por eso es crucial que haya una reacción coordinada a escala de la Unión Europea. Cuando una nación pide auxilio, se activan los mecanismos para que profesionales voluntarios, de activos previamente asignados por los Estados, puedan desplegarse de inmediato. También determinan otras medidas preventivas destinadas a reducir las consecuencias de futuras emergencias o catástrofes y contribuye al intercambio de mejores prácticas entre los profesionales de todo el mundo.