Los países acuerdan en Glasgow abandonar el carbón y mantener vivo el límite de calentamiento en 1,5ºC

"El mundo sigue a las puertas de una catástrofe climática", dice el secretario general de la ONU
La Conferencia de Cambio Climático de la ONU (COP26) termina en Glasgow (Reino Unido) con un acuerdo para llamar a los países de todo el mundo a iniciar el abandono del carbón, en lo que supone el primer llamamiento mundial a dejar atrás este combustible y logra mantener vivo el objetivo de limitar el calentamiento global a final de siglo en 1,5 grados centígrados (ºC).
Además, los delegados han acordado impulsar la acción climática y han aprobado las reglas del artículo 6 para crear un marco de trabajo para los mercados globales de carbono.
La versión final de este documento, denominada Paquete Climático de Glasgow, mantiene las propuestas a pesar de que en el último minuto China e India, dos de los principales emisores de gases de efecto invernadero se habían opuesto. Esto incluye el mantenimiento de un lenguaje que establece la reducción del carbón y los subsidios a combustibles fósiles y emplaza a la próxima Cumbre (COP27) a adoptar nuevos objetivos climáticos.
Los expertos son cautos con las medidas adoptadas puedan mantener vivo el objetivo de 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales. Pero según informa la agencia Bloomberg, algunos activistas ambientales han mantenido sus críticas sobre la falta de compromiso de financiación por parte de los países ricos que han sido presionados a hacer "más" y a ayudar a las naciones en desarrollo en su proceso de descarbonización y a gestionar los eventos meteorológicos extremos.
Durante el plenario de votación de los textos parciales del Paquete de Glasgow, Lichtenstein y México han criticado que la cumbre no ha sido ni inclusiva ni transparente y han lamentado el lenguaje poco ambicioso en el proceso de poner punto final a los combustibles fósiles.
Islas Marshall ha mostrado su profundo desacuerdo con el cambio de lenguaje de última hora y, aunque ha aceptado esas modificaciones ha querido mostrar su disconformidad. En la misma línea, Fiji ha criticado que las novedades en los textos, después de dos largas semanas de negociación, se han introducido en "las últimas horas" y sin el "debido debate", algo que considera que perjudica especialmente a los pequeños estados.
Antigua y Barbuda, en la misma línea ha expresado su desacuerdo y después de varios delegados con la misma crítica, el presidente de la COP26, Alok Sharma, ha perdido perdón por como se ha desarrollado el proceso y ha entendido el "desacuerdo" de los países, aunque ha justificado la manera de hacerlo que ha querido "proteger el Paquete de Glasgow".
Respecto al acuerdo del carbón, el texto final de la cumbre ha sido criticado fuertemente por el delegado de Fiji que lamenta que el lenguaje finalmente adoptado habla de "reducir" más que de "abandonar" el carbón. No obstante, se trata de la primera vez que un acuerdo de la ONU hace un mención expresa a los combustibles fósiles.
El texto final también llama a poner fin a los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles y a que los países refuercen sus recortes de emisiones de gases de efecto invernadero en 2030 al final del próximo año para limitar el calentamiento y lograr el objetivo del 1.5ºC.
La presidencia británica pide perdón
El presidente de la XXVI Cumbre del Clima, el británico Alok Sharma, ha pedido perdón a las partes por la forma en la que se ha desarrollado el proceso de modificación a última hora de la redacción de los acuerdos que componen el conocido como paquete de Glasgow.
"Pido profundamente perdón. Entiendo el desacuerdo de las partes pero he querido proteger este paquete de Glasgow", ha respondido Sharma tras las críticas formuladas en ese sentido por la delegada de Antigua y Barbuda pero también de otros países, que se han quejado de que no habían tenido tiempo de analizar los nuevos textos.

Sharma ha agachado la cabeza emocionado y le ha costado seguir. Tras unos segundos de aplauso general de apoyo por parte del plenario, ha seguido las votaciones de los distintos documentos.
Guterres lamenta que la voluntad política colectiva no haya sido suficiente
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha lamentado que la voluntad política colectiva no ha sido suficiente para superar "contradicciones profundas" en las negociaciones. Ha destacado que los textos aprobados son "un compromiso" que reflejan los intereses, las condiciones, las contradicciones y el estado de la voluntad política en el mundo de hoy. Así, aunque celebra los "pasos importantes" para afrontar el cambio climático, "lamentablemente" la voluntad colectiva no fue suficiente para superar algunas contradicciones profundas.
En ese sentido, ha urgido a "acelerar la acción" para mantener viva la meta de limitar el calentamiento global a 1.5ºC porque "el planeta pende de un hilo" y sigue llamando a la puerta de la "catástrofe climática".
Por ello, ha destacado que "es hora" de pasar al modo de emergencia porque de lo contrario la probabilidad de llegar a cero neto será en sí misma cero.
"Reafirmo mi convicción de que debemos acabar con los subsidios a los combustibles fósiles. Eliminar el carbón. Poner precio al carbono. Desarrollar la resiliencia de las comunidades vulnerables frente a los impactos aquí y ahora del cambio climático", ha defendido.
Por otro lado, ha recordado la importancia de cumplir con el compromiso de 100.000 millones de financiación para apoyar a los países en desarrollo, algo que no se ha logrado en la COP26 pero, ha celebrado "algunos componentes básicos para el acuerdo".
Entre estos avances "básicos" alcanzados en la COP26 de Glasgow se ha referido a los "compromisos" para acabar con la deforestación; para reducir "drásticamente" las emisiones de metano; la movilización de financiación privada en torno al cero neto; y los textos que reafirman la determinación hacia la meta de 1.5ºC.
Otro de los aspectos positivos a los que se ha referido es al impulso dado a la financiación climática para la adaptación y el reconocimiento a la necesidad de fortalecer el apoyo a los países más vulnerables y que sufren daños climáticos "irreparables".
Asimismo, ha elogiado que "por primera vez" se alienta a las instituciones financieras internacionales a considerar las vulnerabilidades climáticas a la hora de conceder apoyo financiero y otras forma de apoyo incluidos los derechos especiales de giro. Igualmente, ha celebrado que se haya podido cerrar las reglas del Acuerdo de París sobre los mercados de carbono y la transparencia. "Esto son pasos bienvenidos, pero no son suficientes", ha asegurado.
De hecho, ha afeado que la ciencia reclama específicamente un recorte del 45 por ciento de las emisiones para 2030 respecto a 2010 pero en este momento, la suma de contribuciones determinadas a nivel nacional situarán al planeta "muy por encima de los 2ºC a finales de siglo" respecto a los niveles preindustriales.
Guterres ha acogido "con satisfacción" el acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y China para acelerar las acciones para reducir las emisiones en esta década pero ha reclamado que se construyan "coaliciones de apoyo" que incluya a los países desarrollados, instituciones financieras para ayudar a los países emergentes a acelerar la transición del carbón y la transición hacia economías descarbonizadas. "La asociación con Sudáfrica anunciada hace unos días es un modelo para hacer precisamente eso", ha celebrado.
Por último, ha hecho un llamamiento "especial" para el futuro en relación con los mecanismos de adaptación y de pérdidas y daños. "La adaptación no es un tema tecnocrático, es de vida o muerte", ha sentenciado.
En la actualidad, según el secretario general, los recursos internacionales para la recuperación son "completamente insuficientes" y, mientras tanto opina que proteger a los países de los desastres climáticos "no es caridad" sino "solidaridad e interés propio".
Guterres ha señalado que en estos momentos el clima de desconfianza envuelve nuestro planeta y confía en que la acción climática puede ayudar a reconstruir la confianza y restaurar la credibilidad. Para ello, opina que es preciso cumplir con el compromiso de financiamiento climático de 100.000 millones de dólares para los países en desarrollo.
"Eso significa medir el progreso, actualizar los planes climáticos cada año y aumentar la ambición", ha resumido Guterres que ha anunciado que convocará una cumbre de jefes de Estado para medir el progreso y hacer balance global para ir "más allá" de los mecanismos del Acuerdo de París.
En ese sentido, ha anunciado también la creación de un Grupo de Expertos de Alto Nivel para establecer estándares claros para medir y analizar los compromisos netos cero de los actores no estatales. Por último, Guterres ha cerrado su mensaje con un mensaje de "esperanza y determinación" a los jóvenes, las comunidades indígenas, las mujeres líderes, todos los que lideran el ejército de acción climática.
"Sé que muchos de ustedes están decepcionados. El éxito o el fracaso no es un acto de la naturaleza. Está en nuestras manos. El camino del progreso no siempre es una línea recta. A veces hay desvíos. A veces hay zanjas", ha expresado.