Los daños del volcán superarán los 400 millones y afectarán a las principales actividades económicas de La Palma


El responsable de la Federación de Empresarios de La Palma reclama medidas urgentes para asegurar el riego de las explotaciones plataneras
La zona suroeste de la isla, que concentra buena parte de la actividad turística, ha tenido que ser evacuada
Las autoridades solicitarán ayudas de los fondos de solidaridad de la UE
El avance imparable de la lava volcánica en La Palma ha arrasado ya cientos de casas, fincas y explotaciones agrícolas. Los daños provocados por este fenómeno, que todavía no han podido ser evaluados, superarán ampliamente, según el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, los 400 millones de euros. Esa cantidad es el 1% del PIB de la región, y supone el nivel a partir de la cual se puede acceder a los fondos de solidaridad de la Unión Europea.
Unas ayudas que ya se ha anunciado que se destinarán a carreteras, colegios, redes de agua e incluso a proveer alojamientos provisionales a muchas de las familias que se han quedado sin viviendas.
MÁS
“Es difícil hacer una evaluación de los daños porque estamos intentando atender las primeras necesidades de toda la población desplazada”, dice Tomás Barrato, presidente de la Federación de Empresarios de La Palma (FEDEPALMA), quien espera que la presencia en la isla de numerosas autoridades sirva para tomar con rapidez decisiones que ayuden a todos los damnificados. “Que toda esta gente que se queda ahora mismo con lo puesto pueda salir adelante. Que puedan reorganizarse y estar el menor tiempo posible en esta situación de precariedad”, reclama.
Salvar las explotaciones agrarias
La erupción del volcán, que este miércoles entraba en una fase explosiva, no solo ha arrasado con cientos de viviendas, sino que afectará también a las principales actividades económicas de la isla: el turismo y la producción agrícola, especialmente platanera.
“La superficie de explotación platanera que ha sido directamente afectada por la lava no es de momento muy significativa, pero se han cortado, por efecto de la erupción volcánica, las tuberías que llevaban el agua a zonas de cultivo mucho más extensas. Es imprescindible que se tome la decisión de buscar una vía alternativa de abastecimiento de agua para el riego porque la platanera puede estar 25 días sin regar, pero no 40. Si la máquina burocrática tarda en echar a andar se va a llegar tarde”, explica Barrato, que reclama también que se habiliten accesos para que se permita acceder al cuidado de las explotaciones.
Son, dice, las necesidades que van apareciendo según transcurren los días, y que es prioritario abordar para que los daños producidos por la erupción no se multipliquen.
“Es muy importante para salvar la producción y el mercado, porque en invierno es cuando hay más demanda para la exportación de plátano y por eso tiene más valor económico. Además es cuando más lo reclama el consumidor porque hay menos frutas de otro tipo”, dice el responsable de los empresarios de la isla.
Daños para el mercado turístico
Junto a la producción agrícola, el turismo es el otro motor económico de La Palma. Entre las dos actividades concentran cerca del 40% de las empresas registradas en la Seguridad Social el pasado mes de agosto. Según los últimos datos disponibles, la isla cuenta con 4.700 plazas de alojamiento (algo más de las existentes antes del estallido del covid) y el mes pasado registró más de 115.000 pernoctaciones de turistas. Una industria que ya está siendo golpeada por el impacto de la erupción volcánica.
“La zona del suroeste, la afectada el estallido del volcán, es un área turística; es donde hay más playa, más sol y el ambiente es propicio para esa actividad. El hotel más importante de la zona tenía medio millar de clientes en este momento que tuvieron que ser evacuados. Algunos ni siquiera pudieron llegar a recoger sus enseres”, dice el presidente de FEDEPALMA.
Hasta que no termine la fase de erupción, que según los expertos puede durar semanas, no será fácil buscar caminos alternativos para acceder a ese núcleo turístico, cuyas infraestructuras se tendrán que rehacer después. “Es muy duro, pero esperemos que la actividad turística de la isla, con su atractivo y sus servicios, pueda incluso salir reforzada”, espera Barrato. Una posibilidad que también valoró a comienzos de semana la ministra Reyes Maroto, destacando el atractivo turístico que podría suponer este fenómeno natural.
Mientras el Gobierno ha puesto en marcha el procedimiento para declarar el entorno afectado por la erupción volcánica como ‘zona catastrófica’, el Ejecutivo canario trabaja también en un plan de emergencia para ayudar a los afectados. Además, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá ya ha anunciado que se están estudiando situaciones específicas en los ERTE asociados a la erupción del volcán Cumbre Vieja, en La Palma, si se produce una limitación a la actividad turística.