El dióxido de carbono marca un máximo histórico pese al descenso de la movilidad

Las reducciones de emisiones por ciudades han tenido un impacto mínimo en los niveles globales
El pico de dióxido de carbono se debe a la concentración acumulada en la atmósfera durante décadas
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha notificado un máximo histórico en el nivel de dióxido de carbono (CO2). El observatorio ubicado en Izaña (Tenerife), que se encarga de la vigilancia atmosférica global, registró un nivel de 418,7 partes por millón (ppm) de CO2 el 18 de abril, cuando el año pasado fue de 415.
Por su parte, las instalaciones de Mauna Loa (Hawái) marcaron 417,8 ppm el 9 de abril, según señaló la Organización Meteorológica Mundial (OMM) el 22 de abril, con motivo del Día de la Tierra.
El parón propiciado por el coronavirus ha derivado en una reducción local del dióxido de carbono del 25% en varias áreas del mundo. Esta cifra tiene un impacto mínimo en la reducción global. Pese a que la actividad se ha detenido debido a la pandemia, el pico del gas de efecto invernadero proviene del acumulado en la atmósfera durante las décadas anteriores.
Tal y como indica el equipo de expertos en cambio climático de la ONU (IPCC), la mitad de las emisiones del humano van a parar a la atmósfera, mientras que las plantas y océanos absorben la parte restante.
Según la AEMET, estos datos tan solo son equiparables a las concentraciones de CO2 en la atmósfera de hace tres millones de años, cuando todavía habitaba el australopitecus, antepasado del humano actual (homo sapiens sapiens).
De acuerdo a la comunidad científica internacional, para el 2030 se tendrá que haber reducido un 45% las emisiones de efecto invernadero, lo que supondría no sobrepasar un incremento de 1,5 grados centígrados, para permanecer en un umbral seguro.