Greta intenta huir del 'fenómeno Greta': "Soy una activista más, por favor, preguntad también a los otros"

Enorme expectación en la rueda de prensa de Greta Thunberg en Madrid, a pesar de que ella ha intentado actuar como una activista más
La propia Greta ha tenido que pedir a los periodistas que no dirigieran sus preguntas solo a ella
Los más de 400 periodistas acreditados para ver y escuchar a la activista climática sueca desbordan la capacidad de la sala de prensa
Ella lo intenta, trata de ser "una activista más", tal y como ha sido presentada en la rueda de prensa. Pero el "fenómeno Greta" la acompaña allá donde va y la sobrepasa, es algo fuera de control que se nos ha ido de las manos a los propios medios.
Se anunció que Greta Thunberg estaría en la rueda de prensa previa a la manifestación, este viernes por la tarde, junto con otros jóvenes activistas climáticos. Y hora y media antes de que diera comienzo el acto, las colas casi rodeaban el edificio donde se iba a celebrar, La Casa Encendida, en pleno centro de la capital.
Cientos de personas, periodistas y también ciudadanos de a pie, haciendo cola con un único objetivo: ver y escuchar a la joven activista sueca. Objetivo cumplido, pero solo a medias. Debido a la enorme expectación -más de 400 periodistas acreditados de todo el mundo- se habilitaron otras dos salas, en las que muchos han tenido que seguir la rueda de prensa como si de una película se tratara: en una enorme pantalla de cine, por streaming y con una más que criticable traducción simultánea. Situación surreal que forma parte de ese "fenómeno Greta" que seguramente no agradaría ni a la propia Greta.
Porque ella no ha parado de repetirlo, en la rueda de prensa: "somos cuatro activistas aquí, podéis preguntarles a ellos también, por favor, no tengo por qué hablar yo primero. Yo soy solo una activista climática, una pequeña pieza de algo mucho más grande, no es necesario que me escuchen a mi antes que otras personas, es necesario que haya más activistas como yo. Por favor, haced preguntas a los otros".
Junto a ella, en la rueda de prensa se sientan otros tres jóvenes activistas climáticos: los españoles Shari Crespi y Alejandro Martínez, de Friadays For Future España y Juventud por el Clima, y la ugandesa Vanessa Nakate, de Fridays For Future Uganda.
Pero no hay manera, todas las preguntas son para Greta. Hasta el punto de que ella misma, en un momento dado, ha decidido darle voz a sus compañeros. "¿Quién quiere contestar? En la pregunta no han dicho mi nombre". Hay risas. Pero sus compañeros no le entran al juego, ninguno contesta.
El planeta ya tiene otra Greta: es ugandesa y se llama Vanessa
Y ello a pesar de que, en esta rueda de prensa, ha quedado claro que hay más Gretas en el planeta. Al menos, una más. Quédense con este nombre. Se llama Vanessa Nakate y es ugandesa. En su intervención ha sido tanto o más contundente que la activista sueca. En su forma de hablar: tajante, directa y hasta enfadada. Y en sus mensajes: "Hay países que ya están sufriendo esta crisis climática. En Uganda, en Kenia… la gente se está quedando sin hogar y la gente ya se está muriendo, no es un problema del futuro, está ocurriendo ahora".

Preguntan los periodistas qué dirían los activistas a los mandatarios que no han venido a la cumbre, y Vanessa contesta: "A los que no han venido (Trump, Bolsonaro...) les diría que son unos egoístas, que si no vienen por ellos al menos deberían haber venido por sus hijos, por sus nietos".
Alguien les pregunta después si piensan seguir con sus huelgas de los viernes, con el movimiento Fridays For Future y hasta cuándo. Todos aseguran que sí, que no pueden parar ahora. Greta lo explica muy bien: "Hemos conseguido mucho, hemos concienciado a la sociedad, pero no es una victoria. Porque queremos ver acciones reales, y no las ha habido todavía. Hemos conseguido mucho, pero según la perspectiva desde la que se mire, no hemos conseguido nada".
Su compañera ugandesa toma la palabra y va más allá, con un mensaje claro y directo a los gobernantes, como si estuvieran escuchándola ahí, en ese momento. "Estamos cansados de elogios, no queremos vuestros elogios, queremos acción. Los elogios no nos van a salvar, queremos acciones, que son las que nos van a salvar. No queremos promesas, queremos que actuéis de una vez".
Dice Greta que hacen falta más activistas como ella. Pues dicho y hecho. África ya tiene a su propia Greta. El planeta también. A ver si, a partir de ahora, la joven activista sueca consigue escapar un poco al "fenómeno Greta". No lo tiene fácil. Al acabar la rueda de prensa, decenas de personas -no sólo periodistas- se plantan a las puertas del edificio, cámara o móvil en mano, esperando a que salga. Todos quieren llevarse una última imagen de Greta.