Inaugurada la Cumbre del Clima de Madrid: "Debemos cambiar urgentemente nuestra manera de vivir"

Pedro Sánchez, Antonio Guterres y el presidente del IPCC llaman a la acción para que la COP25 sobre cambio climático que hoy arranca en Madrid "marque un antes y un después"
Insisten en la necesidad de un cambio inmediato y profundo, que Guterres resume así: "hay que cambiar urgentemente nuestra manera de vivir"
"Tuvimos ambición para explorar los confines del espacio, tengamos ambición para preservar la vida en el planeta". Así cerraba el Presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, su intervención en la ceremonia de inauguración de la COP25, la Cumbre del Clima de Naciones Unidas que ha arrancado este lunes en Madrid.
Sánchez ha hablado ante cincuenta líderes mundiales en el plenario de una cumbre que ha quedado inaugurada esta mañana, en apenas una hora, con un potente discurso también del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres. Los dos han insistido en lo mismo: todavía hay margen para la esperanza.
Esperanza en que esta cumbre, decía Sánchez, "marque un antes y un después en la lucha contra el cambio climático". Porque "hoy, solo un puñado de fanáticos niegan la evidencia". Entre esos fanáticos, aunque sin citarlo, estaría Donald Trump, que seguramente no le estaba escuchando. El presidente de Estados Unidos no está entre el medio centenar de líderes mundiales que asiste a esta COP25. De hecho, ha iniciado los trámites para desvincularse totalmente del Acuerdo de París, la hoja de ruta sobre la que se asientan las negociaciones.
"La batalla contra la emergencia climática requiere coraje, determinación, solidaridad, liderazgo... pero sobre todo requiere hechos, tenemos que pasar de la palabra a la acción", proseguía Sánchez. Minutos antes, Guterres había insistido en un mensaje positivo: "Las decisiones que tomaremos aquí decidirán si escogemos el camino de la esperanza o el de la rendición. Abramos nuestros ojos a las multitudes que exigen cambio. Tenemos los recursos, hagamos gala de la voluntad política que nos exigen los pueblos, hacer menos sería una traición a toda la familia humana y a las generaciones futuras".
También Sánchez ha hecho hincapié en que la lucha contra el cambio climático es un problema de voluntad política, y no otra cosa. "El progreso, si no es sostenible, no puede ser llamado progreso. Pero depende del hombre reparar el daño causado y el que está por venir. Tenemos los medios, los recursos y las técnicas".
Dos peticiones claras: más ambición y más urgencia
Buenas palabras, bonitos discursos que coinciden en el planteamiento y en la llamada a la acción de forma urgente. Pero esa acción, ese aumento de compromisos en la reducción de emisiones contaminantes tiene que ser de todos, también y sobre todo, de los más contaminantes. "Seguimos esperando un movimiento de la mayoría de los países del G-20, que son los principales emisores. Tienen que hacer más", ha insistido Guterres. "Lo que me frustra, y nos frustra a todos, es este ritmo tan lento de cambio. Que aumenten su ambición y su sentido de urgencia".
Las palabras "ambición" y "urgencia" se han escuchado varias veces en los discursos de apertura, y las seguiremos escuchando mucho durante las dos semanas que dura esta cumbre. La presidenta de la COP25, la chilena Carolina Schmidt, lo dejaba claro al comienzo del acto de inauguración. "Tenemos que hacer frente a un compromiso necesario y urgente. Solo estando y actuando juntos podemos hacer frente al mayor desafío del mundo: el cambio climático".
Para corroborar esa urgencia, el primero en abrir la ceremonia ha sido el presidente del IPCC, Hoesung Lee, con un discurso bastante menos esperanzador, muy catastrofista. "Estamos ante una crisis real. Los impactos del calentamiento son mucho más graves de lo que pensábamos". El científico ha recordado los datos de sus informes más recientes y las consecuencias "terribles" para el planeta -para todos nosotros- del aumento de temperatura en hasta 3ºC que conllevaría mantener las emisiones actuales. "Necesitamos reducirlas a cero. Necesitamos un cambio inmediato y urgente".
Qué más necesitan de la ciencia
Lee ha concluido su discurso haciendo autocrítica. Porque, como decía después Sánchez, ya nadie duda del calentamiento global ni de los datos científicos que lo explican, pero "aunque ha mejorado la comprensión del cambio climático, no estamos haciendo lo suficiente".
En ese sentido, el científico ha interpelado directamente a los líderes mundiales que le escuchaban. "El IPCC trabaja para darles las pruebas científicas que ustedes necesitan. Nos damos cuenta del reto que afrontan para lograr un cambio sin precedentes. Por favor, dígannos qué más necesitan de nosotros, los científicos".
El reto es enorme, efectivamente, porque como señalaba después Antonio Guterres, "necesitamos un cambio rápido y profundo, que implica cambiar urgentemente nuestra manera de vivir". Y lo necesitamos ya, han insistido todas las intervenciones. "Les pido que se esmeren mucho más para atender la emergencia climática. Hoy, no mañana".
Al llamamiento de Guterres se sumaba el de Sánchez, que concluía su intervención con un deseo: que cuando en el futuro miren atrás, puedan decir que "en este momento crucial, la humanidad estuvo a la altura".