Nuevo derrumbe en As Catedrais: el cambio climático acelera el proceso de desaparición de esta icónica playa

Uno de los arcos que conformaban este paraje natural se ha derrumbado sin causar daños personales
Para la bióloga Ana Figueroa el aumento del nivel del mar apresura la destrucción de la morfología de los acantilados
“La playa de As Catedrais está condenada a desaparecer”, afirma esta científica
La playa de As Catedrais, situada en Ribadeo (Lugo), es uno de los monumentos naturales más bellos de Europa. Sin embargo, los desprendimientos que se producen cada cierto tiempo en sus acantilados demuestran su enorme fragilidad. El último de ellos se ha producido este lunes y se ha llevado por delante uno de sus icónicos arcos. El primero de tres que lucían de forma consecutiva. No hubo daños personales. Pero para algunos científicos este derrumbe evidencia el gran impacto que el cambio climático está provocando sobre este paisaje natural.
La bióloga Ana Figueroa, de la asociación ecologista Adega, es tajante: "la playa de As Catedrais está condenada a desaparecer”. Las olas, el viento y las mareas labraron sus arcos y grutas hace miles de años. Se calcula que hace 135.000. Pero, según defiende esta científica, ese oleaje que las esculpió se puede llevar por delante este monumento si el nivel del mar sigue subiendo. “Se está derritiendo gran parte del agua concentrada en los casquetes polares y eso influye en el nivel del mar. Los movimientos de la masa de agua serán cada vez más violentos”, explica.
Para esta bióloga los derrumbes forman parte de un proceso natural provocado por “el ataque del mar contra los acantilados”. Sin embargo, esa transformación inevitable se estaría apresurando por culpa del cambio climático. “Y se va a acelerar porque el nivel del mar ya ha subido unos cuantos centímetros y, por lo tanto, hay más masa de agua batiendo contra los acantilados”, explica.

Un desprendimiento causó la muerte de una joven en 2018
La fragilidad de este entorno natural ya se había evidenciado en la Semana Santa de 2018. Entonces, una turista natural Valladolid, de 25 años, falleció al caerle una piedra en la cabeza. El desprendimiento se produjo cuando la joven se encontraba en el interior de una de las cuevas que hay en el arenal. La roca le provocó un traumatismo cranoencefálico severo.
Los expertos que estudiaron el monumento natural tras el accidente coincidieron en que el desprendimiento se debió a las fuertes lluvias que se produjeron en jornadas anteriores. La acción de las precipitaciones, defendían, había debilitado la estructura de los acantilados. Tras este accidente, la Xunta realizó cambios en la cartelería, recordando a los visitantes los riesgos que supone acceder a determinadas zonas.
Durante los meses de verano, los de más afluencia de turistas a la playa, es necesario obtener una entrada para poder pisar la arena. Es una de las medidas que la Xunta ha tomado para preservar esta joya natural de la acción del hombre.