Pajitas comestibles: el sueño de todo emprendedor y el peor palo al plástico de un solo uso

La primera pajita comestible es obra de la empresa española Sorbos
Su creador, Víctor M. Sánchez Toledano, tuvo la idea trabajando en un bar
Un producto que ha llegado a sorprender a la mismísima Sharon Stone
Está claro que a España se le da bien eso de los palos y no, no es una referencia a los reflejados por Goya en su Duelo a garrotazos, sino al palo de la fregona, al palo del chupa chups, y al palo de la pajita comestible, el último gran invento español.
Es el sueño de todo emprendedor: un producto con enorme éxito comercial y bueno para el medio ambiente, ya que es la alternativa perfecta a las pajitas de plástico de un solo uso. Es como cualquier caramelo, así que el usuario si quiere se la come o si no la tira a la basura sin problema ya que sus ingredientes son naturales.
Una startup española que vende 30 millones de pajitas comestibles en el mundo
"A mí me ha cambiado la vida", reconoce a NIUS su creador, Víctor Manuel Sánchez Toledano. A sus 34 años él es la cabeza de Sorbos, la startup española responsable de estas pajitas comestibles completamente biodegradables. La empresa está situada en Barcelona y hoy cuenta con 4 socios, 23 empleados y vende más de 30 millones de unidades. De cifras de facturación Víctor prefiere no hablar.
Lo que es patente es que la compañía está en expansión. Acaba de llegar a un acuerdo con una gran multinacional de bebidas, es la suministradora de una de las compañías de cruceros más importantes del mundo y vende su producto en más de 30 países. De hecho, en aduanas han tenido que hacer un subepígrafe que no existía: el de pajita comestible.
Venta en el extranjero y reconocimiento en España
El 95% de la producción se vende en el extranjero. En España su uso no está todavía muy extendido y eso que no dejan de recibir premios reconociendo su gestión empresarial y el valor que la compañía aporta a la sociedad. Cuando recibimos el primero se me cayeron "lágrimas bien gordas" -cuenta Víctor- ya que supuso el impulso necesario y definitivo para lanzar una idea en la que llevaba trabajando años.
Víctor Manuel Sánchez es en realidad criminólogo de formación, pero "siempre he sido muy inquieto y curioso", reconoce. Empezó a trabajar en el mundo de la noche y abrió su propio bar. Fue ahí donde le surgió la idea. ¿Por qué no hacer una pajita que en vez de plástico fuera de caramelo?
Se puso en contacto con la Universidad de Barcelona para comenzar a desarrollar el producto y con ingenieros alimentarios para conseguir la rigidez, la estanquidad y durabilidad necesarias de un producto que, además, tenía que tener buen sabor.
34 euros más IVA, el paquete de 200 unidades
Fruto de ese trabajo, hace cuatro años salió al mercado esta pajita de caramelo que "reinventa la manera de tomar las bebidas" y que además no genera residuos.
Sorbos empezó en 2016 en un pequeño local de 70 m2 en Barcelona haciendo tres millones de pajitas. Hoy trabajan en una nave de más de 2.000 m2, producen más de 30 millones de pajitas y emplean a más de 23 personas. Muchas de ellas, son familiares de Víctor. Tíos, primos e incluso sus padres. La madre es responsable de los turnos de fabricación y el padre es quien se encarga de supervisar la masa: una mezcla de azúcar y gelatina con sabor a fresa, lima, limón, jengibre, canela, chocolate o neutro. Pajitas que, además, pueden ser personalizadas. Así se explica en la página web de la empresa donde el paquete de 200 unidades se puede adquirir por 34 euros más IVA.
Primeros y únicos en el mundo
"Somos totalmente disruptivos", asegura Víctor a NIUS, porque "somos los primeros que hacemos una pajita comestible, completamente biodegradable y con un sabor rico". Hay una empresa alemana que hace algo parecido con una pasta de manzana pero –aclara el fundador de Sorbos- el sabor no es ni parecido.
Ahora, el reto de la compañía es desarrollar otro tipo de productos que sustituyan los plásticos de un solo uso a los que las instituciones europeas quieren vetar a partir de 2021. De ello, se encarga el departamento de I+D de la empresa con Víctor al frente, que prefiere no dar más detalles.
Foto con Sharon Stone y anécdota con el rey emérito
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida de Victor Manuel (@victormanuel_sorbos) el 6 Nov, 2019 a las 8:07 PST
El empresario es celoso respecto a los futuros lanzamientos de la compañía, pero no tiene reparos en dar a conocer su producto allá donde va, bien sea a toda una estrella de Hollywood como Sharon Stone o al rey emérito. Víctor asegura que don Juan Carlos conoció el producto en un evento multinacional y pidió su contacto para felicitarle. "Su mensaje todavía no me ha llegado, pero sí otros muchos como el de las hermanas Koplovitz" explica entre divertido y orgulloso el creador de Sorbos.