La Palma afronta sus peores horas en la calidad del aire: "La mezcla de calima y ceniza que se avecina es fatal"


La calidad del aire empieza a empeorar este viernes, pero las peores concentraciones de partículas contaminantes se darán el domingo
El aire sahariano que entra en La Palma no hace más que engordar "la nube contaminante" sobre la isla
El Pevolca no descarta nuevos confinamientos y recomienda salir a la calle con mascarilla
Los expertos llevan avisándolo varios días. "Este viernes llega una masa de aire que proviene del Sahara y que va a contribuir al empeoramiento en las condiciones del aire en La Palma". Lo confirmaba María José Blanco, la portavoz del comité científico del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), en la tarde del jueves.
El director técnico de este organismo, Miguel Ángel Morcuende, recomendaba "que las personas usen mascarilla cuando salgan a la calle. Y en el caso de tener problemas respiratorios, que sea una FFP2 o mejor aún, si es posible, que se mantengan dentro de las viviendas".
No descartaba tampoco que se puedan producir nuevos confinamientos. Morcuende precisaba que desde el Pevolca se va a monitorizar y vigilar esta concentración de partículas contaminantes y, en el caso de que fuera necesario, se aplicarían medidas de confinamiento de la población como ya se ha hecho en dos ocasiones anteriores.
"Lo peor: el fin de semana"
"Según las previsiones la acumulación de partículas tóxicas pasa este viernes de 25 a 41, pero la cosa empeora el sábado y sobre todo el domingo", explica Rosalía Fernández, responsable de la información meteorológica en Mediaset.
"A finales del fin de semana las concentraciones de dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y monóxido de carbono pueden dispararse dejando una situación muy desfavorable, sobre todo para las personas que tengan alguna enfermedad respiratoria", destaca. "Lo que viene en las próximas 48/72 horas es semáforo rojo para las personas más sensibles".
"El problema es esa masa de aire que llega del continente africano, lo que todos conocemos por calima. La mezcla de ceniza y calima es fatal porque se juntan todas esas partículas contaminantes con el polvo que trae el viento sahariano y el aire se hace más irrespirable. Es una mezcla completamente contraproducente", apunta.
"Se crea una especie de nube contaminante que ese aire del Sahara va engordando, la rellena sin parar empeorando considerablemente la calidad del aire", advierte la meteoróloga.
"Tampoco es favorable que la erupción esté lanzando gases a 3.000 metros de altura con cantidades elevadas de dióxido de azufre", aclara. "Lo que pasa a esa altura tiene consecuencias muy leves para nosotros en estos momentos, pero no es una cosa buena que entre en la atmósfera tantos metros, porque pueden producirse descensos en un futuro", argumenta.
"Según las mediciones del satélite Copérnicus, todos esos gases contaminantes se van a quedar concentrados sobre La Palma hasta el domingo", avanza Fernández. "Luego, poco a poco, la cosa va ir mejorando, fundamentalmente a partir del jueves que viene, fecha en la que parece entra una pequeña masa de aire proveniente del Atlántico Norte que va a ir diluyendo las partículas tóxicas", explica.
"La nube contaminante solo se puede vaciar si entra aire húmedo. Y además debe entrar con fuerza, no en calma, porque la fuerza de ese viento es la que consigue acabar con las partículas tóxicas, las termina rompiendo", apostilla.
"Habrá que dejar pasar la primera mitad de la semana que viene, pero a partir de ahí va ir entrando más mezcla de aire, más inestabilidad, y a las Islas Canarias les pueden llegar ya nubes que pueden favorecer la precipitación, principalmente al norte de las islas. Pero bueno, a La Palma posiblemente también le lleguen esas nubes con un poquito de vapor".
Un viento que sin embargo no afecta a los vuelos sobre la Isla. Miguel Ángel Morcuende aseguraba que "mandará toda la ceniza del volcán hacia el oeste de la isla, lo que permitirá tener durante los próximos cuatro días una operatividad "perfecta" en el Aeropuerto de La Palma, dado que la ceniza irá hacia el mar.