La primera estación de esquí que no permite el uso de plástico está en Italia

La estación italiana Pejo 3000 ha prohibido el uso de botellas de plástico, bolsa, cubiertos, platos o pajitas después de que se descubriera que un glaciar cercano contenía una cantidad significativa de microplásticos
La batalla contra el plástico comienza a librarse también en las pistas de esquí. Y la primera en tomar la iniciativa en Europa ha sido la estación Pejo 3000, en Val di Sole, Trentino, al norte de Italia. Desde este diciembre, ha prohibido el uso de botellas de plástico, bolsas, cubiertos, platos, pajitas, tazas y bolsitas de condimentos.
Pero no solo eso. A partir de enero, eliminará también la cobertura de plástico de sus pases de esquí de un día (los pases para períodos más largos son laminados y recargables). La instalación tiene más de 19 kilómetros de pistas y siete remontes y el invierno pasado atrajo a 137.000 esquiadores
La idea de convertir Pejo 3000 en la zona más sostenible de los Alpes llega después de que se descubriera que un glaciar cercano contenía una cantidad significativa de microplásticos, según cuenta el periódico británico The Guardian.
Científicos de las universidades de Milán y Milán-Bicoca fueron los primeros en dar la voz de alarma. En abril pasado constataron que la superficie del glaciar Forni, uno de los más grandes del valle en los Alpes italianos, contenía entre 131 y 162 metros de partículas de plástico, incluyendo fibras y polietileno.
Los científicos tienen ahora la certeza de que estas partículas proceden de la ropa y el equipo de los turistas de la estación y que lo más probable es que viajaran hasta allí por las corrientes de viento.
"Si los productos plásticos llegan a las montañas, es probable que permanezcan allí por un largo período de tiempo, incluso décadas, lo que provocaría daños ambientales y para la salud, e incluso podrían entrar en la cadena alimenticia", explica Christian Casarotto, glaciólogo del Museo de Ciencias Naturales de Muse en Trento al diario británico.
Todo el valle de Pejo utiliza energía renovable a través de tres pequeñas centrales hidroeléctricas. Además, las casas, los hoteles y los edificios públicos se calientan utilizando un sistema de calefacción de madera que se alimenta con desechos de las operaciones forestales locales. "Estamos pensando en el medio ambiente y en el impacto en las generaciones futuras, pero también en la competitividad de nuestro territorio", asegura Fabio Sacco, director general de la junta de turismo de Val di Sole.