Voladura de la chimenea de la central térmica de Anllares con 50 kg de explosivos


Para la demolición se han utilizado 50 kilos de explosivos y 200 detonadores eléctricos
Antes de la detonación se comprobó que no había nidos de aves y otras especies en las inmediaciones
Naturgy ha realizado la voladura controlada de la chimenea de 150 metros de altura de la central térmica de Anllares, ubicada en Páramo del Sil (Castilla y León). Para la operación se han empleado 50 kilos de explosivos y 200 detonadores eléctricos situados en la base de la estructura, debido al espesor del hormigón.
En las siguientes semanas se procederá a la limpieza de los restos de la construcción. Las 3.550 toneladas de hormigón resultantes estarán destinadas a rellenar huecos en el terreno de la instalación, la cual ya no está en funcionamiento. Unas 80 toneladas de acero y hierro serán recicladas.
La demolición se había estudiado durante varias semanas, habilitando un espacio sobre el que ha caído la chimenea y cumpliendo con la normativa vigente de seguridad y medioambiente. Como medida preventiva se evacuaron los edificios y naves del recinto, así como se cortó el tráfico en las carreteras adyacentes. Asimismo el equipo comprobó que no existían nidos de aves u otro tipo de especies que se pudieran ver afectados.
La central térmica de Anllares, propiedad de Naturgy al 66,6% y de Endesa al 33,3%, cerró en diciembre de 2018 después de 36 años en funcionamiento. Los trabajos de desmantelamiento comenzaron en julio de 2019 y se estimó que tendrían una duración de 42 meses.