Muñecos hinchables en las ambulancias de la Sanidad vasca por la falta de vigilantes

El sindicato USO denuncia los recortes que sufre el personal para vigilar por las noches el centenar de ambulancias de la base de Arrigorriaga
El sistema de videovigilancia que protege por las noches las ambulancias concertadas de la Sanidad vasca ha tenido un complemento nada tecnológico. A falta de vigilantes, se han colocado muñecos hinchables en los asientos de varios vehículos. Se quiere dar la sensación de que están ocupados, con la intención de disuadir a posibles ladrones o vándalos. A los peleles les ponen ropa y también el cinturón, no está claro si por realismo o para que no se caigan sobre el volante.
La imagen no pasaría de ser una ocurrencia si no fuese porque justo este mes Ambuibérica, la empresa concesionaria, ha prescindido de los guardias de seguridad en la base de Arrigorriaga, donde quedan aparcadas todas las noches unas cien ambulancias.
La compañía argumentó ante los trabajadores que con el sistema de cámaras de vídeo bastaba; pero están recurriendo a estas otras ideas complementarias como poner esos muñecos o dejar algunas luces encendidas.
Recortes de personal
El sistema de videovigilancia no parece ser muy completo, consiste en cinco cámaras y de las imágenes hay pendiente un único vigilante que tiene que ver todas juntas en un monitor pequeño de 19 pulgadas. Aseguran desde el sindicato USO que apenas se puede apreciar nada.
Los trabajadores califican la imagen de simple anécdota, pero denuncian los recortes que está sufriendo la plantilla. Aseguran que se ha prescindido de nueve personas que estaban en prácticas y que otras diecisiete podrían correr en breve la misma suerte. El sindicato asegura que va a convocar una concentración de protesta ante la sede de la Sanidad vasca, que asegura no tener conocimiento de estos recortes de personal.
La base de Arrigorriaga fue objeto de un ataque vandálico en mayo de 2018. Más de 30 ambulancias fueron incendiadas y en un principio se especulo con que detrás del incendio estaba el conflicto laboral derivado precisamente de la entrada de Ambuibérica en la concesión de las ambulancias, después de dos décadas a cargo de Ambulancias Bizkaia. Al final la Ertzaintza descubrió que la causa era otra muy distinta. Detuvo a un vecino que solía acudir desnudo al lugar para denunciar que sus "cabras no podían pastar en la zona".