La OMS y UNICEF alertan: cada 16 segundos nace un bebé muerto


Supone la dantesca cifra dos millones de neonatos fallecidos al año
Casi 2 millones de bebés nacen muertos cada año, lo que supone uno cada 16 segundos, según las primeras estimaciones publicadas por UNICEF, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Grupo del Banco Mundial y el División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas.
El 84 por ciento de las muertes de estos mortinatos (cuando un bebé muere en el útero a las 28 semanas de embarazo) ocurren en países del África subsahariana o en el sur de Asia.
"Perder un hijo al nacer o durante el embarazo es una tragedia devastadora para una familia, que a menudo se soporta en silencio, en todo el mundo", ha dicho la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.
La pandemia empeora los datos
El informe avisa de que la pandemia de Covid-19 podría empeorar el número mundial de mortinatos. Los servicios de salud se han reducido a la mitad debido al coronavirus, lo que podría causar 200.000 muertes de neonatos más en 2020.
La mayoría de los mortinatos se deben a la mala calidad de la atención durante el embarazo y el parto. 4 de cada 10 mortinatos mueren durante el parto. Una pérdida que podría evitarse con el acceso a atención obstétrica de emergencia oportuna.
La diferencia se nota entre países ricos y pobres. La mitad de los mortinatos en África subsahariana y Asia central y meridional ocurren durante el trabajo de parto, en comparación con el seis por ciento en Europa, América del Norte, Australia y Nueva Zelanda.
Menos de la mitad de las mujeres embarazadas en el mundo tienen acceso a un parto vaginal asistido. Una intervención fundamental para prevenir la muerte fetal durante el trabajo de parto. La prevención de la muerte fetal sigue dando pocos resultados.
"La tragedia de la muerte fetal muestra que es vital reforzar y mantener los servicios de salud esenciales, y aumentar la inversión en enfermeras y parteras", ha comentado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
"Reforzar la atención primaria y aumentar el número de enfermeros es vital" (Tedros Ashanom Ghebreyesus, director general de la OMS)
El problema aumenta en los países ricos
El informe también señala que la muerte fetal es también un desafío para los países ricos. En 2019, 39 países de ingresos altos tuvieron un número mayor de mortinatos que de muertes neonatales y 15 países tuvieron un número mayor de mortinatos que de bebés. El nivel de educación de una madre es uno de los mayores impulsores de la inequidad en los países de ingresos altos.
El nivel de educación de una madre es clave en los casos de muerte fetal en los países ricos
Tanto en entornos de ingresos bajos como altos, las tasas de mortinatos son más altas en las zonas rurales que en las urbanas. El estatus socioeconómico también está relacionado con una mayor incidencia de mortinatos. Por ejemplo, en Nepal, las mujeres de castas minoritarias tenían tasas de mortinatos entre un 40 por ciento y un 60 por ciento más altas que las mujeres de castas de clase alta.
"COVID-19 ha desencadenado una devastadora crisis de salud secundaria para mujeres, niños y adolescentes debido a interrupciones en los servicios de salud que salvan vidas. Las mujeres embarazadas necesitan un acceso continuo a una atención de calidad, durante todo el embarazo y durante el parto", ha zanjado el director global de Salud, Nutrición y Población del Banco Mundial, Muhammad Ali Pate.