El padre del 'niño torero': "Hay gente a la que le importa más la vida de un animal"

Visto para sentencia el juicio contra tres tuiteros por mensajes que deseaban la muerte al pequeño Adrián, que falleció por un cáncer
"Espero una condena ejemplar, para que ningún niño tenga que pasar por lo que pasó mi hijo", declara Eduardo Hinojosa
336 días llevaba Eduardo Hinojosa esperando mirar de frente a los tuiteros que atacaron a su hijo Adrián, el niño con cáncer que soñaba con ser torero. Casi tres años imaginando cómo sería el día en que por fin se sentaran en el banquillo de los acusados. "Ponerle cara a las personas que dijeron esas crueldades sobre mi hijo ha sido lo más duro", confiesa a NIUS.
Se refiere a los mensajes que publicaron en las redes sociales, deseándole incluso la muerte al pequeño. "Al menos dos de ellos, los chicos, se han arrepentido, me han pedido perdón", añade Eduardo. "Aunque podían haberlo hecho antes, han tenido mucho tiempo. La verdad es que suena a estrategia para que no se les condene", nos cuenta el padre de Adrián.

En el juicio, visto para sentencia, se han disculpado dos de los encausados: el ecuatoriano que vive en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) y el joven gaditano que reside en Valencia. "La otra acusada, la chica que vive en Guipúzcoa, no ha querido pedirme perdón. El juez le ha dado la oportunidad, pero se ha quedado callada", lamenta el padre de Adrián.
Que se les condene al menos por un delito contra la integridad moral de mi hijo"
Los tres se enfrentan a un año de prisión y a una indemnización conjunta de 9000 euros por perjuicios y daños morales; es lo que ha pedido el fiscal. "A mi abogado y a mi nos gustaría que se les condenara por un delito de odio, porque los mensajes transmitían eso, odio, pero no sé si lo conseguiremos. Si no, al menos, que se les condene por un delito contra la integridad moral de mi hijo".
Mi hijo no entendía los tuits ofensivos. Decía: 'Si no les gustan los toros, que no vayan a verlos, pero que no se metan conmigo"
Dos años después de la muerte de Adrián (fallecido el 8 de abril de 2017), el juicio ha removido los recuerdos de aquellos días. La forma en la que el niño vivió el ataque en las redes. "Yo intenté ocultarle en lo posible los tuits, pero mi hijo era listo y acabó enterándose", revela Eduardo. "No lo comprendía, decía: 'Papá, si no les gustan los toros, que no vayan a verlos, pero que no se metan conmigo".
Adrián soñaba con ser una gran figura del toreo, y esa pasión, según su padre, es la que le daba fuerzas para resistir su dura enfermedad, un sarcoma de Ewing con metástasis pulmonar. "Dos días antes de la corrida benéfica en la que salió a hombros y que provocó todos los insultos en Twitter, mi hijo estaba ingresado en el hospital, muy malito y con fiebre, pero sacó fuerzas para poder ir", revela Eduardo. "Lo que pasa es que parece que está mal visto querer ser torero. A algunos les importa más la vida de un animal que la de un niño", dice con tristeza el padre del niño torero.
Ahora que el juicio ha quedado visto para sentencia, Eduardo cuenta que espera una condena ejemplar "para que estas cosas no pasen nunca más; para que nadie, y menos un niño, tenga que pasar por lo que pasó mi hijo".