Pamplona construirá el edificio de madera más alto de España

Será un edificio de nueve plantas, con 36 apartamentos de alquiler para personas mayores de 60 años
El Gobierno de Navarra, a través de la sociedad pública Nasuvinsa, y el Ayuntamiento de Pamplona han firmado este martes un convenio para promover en el barrio de Azpilagaña un bloque de apartamentos de alquiler público destinados a personas mayores de 60 años, que -con sus nueve plantas- será además el edificio construido principalmente con madera más alto de España.
El inmueble, situado en la calle río Alzania 18 contará con planta sótano, dos plantas bajas y nueve plantas superiores con 36 apartamentos -34 de dos habitaciones y otros 2 con una sola- de 68 y 52 m2, respectivamente, con zonas de uso común para comedor, salas de estar o de lectura y espacios polivalentes que se pondrán adaptar a distintos usos. La superficie construida total del edificio será de 5.000 m2, de los que 3.500 m2 se destinarán a viviendas y los 1.500 m2 restantes, a locales de uso común.
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En cuanto a los plazos de construcción, el vicepresidente y titular de Vivienda del Gobierno foral, José Mª Aierdi, ha detallado que en estos momentos el proyecto se está calificando provisionalmente en el departamento y que una vez se obtenga la calificación se presentará la solicitud de licencia al Ayuntamiento. El desarrollo de la obra prevista es de unos 20 meses desde la adjudicación y se espera iniciar las obras este mismo año.
Edificio sostenible
El proyecto de este edificio ha sido redactado por el equipo de los arquitectos Javier Oficialdegui, Germán Velázquez y Jesús Mª Armendáriz, con la asistencia de la arquitecta de Nasuvinsa Maitane Zazu.
Se destaca que el inmueble será sostenible y contará con certificación Passivhaus de edificio de consumo casi nulo, el uso exclusivamente de energías renovables -fotovoltaica y biomasa- para cubrir el resto de la demanda energética, la certificación Ilunion de accesibilidad universal o la versatilidad del diseño interior de los apartamentos para su adaptación a diferentes usos o necesidades.
Desde el Gobierno de Navarra destacan que se trata de un edificio "no sólo pasivo, sino positivo", ya que "va a generar la energía que necesita el propio edificio a través de las placas fotovoltacias -80%- mientras que el 20% restante a partir de la astilla que se genera". Y ha destacado que también supone "un paso más en el proceso de industrialización", ya que "la fabricación de gran parte del edificio se realizará en naves industriales y luego el montaje se desarrollará en la parcela".