La pandemia 'aparca' la decisión de tener hijos en España


Casi un 74% de los menores de 45 años no se lo plantea como una prioridad de aquí a cinco años
Son las conclusiones de un estudio basado en encuestas telefónicas a 605 hogares de todo el país realizadas en diciembre
En la decisión de tener hijos influyen muchos factores y uno a tener en cuenta es el aspecto económico. La crisis que ha provocado la pandemia ha frenado en seco el deseo de tener descendencia de muchas parejas. Lo demuestra un estudio que se ha publicado este martes.
El porcentaje de personas, menores de 45 años, que se plantean formar una familia en un horizonte de 5 años ha pasado de un 40% en 2019 a un 26,3% en 2020. Así, "casi un 74% no se plantea tener hijos como prioridad", según explica Sara Morais, la directora de Investigación de GAD3, la empresa autora del estudio, el X Barómetro de las Familias en España, de The Family Watch.
Lo que revela el estudio
Basado en encuestas telefónicas a 605 hogares de todo el país realizadas a mediados de diciembre de 2020, revela que formar una familia sigue a la cola de las prioridades de los adultos de hasta 45 años. Por delante, se encuentran: prosperar en la vida profesional (prioridad para el 89,5%), ampliar los estudios (61,9%) y viajar (58,6%).
Además, el 85% de los encuestados considera que en la actualidad existen mayores dificultades para formar una familia. "La decisión de formar una familia se retrasa cada vez más", ha apuntado la directora de The Family Watch, María José Olesti, añadiendo que "esta crisis demográfica unida a la crisis sanitaria y económica no augura cambios para los próximos años".
Y España no es el único país donde se ha producido este parón en la paternidad. En Italia la tendencia es la misma. Ya lo adelantaba el estudio El deseo de ser padres en los tiempos de la covid-19: una visión de la situación en Italia, publicado en el Journal of Psychosomatic Obstetrics & Gynecology en el mes de abril. En aquella ocasión se consultó a 1482 personas, de ellas 268 reconocieron que planeaban ser padres antes de la pandemia, y 100 aseguraron haber cambiado de idea. Los motivos eran el miedo ante las dificultades económicas y a las posibles consecuencias para la salud que podría tener el embarazo.