Una pedida por pasodoble: la emocionante declaración de un comparsista gaditano a su compañera

A Arturo Guzmán todos en el mundo del carnaval le conocen como 'Arturito de Barbate'. Ha formado parte de las mejores comparsas que han pasado por las tablas del teatro Falla, pero sin duda, su mayor compromiso, y esto, lo verán, es literal, tuvo lugar el pasado sábado en un 'campito' de Barbate. Una casa con jardín, que Arturo alquiló para pasar el día con algunos amigos, su pareja María, y la hija de ambos. Un día de campo para el que, nada extraño en un comparsista, le pidió a un amigo que se llevara una guitarra.

"Le dije a María que mi guitarrista, que es albañil, iba allí a mirarme una cosa de un trabajo", cuenta Arturo. "Y llego allí, se tomó una copita y empezamos a cantar cosas para distraer el momento. Cantamos cosas de otros años, unas bulerías, hasta que nos acercamos y le dije a María: yo voy a cantar aquí, más cerquita, que a mí me gusta cantarle a la gente muy cerquita".

Lo que vino a continuación fue un pasodoble, una música que, dice Arturo, les ha acompañado durante los trece años que llevan juntos. La música le sonaba a María, pero lo que no imaginaba es que su compañero le había cambiado la letra: "Me gustaría que sepas que te quiero más que a nadie", así empezaba.

"Yo he escrito algunas letras, y esta ha sido la más difícil por querer hacerla tan bien", reconoce Arturo. "Y aparte la más difícil de cantar, seguro, porque claro, estaba súper emocionado. Cerraba los ojos incluso porque iba a llorar, me iba a caer una lágrima, y se me iba a ir la letra".

Sentada, frente a Arturo, María intuye que algo diferente está pasando. Llevan muchos años juntos, tienen una hija de cuatro en común, pero esto es diferente.

"Me fui antes al guitarra y le dije, ¿compadre, dónde me meto yo el anillo?, que llevo el pantaloncito estrecho y ese anillo no cabe aquí", explica. "Y dice, tráelo, ponlo aquí en la bolsita mía, y funcionó la estrategia, salió todo muy bien".

Lo siguiente, dicen los cánones, es hincar la rodilla. Arturo hincó las dos, ofreció el anillo a una María desbordada por las lágrimas. Por medio gritos de: "Si te dice que no me caso yo contigo" de los amigos de Arturo. No será necesario. Tras acabar el pasodoble María le besa. Tan emocionada que no dice nada. "No te ha dicho nada" le dicen a Arturo. En ese momento María pronuncia el "Sí, quiero".