El peligroso butronero 'el Piojo' y su hermano se fugan de la cárcel de Valdemoro


Han serrado los barrotes de una ventana y han escalado los muros ayudados por cuerdas
Un tercer interno ha sido detenido: sospechan que pueden haberle pagado para distraer a los guardias civiles
Ni les han visto por las cámaras de seguridad ni las alarmas han saltado
Jonathan Moñiz Alcaide, un peligroso butronero conocido como 'el Piojo' y su hermano Miguel se han fugado este sábado por la tarde del penal madrileño de Valdemoro. Al parecer, los dos presos han serrado los barrotes de una ventana y han escalado los muros del patio interior ayudados por unas cuerdas, que podrían haberles lanzado desde fuera.
Se encontraban en el módulo 9, en un almacén donde se guardan colchones, que da a un patio muerto, en la zona de aislamiento 2. Iban acompañados por un tercer recluso, Adrián Muñoz Rodríguez, que ha sido detenido por la Guardia Civil en el intento. Le han interrogado para saber cuánto tiempo llevaban planeando esta huida y conocer el paradero de sus dos compinches. No descartan que los dos hermanos le puedan haber pagado para distraer a los agentes que vigilan el perímetro.
A las 19:45 la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid ha recibido el aviso. No han sido vistos por las cámaras de seguridad ni han saltado las alarmas. Sospechan que un coche podría haber estado esperándoles fuera. La Policía Nacional también está ya al corriente.
'El Piojo' tiene 36 años. Criado en el poblado madrileño del Ventorro, fue detenido por última vez en abril de 2019 en la localidad toledana de Seseña, donde se había comprado un chalet. En su historial delictivo cuenta con casi un centenar de antecedentes. Experto en conducción evasiva, comenzó con los alunizajes y se convirtió en el cabecilla de una organización delictiva dedicada a los robos con fuerza por el método del butrón: hacen un boquete en suelos o paredes para acceder a joyerías o tiendas de material electrónico. Después abren las cámaras acorazadas con lanzas térmicas (oxicorte). A su banda se le imputaron 11 tipos distintos de delitos, entre ellos un homicidio en grado de tentativa.
Los investigadores definen a este delincuente como previsor, meticuloso y muy escurridizo. Los miembros de la banda primero seleccionan los establecimientos en los que van a perpetrar el asalto y realizan vigilancias previas. Incluso se hacen pasar por empleados de empresas de telefonía para conocer las medidas de seguridad del local.