"Adrián, vas a morir": A juicio los tuiteros que desearon la muerte al niño 'torero' con cáncer

"Adrián vas a morir", decía uno de los mensajes por los que los acusados serán juzgados
Es la primera vez que un juzgado actúa contra unos tuiteros que no enaltecen el terrorismo ni humillan a colectivos vulnerables
Todos conocimos su historia. La de Adrián Hinojosa, el niño con cáncer que soñaba con ser torero, el pequeño que consiguió salir a hombros de una plaza meses antes de morir.
Su imagen dando la vuelta al ruedo del coso de Valencia en un festival benéfico el 8 de octubre de 2016 llegó a las redes sociales, donde recibió muchos apoyos, pero también el ataque cruel de unos pocos animalistas.

Ahora se juzga a los tres tuiteros que criticaron al pequeño, deseándole incluso la muerte, a través de sus mensajes en las redes sociales. Son una mujer de Eibar que reside en Elgoibar (Guipúzcoa), un joven ecuatoriano que vive en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) y un gaditano que reside en Valencia.
Los polémicos tuits
Estos son los mensajes ofensivos por los que se les juzga.
- "Yo no voy a ser políticamente correcta. Qué va. Que se muera, que se muera ya. Un niño enfermo que quiere curarse para matar herbívoros inocentes y sanos que también quieren vivir. Anda yaaaaa! Adrián, vas a morir", publicó la única mujer encausada.
- "Que gasto más innecesario se está haciendo en la recuperación de Adrián, ese niño que tiene cáncer, quiere ser torero y cortar orejas" [...] "No lo digo por su vida, que me importa dos cojones, lo digo porque probablemente esté siendo tratado en la sanidad pública, con mi dinero", escribió el acusado que reside en Valencia.
- "Patético es que defendáis a un niño que prefiere matar a un animal, ojalá el Adrián mate a vuestra madre y se muera", añadió el ecuatoriano al que se juzga.
Los tres tuits fueron borrados de inmediato, nada más saltar la polémica, pero ya algunos usuarios habían difundido pantallazos de los mismos, lo que permitió identificarles.
Las acciones legales
El padre del niño, Eduardo Hinojosa, y la Fundación Toro de Lidia emprenden acciones legales para denunciar los mensajes ofensivos. Por estos hechos, la Guardia Civil detiene en diciembre de 2016 a dos de los encausados. A la mujer, en San Sebastián, y a uno de los hombres, en Cullera (Valencia). Tras dejarlos en libertad, el 7 de agosto de 2018 un juez de Alzira (Valencia) decide llevar a juicio a los tres tuiteros por incitación al odio. A partir de este 16 de Septiembre están sentados en el banquillo.
La historia
Todo arranca un 8 de octubre de 2016. Ese día se celebra una corrida benéfica en la Plaza de toros de Valencia a favor de una fundación contra el cáncer infantil. La ha promovido Eduardo Hinojosa, el padre del pequeño Adrián, un niño que sufre un sarcoma de Ewing con metástasis en el pulmón. El objetivo es cumplir el sueño de su hijo: convertirse en torero, aunque sea por un día. El niño acaba a hombros de los toreros dando la vuelta al ruedo.

La noticia se difunde por las redes sociales y provoca los duros comentarios de los tres tuiteros que ahora se juzgan, pero también el apoyo de la gran mayoría, entre ellos muchas caras conocidas.
Tranquilo Adrián. Tú vas a vencer en tu batalla. No escuches la voz oscura de la miseria humana. Me tienes a tu disposición.
— Iker Jiménez (@navedelmisterio) October 10, 2016
Iker J pic.twitter.com/2NDwW6gA1c
Cobardes que luego borran su perfil ó dicen que les han hackeado.
— Cayetano (@Cayetano_Rivera) October 10, 2016
Espero que seas juzgada por la ley, y por la sociedad.@defensadelmenor pic.twitter.com/RyPb8dxbkv
Esto ya pasa de castaño oscuro. No se puede tolerar. Supongo que la @policia tendrá aquí algo que hacerte espero que lo haga. pic.twitter.com/awpM1Wvazy
— Eva González (@evagonzalezf) October 9, 2016
#AdriánTeVasACurar
El clamor popular es tan grande que para contrarrestar las críticas contra el pequeño Adrián surge el hastag #AdriánTeVasACurar. Desde España y más allá de nuestras fronteras cientos de personas le mandan mensajes de aliento.
Aquí estamos! #AdrianTeVasACurar TORERO! pic.twitter.com/c5DthLAwsW
— Tendido Joven ZGZ (@TendidoJovenZGZ) October 15, 2016
Adrian , deseo que esta dura enfermedad se convierta pronto en un recuerdo 😊 #AdrianTeVasACurar pic.twitter.com/GsdeJcYllS
— Fernando Pozo (@FPozo_SC) October 14, 2016
#DEPAdrián
A pesar de su lucha Adrián no consigue vencer a la enfermedad, y el 8 de abril de 2017 el pequeño fallece. Las redes vuelven a hacerse eco. Gente anónima, figuras de la política, de la vida social y del mundo del toreo expresan sus condolencias por la muerte del pequeño.
Imposible contener el dolor tras la pérdida de Adrián
— Enrique Ponce (@EPonceOficial) April 8, 2017
Nos deja un Torero, valiente y luchador
Que Dios lo acoja en su gloria!!#DEPAdrián pic.twitter.com/VSYr6bWS6d
Descanse en paz. No hay palabras en momentos así para una familia ...mucha fuerza. https://t.co/vn5mqwVv0c
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) April 8, 2017
Hoy se abre la Puerta Grande del cielo para recibir a un torero, un pequeño angel #DEPAdrián pic.twitter.com/CKYBwd4Gdb
— Manu (@Manu_Tav) April 8, 2017
Un caso, el del pequeño Adrián, que devuelve a la palestra, una vez más, la eterna polémica de los límites de la libertad de expresión en las redes sociales.
El delito y la pena a la que se enfrentan
El fiscal califica los hechos de un supuesto delito contra la integridad moral y pide un año de prisión para cada uno y una indemnización conjunta de 9.000 euros por perjuicios y daños morales.
Los padres del niño, que ejercen de acusación particular, reclaman una pena de 3 años de cárcel, una multa de 3.600 euros y una indemnización de 30.000 euros.
La acusación popular, ejercida por la Asociación Nacional de Afectados por Internet y las Nuevas Tecnologías (Anfitec) excluye de la acusación a uno de los tuiteros, el autor del segundo de los tuits arriba descritos. Para los otros dos pide tres años de cárcel y una multa de 3.600 euros.
¿Delito de odio o delito contra la integridad moral?
La acusación popular ejercida por Anfitec considera que los tuiteros incurrieron en un delito de odio. El abogado de la asociación, Manuel Merino destaca que “existen antecedentes de delitos de odio contra víctimas de terrorismo o por motivos de raza o libertad sexual, pero es la primera vez en España que es objeto de enjuiciamiento una conducta contra una víctima que pertenece a un colectivo como la tauromaquia”.
El delito de odio se atribuye en el código penal a "los que provocaren a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión, creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, enfermedad o minusvalía".
¿Encajan los mensajes a Adrián en estos supuestos?
Merino considera que “en este caso si que se incurre en un delito de odio porque se desea la muerte a un niño por su afición a los toros”. Una consideración que coincide con la acusación ejercida por los padres de Adrián, que además incluyen un delito de injurias graves. “Parece que sea un delito que te gusten los toros y que por eso puedan decirte de todo en las redes sociales”, lamenta Eduardo Hinojosa.
La Fiscalía, por su parte, señala que los acusados sabían que el pequeño era un gran aficionado a los toros y que estaba enfermo de cáncer, sin embargo, califica los mensajes como un delito contra la integridad moral. En el código penal, este se atribuye al "que infligiera a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral".
La otra discrepancia está en el número de acusados. Fiscalía y padres dirigen su acción contra los tres tuiteros. “No se puede decir de todo en las redes sociales y no pagarlo”, afirma Eduardo. Mientras, desde Anfitec pide penas para dos de los acusados, por considerar que el mensaje realizado por el joven que reside en Valencia entra dentro de los parámetros de la “libertad de crítica”. “En nuestra opinión la Fiscalía se ha excedido en el caso de este joven. Consideramos que el tuit se enmarca dentro de la libertad de opinión y crítica, e incluso atentaríamos contra la libertad de expresión del encausado”.