El pueblo situado entre Córdoba y Granada donde cruzar la calle supone infringir el estado de alarma

Ventorros de Balerma es una pedanía medio granadina, medio cordobesa
A partir de mañana la mitad del pueblo estará en fase 1 y la otra mitad permanecerá en fase 0
Como cada mañana Pepa coge su carrito de la compra y sale de casa, se dirige a la tienda de alimentación más cercana a su domicilio, solo ha cruzado la calle y andado unos 40 metros, pero acaba de infringir el estado de alarma. Es lo que le ocurre a todos los vecinos de Ventorros de Balerma, una pedanía medio cordobesa, medio granadina de 370 habitantes. Van y vienen de una provincia a otra hasta para sacar la basura, algo que el resto de España (salvo en el País Vasco) no estaría permitido hacer hasta junio.
Y no queda aquí la anécdota... a partir de mañana teóricamente los de unas calles gozarán de “más libertad” que los de otra, porque la parte de Córdoba estará en fase 1, no así la de Granada, que no avanza por el momento y permanece en fase cero de la desescalada.
En la comunidad andaluza se han aplicado las fases por provincias y esta es una de las situaciones más curiosas que ha dejado: al estar dividida administrativamente entre Loja, en Granada, e Iznájar, en Córdoba sus vecinos, a la fuerza, cambian diariamente y varias veces al día de provincia, saltándose el confinamiento: "Vamos a todas partes, lo mismo de aquí a allí, que de allí a aquí, qué le vamos a hacer" nos cuenta un vecino de la parte cordobesa.
La calle "Límite" que hace de frontera entre las dos provincias
No les queda otra que "viajar" porque no están duplicando los servicios. La Calle Límite marca la frontera entre provincias. A un lado de ésta queda la parte de Córdoba donde está la iglesia, una tienda, el colegio, y el salón de múltiples usos. Del otro lado queda Granada, con otro supermercado, la panadería, la carnicería, el ambulatorio y la farmacia.
Toñi vive en lado granadino pero diariamente va a cuidar a su madre en el lado córdobés "Llevo dos meses saltándome el confinamiento a diario" comenta con humor. Sin embargo si va a Pozoblanco, a 200 km, sí le estaría permitido.
Afortunadamente ninguno de sus habitantes ha sido sancionado a pesar de no cumplir la teoría del estado de alarma. El alcalde Ventorros de Balerma, Julián Ruiz, defiende que “al final se trata de aplicar el sentido común y entender que es una población dividida pero única y que todos deben tener los mismos derechos”.