Qué es un enjambre sísmico: la cadena de terremotos que ha puesto en alerta a Navarra


Dos temblores de 4,6 y 4,4 grados sacuden la Comunidad Foral en una serie que suma más de 250 seísmos en un año
Navarra ha sufrido más de 250 movimientos sísmicos en el último mes. El más potente, de 4,6 grados en la escala de Richter, se registró la pasada madrugada y llegó acompañado de otra sacudida de 4,4 grados. El terremoto tuvo su epicentro de Lizoáin, a 19 km al Este de Pamplona y se ha sentido en puntos de Aragón, La Rioja y el País Vasco.
Los sismólogos descartan un gran terremoto, un 'Big One' en Navarra. La estructura geológica de la región no es como la de California; no hay una falla de San Andrés ni el Cinturón de Fuego del Pacífico.
Lo que hay en Navarra es un conjunto de fallas menores, muchas y muy pequeñas. "Vivimos en una zona en la que la corteza está muy fracturada. Es como una serie de fichas de dominó tiradas de forma horizontal encima de la mesa y, cuando mueves una, se mueven las de cerca, por eso es tan contagiosa aquí la sismicidad", afirma Antonio Aretxabaleta, geólogo e investigador.
El geólogo ha subrayado que "va a haber más (terremotos), eso está claro, no sabemos las intensidades ni la hora ni el sitio exacto porque eso es imposible, no hay bolas de cristal en geofísica, pero sí podemos decir que esto va a continuar una temporada y no sabemos cuándo va a parar".
No son réplicas, técnicamente hablando
Los episodios sísmicos de los últimos mese en Navarra no son réplicas; no se trata de temblores secundarios asociados a otro de gran tamaño, que se están alargando en el tiempo.
El concepto geológico que los define es el de 'enjambre sísmico'. Se trata de un conjunto de eventos sísmicos que se producen en un área concreta durante un periodo de tiempo corto, pero que puede prolongarse durante días, semanas o incluso meses.
Lo que lo diferencia de las réplicas es que la serie de temblores no se asocian a un terremoto mayor. Todos tienen la misma categoría, aunque alguno pueda ser algo más potente. Este tipo especial de sismicidad se caracterizan por provocar seísmo de magnitudes similares no asociados a eventos más graves. En el caso de Navarra, la peculiar corteza fracturada provoca estos ajustes autónomos.
Episodios similares al de la pasada madrugada se han producido en Navarra en 1923, 1925, 1982,0204, 2013 y 2017.
En España, la isla canaria de La Palma registró un enjambre sísmico el pasado mes de julio con decenas de temblores al sur de la isla, con una intensidad que rondó los 1,5 grados en la escala de Richter.