Rafael, 49 años, 72 días en la UCI y 37 kilos menos: "Hasta tres veces se han despedido de mí”


Rafael Escudero continúa recuperándose de las secuelas de la Covid que lo ha mantenido seis meses ingresado en el Hospital Reina Sofía (Córdoba)
Ha perdido casi cuarenta kilos y tiene problemas de movilidad por la calcificación, pero se siente "victorioso"
"Piensas que nunca te va a ocurrir a ti, cuando un buen día te despiertas con 38 de fiebre y nunca vuelves a ser el mismo”. Rafael Escudero tiene 49 años y, hasta ahora, era un hombre sano, sin patologías previas. Fue el 19 de marzo, tras varios días con síntomas gripales, cuando le confirmaron que había contraído el virus. “Creo que lo pillé en Madrid en una reunión de trabajo en la que estuve con gente de otras nacionalidades”, cuenta a NIUS.
Lo que viene después es un rosario de patologías y dolencias que lo han mantenido seis meses en el Hospital Reina Sofía de Córdoba. De ellos, 72 días en UCI, con su vida pendiente de un hilo. “Hasta en tres ocasiones, le dijeron a mi familia que se despidiera de mi porque era cuestión de horas”, se lamenta. Él, sedado y entubado, reconoce que no ha sido consciente de la pesadilla vivida por su mujer y sus hijos de catorce y once años. “Lo han pasado muy mal. Creían que me perdían”, relata.

De la neumonía bilateral a una operación de urgencia en la que los órganos empezaron a fallar y que afectó a la femoral. Después, más complicaciones que obligaron conectarlo a una maquina de diálisis y a un marcapasos. Y para colmo, una infección de la bacteria pseudomona que aprovechó sus defensas bajas. Es el relato de una batalla, cuerpo a cuerpo, con un virus que entonces era un gran desconocido. “Cuando desperté pensé que solo habían pasado días y eran meses”, explica.

El pasado 6 de septiembre, Rafael recibía el alta. Volvía a su casa en Almodóvar del Río (Córdoba) entre los aplausos y las lágrimas de sus vecinos que lo recibían como a un héroe. En su cuerpo, las secuelas de la enfermedad. “He perdido casi cuarenta kilos, me he quedado sin masa muscular y tengo problemas de movilidad en las piernas por la calcificación”, enumera. A pesar de todo, ha salido victorioso. “Antes temía dormirme y no despertarme, ahora ya he perdido el miedo”.
Acude diariamente a rehabilitación para recuperar su forma física y volver cuanto antes a la normalidad. Aunque es consciente de que ya nada volverá a ser como antes. La Covid va a marcar su vida para siempre. “Crees que puedes con todo, pero la vida te hace reflexionar”, asegura. Rafael solo tiene palabras de agradecimiento para los sanitarios, su familia y compañeros. Sabe que la vida le ha dado otro oportunidad y quiere aprovecharla. “Otros, desgraciadamente, no han podido”, se lamenta.