Regalos de Navidad: más puzles y controlar las pantallas a los más pequeños

Ópticos y optometristas recomiendan regalar puzles y juegos de ingenio para desarrollar la memoria visual de los niños
Advierten de que los videojuegos sólo son positivos sin no se usan más de 15 minutos consecutivos y siempre que los niños tengan más de 12 años
El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España (CNOO) recomienda a los padres regalar esta Navidad rompecabezas, puzles y juegos de ingenio a partir de los tres años, ya que estos juguetes contribuyen a desarrollar la percepción y la memoria visual de los más pequeños.
La ventaja que tienen estos regalos consiste en que los padres pueden jugar con sus hijos y detectar si tienen problemas a la hora de identificar colores, coger un objeto porque no lo ven bien o calcular las distancias, y estar pendientes de si tienen un campo visual limitado.
En este sentido han apuntado a los efectos que están teniendo los regalos cada vez más habituales de móviles, videoconsolas y videojuegos. En principio, consideran que pueden tener efectos positivos sobre la capacidad de concentración, la agudeza visual y los reflejos. Pero para conseguir esos resultados, el uso de estos dispositivos debe estar limitado.
15 minutos de videojuegos
¿Cuándo empieza a ser excesiva la exposición a las pantallas? El CNOO reconoce que los videojuegos, por ejemplo, pueden ayudar en varias facetas, incluido el buen desarrollo de la coordinación ojo-mano, pero establecen la recomendación de que no se usen más de 15 minutos consecutivos y siempre que se trate de niños mayores de 12 años, ya que la utilización abusiva de este tipo de juegos puede acarrear problemas de salud y hábitos sedentarios.
"Si se utilizan muchas horas, pueden llegar a perjudicar entre otros, al sistema visual", explica el decano del CNOO, Juan Carlos Martínez Moral. Uno de los grandes riesgos que entraña el uso y abuso de videoconsolas, móviles o tabletas es la sobreexposición a las pantallas sin mantener una distancia mínima de seguridad.
Más pantallas, más miopía
Este hábito está dando lugar a una progresión de la miopía más rápida en los más jóvenes. Además, su uso inadecuado podría provocar fatiga visual y, en el peor de los casos, generar problemas oculares, como la aparición de la presbicia en edades tempranas.
"Algunos síntomas derivados de un uso prolongado de este tipo de dispositivos son visión transitoria, dificultad de enfoque de distancias, sensibilidad al brillo de la luz, incomodidad ocular, dolor de cabeza y ojos irritados, secos o cansados", detalla el decano del CNOO.
Del mismo modo, mirar una pantalla durante un elevado número de horas produce una disminución en la frecuencia de parpadeo, lo que obliga a hacer un esfuerzo aún mayor que repercute en el desgaste ocular.
Por ello, "lo aconsejable es tener en cuenta las propiedades de las pantallas, apostando por aquellas que cuentan con características menos nocivas para la salud visual. De esta forma se evitará el riesgo de padecer alteraciones como el enrojecimiento o la fotofobia, es decir, la sensibilidad a la luz", aconseja Martínez Moral.
En general, los ópticos y optometristas aconsejan tener especial cuidado con la iluminación LED (diodos emisores de luz) que podemos encontrar en algunos juguetes e incluso en la iluminación navideña, pues esta luz azul representa riesgos para la retina.