El doble desvelo de los pediatras: colapso hospitalario por bronquiolitis y falta de antibióticos para niños

El aumento de casos de bronquiolitis está llevando al colapso a los hospitales de toda España
Se están planteando planes de contingencia como aumentar número de camas, supender cirugías o traer médicos de otras áreas para tratar a estos niños
Además, la falta de jarabes antibióticos pediátricos está complicando el tratamiento de otras patologías como otitis, faringoamigdalitis o neumonía
Los pediatras llevan semanas alertando del aumento de las bronquiolitis provocadas por el VRS, el Virus Respiratorio Sincitial, pero estos últimos días el número de casos se ha disparado de forma alarmante. "La situación ahora mismo es de colapso en prácticamente todos los hospitales de España, colapso a nivel de los servicios de urgencia, colapso a nivel de las plantas de pediatría y colapso a nivel de las UCIS", confirma a NIUS David Endina, vocal de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría.
"Se están batiendo los registros históricos de niños atendidos en las urgencias pedíatricas con incrementos del 40% al 50% respecto a otros años en las mismas fechas", detalla. "El problema es que este año la epidemia de VRS, que causa infecciones respiratorios en los más pequeños, sobre todo en forma de bronquiolitis, se ha adelantado. Normalmente empezaba en noviembre y tenía su pico a mediados de diciembre, pero este año ha empezado en octubre y seguimos inmersos en una curva epidémica muy ascendente que no parece tener fin y que está incluso superando los peores datos registrados antes de la pandemia", avanza.
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"Lo peor es que aún no se ha llegado a su pico ni sabemos cuándo se alcanzará", alerta. "Antes sabíamos que el pico se daba a mediados de diciembre y luego, con el cierre de los colegios y las guarderías por Navidad, la epidemia de VRS tendía a desaparecer. Pero a estas alturas, aún en noviembre, si la epidemia sigue creciendo de forma tan llamativa, en los próximos días la situación sería de colapso total", explica el especialista. "Los tiempos de espera ya se han multiplicado incluso para los pacientes graves".
Plantas de hospitalización llenas
"Este virus está coincidiendo con el de la gripe, que también se ha adelantado, y con la covid, pero es el VRS el que más nos preocupa porque no tiene tratamiento y muchos de los niños tienen que ingresar, sobre todo los menores de dos o tres meses, y además no estamos hablando de ingresos cortos", asegura David Endina. "La estancia media en el hospital de un lactante con bronquiolitis es de 4 días, y si tienen que ingresar en UCI hablamos de semanas", aclara el pediatra de urgencias.
La explosión de casos está forzando a los hospitales a preparar planes de contingencia. "Ya hay más ingresos que altas, si los casos siguen aumentando a este ritmo habrá que abrir más espacios quitando camas de adultos, suspendiendo cirugías, trayendo profesionales de otras áreas para tratar a estos niños. Yo en último término cerraría las guarderías, pero bueno, eso es una quimera, ojalá el gobierno ofreciera a los padres una solución alternativa para que no tengan que dejar a sus hijos de seis meses en una guardería, que es donde se producen la mayoría de los contagios", alega.
La falta de pediatras también influye en el colapso actual. "Si tuviésemos una atención primaria con capacidad para atender a los pacientes que no precisan ingresos, si tuviésemos unos servicios de urgencias con más profesionales y con más medios, si tuviésemos más plantas de hospitalización con profesionales adecuados, si tuviésemos más camas de UCI, con equipos de médicos, enfermeras preparados para atender los problemas más graves, lógicamente la situación sería mejor. Prácticamente trabajamos siempre con una disposición de personal y de material justa y cuando nos enfrentemos a picos epidémicos, en este caso la epidemia de VRS, pues la situación se colapsa fácilmente", denuncia el especialista.
¿Por qué hay explosión de casos de bronquiolitis?
"El aumento gigantesco de casos no se da solo en España. Se está produciendo en todos los países del hemisferio norte. La Academia Americana de Pediatría se ha pronunciado sobre ello, pidiendo más medios, Suecia y Dinamarca también...todos los países del hemisferio norte que suelen tener su epidemia de VRS coincidiendo con los meses fríos están viviendo una epidemia adelantada y de mayor intensidad", apunta Endina.
¿Por qué? "Es difícil de decir. Lo cierto es que el covid ha cambiado los patrones de muchos virus respiratorios. En el caso del VRS, por ejemplo, durante el invierno de 2020 no hubo casos de bronquiolitis, algo que fue excepcional. Este año, sin embargo, ha pasado lo contrario, la epidemia se ha adelantado y es mucho más virulenta".
"Se hipotetiza con que como durante la pandemia el virus ha circulado menos, las madres embarazadas, durante su gestación, no han tenido contacto con el virus y eso ha hecho que los recién nacidos no tengan esa protección con anticuerpos maternos que se transmiten durante el embarazo. Esa podría ser una de las causas del incremento de casos, pero la verdad es que las causas finales se nos escapan", reconoce.
Sin tratamiento, la prevención es la única alternativa
"Respecto a la prevención no existe una vacuna frente al VRS. Sí existen unos anticuerpos monoclonales que administrados periódicamente otorgan cierta protección frente al virus, pero su indicación se restringe a niños con patologías de riesgo, con enfermedad pulmonar crónica, con cardiopatías o con inmunodeficiencias", aclara Endina.
"La protección es intentar evitar que los niños más pequeños, los menores de 3 o seis meses estén en contacto con personas con síntomas respiratorios y más los neonatos. Esa costumbre muy española de que al niño recién nacido le tengan que visitar todos los familiares, primos, gente variada, es un peligro y un riesgo para ese recién nacido. El virus VRS en un menor de un mes provoca prácticamente con seguridad el ingreso en planta y muchas veces el ingreso en unidades de cuidados intensivos.
"Si son los padres los que tienen síntomas respiratorios, habría que priorizar al padre que no tiene esos síntomas, y si los dos los tienen utilizar mascarilla, lavado de manos y guantes", propone el pediatra.
"Y por último, en la medida de lo posible, mi recomendación es que si la familia puede, evite llevar a la guardería a los pequeños durante estos meses, sobre todo a los más bebés porque, como decía antes, ahí es donde se producen la mayor parte de los contagios", insiste Endina.
Otro problema paralelo, la falta de antibióticos pediátricos
A la vez que este aumento de casos de bronquiolitis, los pediatras alertan de otro problema paralelo, y es que no hay antibióticos pediátricos para tratar otras complicaciones típicas de esta época del año, como otitis, faringoamigdalitis, neumonías, etc. "En esos casos uno de los antibióticos más utilizados es la amoxicilina, pero en estos momentos no hay jarabes con amoxicilina para tratar estas infecciones que precisan antibiótico", explica el vocal de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría. "Esto significa que tenemos que jugar con los sobres a intentar conseguir una dosis adecuada, mezclando sobres de diferentes cantidades, lo cual complica mucho las cosas", denuncia. "Hay muchas veces que no nos queda más remedio que utilizar antibióticos que sí que tienen jarabe pero que no son el adecuado y con eso lo que hacemos es favorecer las resistencias bacterianas", lamenta.
¿Por qué no hay jarabes de amoxicilina para niños desde hace varias semanas en las farmacias? "Ha habido varios problemas que han afectado a los dos laboratorios que producen más cantidad, Laboratorios Normon y Sandoz Farmacéutica, y que han impedido sacarlos a la venta", aseguran fuentes de la Agencia Española del Medicamento (AEMPS). "Sandoz Farmacéutica ha tenido problemas en el etiquetado, y Normon, a causa de la falta de papel de los prospectos", indican. "Y al final todo esto ha afectado a laboratorios más pequeños, que por un efecto dominó, tampoco están pudiendo cubrir la demanda de este medicamento que hay ahora mismo”, apuntan desde la AEMPS, dependiente del Ministerio de Sanidad. La AEMPS es, precisamente, la encargada de tomar las medidas necesarias para que, cuando se producen estas tensiones en la cadena de suministro, ningún paciente vea interrumpido su tratamiento.
“Las causas que llevaron a estos retrasos han sido solucionadas y se está acelerando la producción para hacer frente a la demanda pendiente, por lo que se prevé que la situación de suministro de suspensiones pediátricas orales de amoxicilina se normalice a finales de la semana del 21 de noviembre”, aseguran estas mismas fuentes.
Este problema de abastecimiento ha coincidido con el pico de enfermedades respiratorias en niños que ha complicado todavía más la situación. “Todos los laboratorios tienen un stock de seguridad pensados para estos picos, pero ahora, ante esta situación, se los han fundido. Si este problema de suministros con el papel hubiera ocurrido en julio, ni nos habríamos dado cuenta”, explican desde la AEMPS. Los antibióticos solo se utilizan en infecciones respiratorias bacterianas, como pueden ser otitis o amigdalitis. Para enfermedades víricas, la mayoría de las enfermedades que padecen los niños, el tratamiento con antibiótico no sirve.
“No es que no haya amoxicilina, sino que no la hay en esa presentación en suspensión oral”, aseguran desde la AEMPS. De esta manera, la alternativa que dan desde la Agencia del Medicamento es que, al existir disponibilidad de amoxicilina en comprimidos, en caso de necesidad, y aunque el pediatra haya prescrito a un niño amoxicilina en jarabe, el farmacéutico podrá sustituirlo por amoxicilina en polvo para suspensión oral en sobres. También le permite que puedan fraccionarse comprimidos de 500 mg ranurados, para administrar medio comprimido, que puede disolverse o disgregarse en agua. "La suspensión deberá reservarse a aquellos pacientes en los que el ajuste de dosis requiera dosis que no puedan obtenerse con el fraccionamiento de comprimidos de 500mg, como pacientes de menos de 6 meses”, señala la AEMPS.
En España se comercializan actualmente 32.756 medicamentos y ahora mismo hay 662 medicamentos con problemas de suministro, un 2% del total. Normalmente, cuando falta un medicamento determinado siempre hay una alternativa terapéutica, con el mismo principio activo y la misma vía de administración, y el farmacéutico lo puede cambiar sin problema. En los casos más extremos, que no es el caso ahora mismo de la amoxicilina, la AEMPS puede importar medicamentos extranjeros u ordenar aumentar la producción de otros para que no se produzca lo que se denomina laguna terapéutica, es decir, que un paciente no pueda tener acceso a un tratamiento.