Investigan una tercera muerte en los ensayos de un medicamento experimental contra el alzhéimer


El lecanemab fue presentado como una gran esperanza, pero a las dudas sobre la utilidad de los resultados se han ido sumando las investigaciones de tres muertes no reportadas por las farmacéuticas
La tercera fallecida es una mujer de Florida de 79 años que no tenía otras dolencias aparte del alzhéimer
La mujer empezó a sentir dolor de cabeza días después de que le administraran la segunda dosis de lecanemab
El medicamento lecanemab se anunció a finales de septiembre como una nueva esperanza contra el alzhéimer. Las compañías Biogen y Eisai anunciaron que reducía un 27% el deterioro cognitivo. Sin embargo, primero llegaron las dudas de los expertos y, después las investigaciones por las muertes de participantes en el estudio.
La última es una mujer de Florida de 79 años a cuyo historial médico ha accedido la revista Science. Falleció a mediados de septiembre tras sufrir una gran hemorragia cerebral, al igual que sucedió en los dos casos anteriores. La revista científica ha consultado con varios expertos que consideran probable que la muerte esté directamente vinculada con el lecanemab.
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Además, ni Eisai ni Biogen han informado sobre esta última muerte, a pesar de que sucedió a mediados de septiembre y en noviembre se celebró una conferencia para detallar los resultados de los ensayos clínicos de fase 3. Eisai, responsable del ensayo, asegura que sí informó a la FDA (la agencia estadounidense responsable de la autorización de los medicamentos).
La investigación de la causa de las muertes no es sencilla. El estudio se realizó con 1.800 personas afectadas por el alzhéimer y por su edad entra dentro de lo probable que algunas mueran a lo largo de la investigación. Eisai ha informado de 13 fallecimientos y asegura que no están relacionados con el lecanemab, pero no ha hecho públicos los historiales de cada personas fallecida y nadie ha podido contrastarlo de manera independiente. A eso se suman las tres muertes conocidas gracias a las investigaciones de las revistas Stat y Science, no a la transparencia de la compañía.
El lecanemab, al igual que otros medicamentos experimentales contra el alzhéimer, tiene como diana las proteínas beta amiloides, que según una teoría también puesta en cuestión recientemente han sido consideradas durante años la causa más probable de la enfermedad. Según esta hipótesis, la acumulación de estas proteínas en placas causan la muerte de células cerebrales y, en consecuencia, la pérdida de recuerdos y capacidades. El problema es que estos medicamentos, al destruir las placas beta amiloides, también pueden causar hemorragias. Así figura en los efectos secundarios posibles de medicamentos como el lecanemab, pero se supone que de forma leve, no mortal.
Se sospecha que el lecanemab puede causar un debilitamiento de los vasos sanguíneos que hacen mucho más probable un incidente más serio. Las dos muertes anteriores fueron de pacientes que tomaban anticoagulantes. La mujer de Florida también recibió una pequeña dosis de heparina, aunque en este caso, varios neurólogos consultados por Science no creen que esto haya sido decisivo.
La familia de esta paciente asegura que después de recibir la segunda dosis de lecanemab, la mujer se quejaba de dolores de cabeza y no podía completar frases, se sentía confusa. Fue el 14 de septiembre cuando sufrió una crisis grave de salud y tuvo que ser ingresada.