Familiares y afectados por listeriosis critican el retraso en la activación de la alerta

En el pueblo de Chucena (Huelva) se vendieron más de 25 kilos de carne "La Mechá" el mismo día que se activó la alerta
Las primeras embarazadas con síntomas que acudieron al hospital fueron enviadas a casa con paracetamol
El brote de listeriosis, que tiene su origen en Andalucía, continúa aumentando y cada vez son más los afectados que creen que muchos de estos casos se podrían haber evitado. Entre ellos, los más de 30 vecinos de la localidad onubense de Chucena que han contraído la enfermedad, tras comer carne contaminada en las fiestas patronales del día 15 de agosto, cuando la alerta estaba ya decretada y los productos, en teoría, retirados.

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Marca la tradición, en esta localidad, que el día en el que la Virgen de la Estrella recorre las calles del pueblo, los vecinos abran las puertas de sus casas y ofrezcan comida a familiares y amigos, siendo la carne mechada el producto estrella. “Es algo que hacemos cada año y el pasado miércoles volvimos a repetirlo”, nos cuenta su alcaldesa Encarna Castellano, indignada porque “desde cinco días antes ya se sabía que había una muestra positiva en Listeria y no se ha hecho nada para impedirlo”. Muchos de los vecinos afectados pertenecen a los grupos de riesgo. “Hay muchas personas mayores y dos embarazadas que están hospitalizadas”, añade la alcaldesa.
Hemos pasado la listeriosis a base de paracetamol", declara un afectado
Manolo Solís regenta la tienda de ultramarinos del pueblo en la que se vende, desde hace ya años, la carne “La Mechá”. “Aquí compran de tres a cuatro piezas diarias, es un producto que gusta mucho. Nos cuenta Solís que los días previos a las fiestas notó un incremento en las ventas, llegando a superar los 25 kilos de carne. “Me enteré de la alerta, al día siguiente, por el marido de una embarazada afectada que vino a preguntar si mi producto era el contaminado y entonces me puse en contacto con Sanidad”, afirma. Asegura además que de no ser por este vecino ese día habría seguido sirviendo la carne.
Las críticas por el posible retraso en la activación de la alerta sanitaria aumentan, sobre todo, entre familiares y afectados que pertenecen a grupos de riesgo como son las embarazadas. Luis es el marido de una de las 28 que permanece hospitalizadas. “Si se hubiera avisado antes a lo mejor no estábamos aquí”, se lamenta. Cuando se activó la alerta el 15 de septiembre, hacía ya una semana que la pareja había acudido al hospital con síntomas y los mandaron para casa. “Hemos pasado la listeriosis a base de paracetamol”, confiesa.