Ampuero, el pueblo donde los sanitarios salieron a la calle con dosis sobrantes para vacunar "al que pasara"

"Entre los vacunados hay varios de riesgo, pero también los hay que no", dice el responsable del centro de salud de esta localidad cántabra
Las exigentes condiciones de conservación de la vacuna de Pfizer obligaban a administrar las dosis en la siguiente hora
"Las vacunas no se deben de tirar a la basura, pero hay que seguir el protocolo". Víctor Gutiérrez, alcalde de Ampuero, responde así a la polémica por la vacunación 'aleatoria' que se vivió hace unos días en esta localidad cántabra de poco más de 4.000 habitantes.
Todo ocurrió la semana pasada, cuando el Centro de Salud Bajo Asón de Ampuero se encontró, para su sorpresa, con que varias dosis de la vacuna sobraron de la residencia de Limpias.
"No había margen de reacción", recuerda Roberto Casas, responsable del centro: "Eran unas 10 dosis y tenían que administrarse en una hora". Porque de sobra son conocidas ya las exigentes condiciones de almacenamiento y de conservación de la vacuna de Pfizer, que obliga a inocularla en las horas siguientes a su descongelación.
Raudos y veloces, los sanitarios del centro salieron a la calle en busca de gente que quisiera recibir el pinchazo para no desperdiciar las dosis. "Se procedió a vacunar a las personas que había", dice Roberto. "Entre los vacunados hay varios de riesgo, pero también los hay que no".
"Es mejor aprovecharlas que perderlas"
Los trabajadores del centro de salud de Ampuero tienen la conciencia tranquila por haber hecho lo que creen correcto con el poco tiempo que tenían, ya que, como recuerda Casas, "es mejor aprovecharlas que perderlas". Pero también celebran su desempeño a la hora de inyectar la dosis: "Teniendo en cuenta que es la primera vez que utilizamos este tipo de vacuna diez personas en una hora está bien".
Lo que sí que lamenta este sanitario es no haber tenido un listado de personas "de reserva" a las que poder llamar en caso de que sobraran dosis. Eso sí, ese listado debería estar bien preparado ya que, en el supuesto de que apareciese una persona mayor que no pudiera desplazarse, la vacuna se perdería igualmente.
La Consejería de Sanidad de Cantabria ya ha adelantado que enviará una "aclaración" a los centros de salud para saber qué hacer en caso de que haya dosis sobrantes de la vacuna. Porque además del caso de Ampuero, la comunidad ha visto cómo estos días también se vacunaron varios agentes de la Policía Local de Santoña para no desperdiciar otras dosis.