Antoni Trilla, epidemiólogo: "Pasaremos el puente de diciembre sin poder salir de nuestra localidad"

El jefe de epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona recuerda que la desescalada parte de una cifras muy altas, UCIS llenas y situación compleja
Trilla considera que el anuncio de Moderna es una buena noticia pero advierte que hay que ser prudentes
El epidemiólogo pide que la decisión de hacer test de antígenos en farmacias debe tomarse a nivel estatal
Quedan cinco días para que se inicie la desescalada en Cataluña. En las últimas horas se han filtrado informaciones sobre cómo será este plan de apertura, sin embargo, todavía quedan muchas incógnitas. En la comunidad las cifras epidemiológicas siguen mejorando, sin embargo, los contagios diarios siguen siendo muy altos y la presión hospitalaria se mantiene al límite.
En este conecto, la Generalitat trabaja para elaborar un plan de reanudación de la actividad paulatino. Si los plazos se cumplen y el coronavirus lo permite, las cuatro fases de desescalada se alargarán hasta principios de año, algo que implica que muchas fechas importantes quedaran afectadas. Todo depende de la evolución del virus.
A pocos días de que empiece la desescalada en Cataluña y con el objetivo de analizar la situación en detalle, hablamos con Antoni Trilla, jefe de epidemiología del Hospital Clínic y asesor del Gobierno en la primera ola de la pandemia, para que nos cuente qué opina del plan de desescalada, cómo valora el anuncio de Moderna y que opinión le merece que los test de antígenos puedan empezar a hacerse en las farmacias.
PREGUNTA: Parece que empiezan a mejorar los datos, sin embargo, esa bajada no se refleja en la presión hospitalaria.
RESPUESTA: La situación en nuestro país es diversa según cada comunidad autónoma pero en general se podría decir que se tiende a una cierta estabilización en el número de casos. Hay algunas que quizás no han alcanzado la meseta. No es probablemente un pico como tal sino que es una subida que ahora se estabiliza y la bajada será un poco más lenta. En cualquier caso, el descenso del número de personas infectadas en una determinada semana tiene una traducción como 15 días más tarde en la presión en los hospitales. Vamos con retraso, por lo tanto, es lógico que en el sistema sanitario todavía no lo hayamos apreciado. Quizás hemos dejado de crecer, pero no estamos bajando todavía en las próximas semanas.
P: Teniendo en cuando que este descenso todavía no se detecta como tal en la presión hospitalaria. ¿Cómo ve el anuncio de la Generalitat de desescalar en cuatro fases?
P: Entendemos todos que hay preservar la salud pero también la economía. Parece que a veces es difícil de conjugar pero creo que si se toman medidas parciales que se evalúan al cabo de 15 días, que es más o menos el periodo de garantía para ver si una medida funciona o no, es posible ir desescalando si vamos manteniendo las cifras bajas. Hay que tener en cuenta que salimos de una situación en la que las cifras son todavía altas, con lo cual, hay que ir con mucho cuidado. Todos recordamos los que pasó en verano, todos teníamos muchas ganas de terminar con esta pesadilla, empezamos a salir a la calle, a reunirnos, a hacer una vida normal y el resultado fue que se adelantó la oleada.
Ya tuvimos un verano complicado y ahora que salimos de cifras más altas habrá que ser muy prudente en esta desescalada, siempre es mejor hacer algo más, aunque sea poco, que quedarnos todos cerrados. Por lo tanto, si conseguimos mantener este equilibrio, quizás podemos mantener la presión asistencial en los límites que nos permiten. Atender a los pacientes covid con normalidad y sobre todo atender a los pacientes no covid con la misma normalidad, cosa que no hicimos en la primera ola, que nos dedicamos prácticamente solo a los pacientes covid.
P: Teniendo en cuenta que algunos expertos señalan que en las UCI no empezarán descender hasta finales de noviembre. ¿Empezar a partir del próximo lunes con la recuperación de actividades al aire libre encara peligros?
R: Es un equilibrio complicado, es decir, si se pretende desescalar ya a partir de este fin de semana con mucha prudencia, con cifras claras de hasta dónde podemos llegar y con una evaluación, si no se produce una situación de especial emergencia, quizás en estos 14 días podemos valorar que tal se soporta la presión en las UCI. Es evidente que no partimos de UCIS vacías, partimos de UCIS llenas y por lo tanto habrá que ser muy cuidadosos. Si empiezan a aumentar los casos las autoridades sanitarias lógicamente tendrán que decir que el paso se acaba y habrá que volver atrás.
"Es evidente que no partimos de UCIS vacías, partimos de UCIS llenas y por lo tanto habrá que ser muy cuidadosos"
P: ¿Nos tenemos que acostumbrar los ciudadanos a vivir de dos en dos semanas?
R: Esta es una buena pregunta. Yo creo que los ciudadanos nos tenemos que acostumbrar a convivir con el virus y esto significa apretar y aflojar. Apretar porque si el sistema sanitario está muy tensionado todos sufrimos, no los sanitarios, también los pacientes, los ciudadanos, y por lo tanto hemos de ver muy bien como evoluciona. ¿Los termómetros son absolutamente fiables y podemos predecir lo que va a pasar dentro de unos meses? Ni de casualidad. Por lo tanto, hay que ir mirando, y si la tendencia es estable y buena quizás sí que podemos ir relajando poco a poco las cosas. La vida hay que hacerla la semana que mejoran los indicadores y la semana que empeora. En un caso podemos hacer hacer menos cosas y en otro más, pero la vida hay que hacerla. Hay que seguir viviendo y conviviendo con el virus para poner las cosas realmente difíciles. Si todos hiciéramos las medidas recomendadas bien hechas probablemente tendríamos una incidencia mucho más baja de casos de la que ahora estamos teniendo.
P: Tenemos también a la vuelta de la esquina un puente. No sabemos si esta desescalada implicará un desconfinamiento perimetral de la comunidad autónoma. ¿Usted recomendaría que siguiéramos ese confinamiento perimetral?
R: Sabemos que la movilidad es el factor más importante para los contagios. Evidentemente la perspectiva de un largo puente hará que mucha gente intente, si se puede, marcharse. Esto puede suponer un incremento del número de contagios. No sé cómo llegaremos la semana anterior al puente en cuanto a cifras, yo creo que - ya se que puede sentar mal algunos sectores- pero puede que nos vayamos de puente sin salir de nuestra localidad o del área de que nos permitan movernos. Si nos permiten movernos libremente será porque la situación es buena y esperemos no tener que lamentar esa salida.
P: Aspectos que sí se han puestos encima de la mesa. Por ejemplo, abrir los bares al aire libre con terrazas para que puedan servir comidas al medio día. ¿Esto entraña riesgos?
R: Aire libre es mucho más seguro que espacios interiores, estos requieren una ventilación, distancia, utilizar la mascarilla excepto cuando estás comiendo. De nuevo, esta es una situación en la cual hay que buscar un equilibrio. Evidentemente va a empezar a hacer frío, esto no es sencillo, pero este tampoco es un país nórdico. Con lo cual, bien abrigados se puede hacer determinada actividad al aire libre. Probablemente también se puede compaginar con una cierta actividad, entiendo que más reducida, en cuanto aforo, y con condiciones de distancia, utilización de la mascarilla, de buena ventilación de los espacios interiores en bares y restaurantes. Hay que irlo viendo y si hacemos las cosas bien probablemente el riesgo de contagio se reduce de forma notable.
"La principal cuestión es saber cuánto durará la inmunidad de Moderna. Las campañas de vacunación tendrán mucho que ver con la duración de esta inmunidad.
P: Hablemos ahora del anuncio de Moderna. ¿Qué le ha parecido el comunicado realizado por los laboratorios estadounidenses?
R: Es una muy buena noticia, estas efectividades de la vacuna sorprenden por lo alto, hay que tomarlo con prudencia, es un anuncio hecho por la propia compañía, y hasta que no terminen los ensayos y se hagan los análisis finales que se analizan por las agencias evaluadoras -fundamentalmente, en nuestro caso, la agencia europea del medicamento- y se publican en revistas científicas, hay que cogerlo con cautela. Entonces es el momento de diseccionarlos bien, llegar a la conclusión de que las vacunas son seguras y tienen un grado de efectividad que permiten usarlas contra el coronavirus.
P: Así como con Pfizer hablábamos de esa logística tan complicada para mantener la vacuna en la temperatura que implica. ¿Qué aspectos habría que perfilar de este anuncio de Moderna?
R: Las limitaciones fundamentales que hay en estos anuncios es que primero son datos parciales. Segundo, no se puede analizar algunos aspectos sobre si en personas de determinada edad o con determinadas enfermedades han sido razonablemente incluidas o si se han visto diferencias, y hay aspectos comunes a todas las vacunas que son los tiempos y las pruebas de laboratorio complejas que quizás nos pueden adelantar. La principal cuestión es saber cuánto durará la inmunidad. Esta es fundamental. Aquí las campañas de vacunación tienen mucho que ver con la duración de esta inmunidad. Todos los datos apuntan a que vamos a ir encajando piezas en la buena dirección pero hay que tener en cuenta que llegarán otras vacunas en fase de desarrollo. Dispondremos de un amplio repertorio de vacunas que irán compensando posibles deficiencias.
P: ¿Podemos determinar de la eficacia de Moderna en los casos más graves?
R: En el caso del anuncio de moderna incluye un dato que dice que sí que redujo ciertas hospitalizaciones y casos más graves. Los números son pequeños todavía, así que esto puede cambiar al final del estudio. Tampoco sería una mala noticia. Esta vacuna aporta un buen dato en el sentido de que reduce la transmisión de la enfermedad, que este es un objetivo de la vacuna, pero también parece que reduce el número de casos graves, un factor muy necesario en esta enfermedad.
P: ¿Cuándo podríamos empezar a aplicar esas vacunas aquí en España y quién tendría prioridad a la hora de vacunarse?
R: Para poder decidir bien como vamos a aplicar esta vacuna hemos de partir de lo que ya sabemos, de los plazos de entrega, y probablemente vamos a ir navegando mientras construimos el barco. Esto es complicado, hay que mantenerse a flote pero hay que ir tirando para adelante. Diferentes vacunas van a requerir diferentes estrategias. Es muy probable que en el primer semestre del próximo año, 2021, empecemos a vacunar a determinados grupos de población y ojalá podamos contar en otoño de 2021 con una parte significativa de la población vacunada. Y a partir de aquí, hasta que consigamos controlar lo máximo posible la enfermedad.
P: ¿Entre esos grupos podemos prever que hablaremos de gente mayor y de profesionales sanitarios?
R: Siempre hay dos grupos que salen desde el punto de vista ético y práctico: los profesionales sanitarios porque tenemos un riesgo mayor de exposición y porque somos necesarios para tratar a la población, junto a otros profesionales que son de primera necesidad; y, dependiendo de como funcionen la vacuna, está claro que el segmento a proteger más rápidamente es aquello que pueden tener más complicaciones: gente de más de 60 años de edad o con enfermedades. Luego habrá que pensar en el resto de población.
"Antes de hacer los test de antígenos en farmacia tiene que haber una clara indicación de quién se tiene que hacer la prueba en estos momentos"
P: Vamos ahora con el anuncio de la Generalitat sobre los test de antígenos. Las farmacias podrían hacer estos test diagnósticos. ¿Cómo ve usted esta decisión?
R: Lo fundamental en esta situación es intentar todos trabajar en la misma dirección. Hay determinadas situaciones de tipo legal, de tipo práctico de intereses legítimos, que hay que intentar conjugar. Si yo hablo desde el punto de vista epidemiológico, a mi lo que me interesa es que haya una clara indicación de quién se tiene que hacer la prueba en estos momentos: que se registre el resultado de la prueba, que esté validado por una persona que lo sepa validar y que se comunique los resultados a los sistema de salud pública, porque hay que continuar con el rastreo, el seguimiento, el aislamiento de los casos. Si se dan todas estas condiciones y es posible hacerlo fuera de los centros de atención primaria y hospitales hay que sentarse y verlo. Creo que lo lógico sería que fuese una decisión a nivel estatal, porque hay también temas legales, de manera que esta es una posibilidad. Tenemos experiencia, en colaboración con las farmacias, en otros programas de prevención y puede ser perfectamente positivos si se dan, a mi entender, estas condiciones.
P: Entre estas condiciones, también habría que hablar de la protección del farmacéutico que lleva a cabo la prueba. De cómo se va a hacer el control de ese paciente que podría ser positivo a la hora de acudir a la farmacia. ¿No?
R: Hoy hay muchos aspectos técnicos que esperemos en el futuro se resuelvan. Las tomas, por ejemplo, requieren cierta protección, y quizás de aquí a cuatro días lo podemos hacer con saliva y esto ya no tiene los mismos riesgos. Se habla de que incluso podremos algún día autohacer. Con lo cual, también estas cosas van a ir cambiando. Son panoramas muy interesantes, desde el punto de vista de cómo contribuir al control de la infección, son estrategias distintas. Una estrategia es para llegar a un diagnóstico, la otra estrategia es un control poblacional el día de mañana. Pero todo ayuda, y estas pruebas rápidas que son fiables, aunque tengan todavía pequeños fallos, pueden ayudar si se garantiza que todas las personas que sean positivas se puedan aislar. Lo que no puede ser es que alguien se haga la prueba, doy positivo y decida seguir trabajando porque no quiero aislarme. Todos estos aspectos, en estos momentos, en el cual es muy importante el control y seguimiento de la enfermedad, son solubles. Se pueden intentar aproximar todas las posturas para hacerlo lo mejor posible.