BA.4, BA.5 y XE preocupan más que otras variantes porque han mutado en el punto que atacan las vacunas


Sudáfrica vigila de cerca las subvariantes de ómicron, porque han mutado en el punto de ataque de los anticuerpos
Vacunas y contagio previo neutralizan un aminoácido que favorecía la infección, y ahora ha mutado
A la OMS le preocupa el escape a los anticuerpos y la recombinación de variantes
Las enésimas variantes o subvariantes de la covid están en pleno ascenso de incidencia en Sudáfrica. El país tiene uno de los mejores equipos de secuenciación genómica del mundo en la universidad de Stellenbosch y se está dedicando a ver qué tipos de SARS-CoV-2 se han podido escapar a la vigilancia epidemiológica, para predecir los últimos coletazos de la pandemia. Hay que seguir vigilando de cerca las variantes para detectar las que serán dominantes.
Lo que preocupa a la Organización Mundial de la Salud es que las mutaciones o recombinaciones del coronavirus generen variantes resistentes a las vacunas. Sin embargo, según explica Tulio De Oliveira en un artículo de la revista Nature, BA.4 y BA.5 no le asustan. Oliveira dirige el Centro de Respuesta e Innovación ante Epidemias de la Universidad de Stellenbosch. En este momento, dice, “solo es hora de trabajar con cuidado y diligencia, pero con calma”. Informática vigilando los informes genómicos
El 1 de abril, Eduan Wilkinson, bioinformático del equipo de de Oliveira en Stellenbosch, vio que los investigadores del laboratorio del centro y del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Johannesburgo habían señalado varias secuencias anormales del genoma del SARS-CoV-2 en su último informe de datos. Wilkinson reconoció la necesidad urgente de buscar estas mutaciones en todos los genomas secuenciados en el país durante los últimos meses para ver si habían pasado desapercibidas.
Y así había sido. De hecho, gracias a este análisis restrospectivo se ha podido rastrear la explosión de las subvariantes de ómicron BA.4 y BA.5. Durante la primera semana de marzo BA.4 y BA.5 eran el 5% de los 500 genomas de covid secuenciados en Sudáfrica. Para la primera semana de abril, representaban el 50%.
¿Por qué hay que vigilar BA.4 y BA.5?
Una cosa que hace que BA.4 y BA.5 se destaquen para los virólogos es una mutación de aminoácido que comparten llamada F486V. Se encuentra en la proteína de pico de los virus que abre la puerta a la infección. Las vacunas de la covid y haber pasado la enfermedad generan anticuerpos que atacan precisamente ese punto del SARS-CoV-2. Por eso una mutación ahí hace temer una pérdida de eficacia de las vacunas.
De hecho, la OMS está rastreando los dos sublinajes. Aunque las variantes del SARS-CoV-2 de este año causan, en promedio, una enfermedad menos grave que las versiones anteriores del virus, dice que eso no es una señal de que el coronavirus seguirá debilitándose. El miedo es que recombinaciones de variantes como XE produzcan un virus que evada la inmunidad. El SARS-CoV-2 se resiste a dejarse ganar.