Bruselas endurece los criterios para exportar vacunas a terceros países para garantizar el suministro en la UE


La Comisión Europea endurece su política ante el fiasco de AstraZeneca y la imposibilidad de cumplir los objetivos de vacunación
Evitar las exportaciones a Reino Unido o Estados Unidos es el objetivo del veto que se planteará en el próximo Consejo Europeo
La Comisión Europea se prepara para dar luz verde a una controvertida medida que pretende paliar la falta de vacunas en territorio europeo. Para ello, va a promover una moratoria que podría prolongarse durante seis semanas en la que se prohibirá la exportación de vacunas a países como el Reino Unido o Estados Unidos, dos estados que o bien reciben el fármaco de la Unión Europea o ya han vacunado a un alto porcentaje de su población.
El anuncio se estudiará en el Consejo Europeo de los 27, que se celebrará este jueves y viernes.
La Comisión basa el veto en los principios de "transparencia, reciprocidad y proporcionalidad". En un comunicado, la presidenta Ursula von der Leyen recuerda que Europa es una de las grandes productoras de vacunas en el mundo. Señala que "mientras Europa afronta la tercera ola de la pandemia y no todas las compañías están cumpliendo con sus compromisos acordados, la UE es el único gran productor de la OCDE que sigue exportando vacunas a gran escala a docenas de países. Pero las carreteras abiertas deberían circulan en ambas direcciones", señala. Y añade: "Tenemos que asegurar que en tiempo y cantidad las vacunas llegan a los ciudadanos europeos. Cada día cuenta".
La reciprocidad apelada por la UE hace referencia a si los países destinatarios restringen a su vez las exportaciones de vacunas o de componentes del fármaco. En cuando a la proporcionalidad, incide en si el país destinatario tiene una situación epidemiológica o de vacunación similar a la de Europa.
Fiasco de AstraZeneca
Con este veto a las exportaciones, Europa se juega su reputación como protagonista de libre mercado. Pero, con una cuarta ola de la pandemia acechando al continente, la Comisión quiere hacer frente al fiasco de AstraZeneca, que se ha mostrado incapaz de cubrir los 300 millones de dosis comprometidas con la Unión. A los retrasos se une la desconfianza generada por el hallazgo de casi 30 millones de dosis de su vacuna, ocultos en un almacén a las afueras de Roma, inicialmente previstas para ser exportadas al Reino Unido, un extremo que ha sido desmentido por la farmacéutica e Italia.
El pasado 28 de enero, la Comisión Europea anunció que los 27 activarían un mecanismo para controlar las exportaciones de vacunas a terceros países mientras no se garantizara el suministro a los Estados miembro. En aquel momento, la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, evitó mencionar la palabra "bloqueo" de las exportaciones. Pasados dos meses, y con el calendario de vacunaciones lejos de los objetivos iniciales, los 27 endurecen su política con el veto de seis semanas a las exportaciones.
El borrador del acuerdo señalaba: "La autorización de exportaciones será rechazada por los Estados miembro cuando las exportaciones supongan una amenaza para los objetivos de los Acuerdos de Adquisición Avanzada de vacunas entre la Unión Europea y los fabricantes de la vacuna en lo referente al volumen u otras circunstancias, como la cantidad de vacunas que se distribuirán a la Unión en los plazos acordados".
Aunque la UE deja en manos de los Estados la posibilidad de proponer una prohibición a las exportacoines, es la Comisión la que hace efectiva esa prohibición.