Anatomía del bulo que asocia las vacunas contra la covid a las hepatitis de origen desconocido en niños


La desinformación no para pese a que "ninguno de los casos confirmados ha sido vacunado"
La infección por covid es poco probable como causa. Se investigan los adenovirus
También se investiga si el fin de las mascarillas y restricciones covid puede haber expuesto más a los niños a algún patógeno
“No hay vínculo con la vacuna contra la covid-19. Ninguno de los casos confirmados hasta ahora en Reino Unido ha sido vacunado”. La frase del informe de la Agencia de Seguridad Sanitaria británica debería bastar para acabar con cualquier sospecha sobre las vacunas contra la covid y los casos de hepatitis aguda detectados en niños de distintos países. ¿Cómo iba a ser el causante un medicamento que los pacientes no han recibido?
Ni lo han recibido, ni podrían haberlo recibido. La mayoría de los casos conocidos son de niños entre los 2 y los 5 años. En estas edades no hay aún vacuna contra la covid aprobada.
En Reino Unido son 74 los casos detectados. Seis de ellos ha requerido un trasplante hepático, pero ninguno ha fallecido y en todos los casos la evolución ha sido favorable. No se trata de casos simultáneos que hayan brotado en los últimos días. Se llevan reportando desde enero de 2022. Los casos en España son tres, en Madrid, Aragón y Castilla-La Mancha. Uno de ellos también necesitó un trasplante y todos han evolucionado bien. En Estados Unidos se ha identificado ya al menos diez casos. No hay ningún vínculo entre los niños a quienes se ha diagnosticado esta enfermedad.
Radiografía de un bulo
Como suele suceder con los bulos, se utilizan informaciones parciales fuera de contexto para sostener algo falso.
- Una información llega a afirmar la existencia de un documento de Pfizer que supuestamente reconoce una asociación entre la vacuna contra la covid y la hepatitis. Sin embargo, tal documento no se muestra. En su lugar se citan otros dos. Uno habla de un experimento en ratas pero no sobre la covid ni sobre la vacuna de Pfizer. El otro es un informe de la Agencia Europea de Medicamentos que en ningún momento asocia la vacuna de Pfizer con la hepatitis.
- Se han citado casos de hepatitis tras la vacunación. Como el reportado como sospechoso en Córdoba en una mujer de 47 años. La hepatitis debutó días después de la vacuna, pero no se hizo una asociación causa-efecto. También hay estudios que han investigado si la vacuna podía reactivar casos de hepatitis autoinmunes. En todos estos casos se trata de adultos con enfermedades previas, en algún caso no detectadas previamente. Esos estudios reconocen que “sirven para informar sobre una asociación potencial y no necesariamente una relación de causa y efecto entre la vacuna de Pfizer y la hepatitis”.
Hay que tener en cuenta que se han puesto 11.420 millones de dosis de vacunas contra la covid-19 en el mundo. Las probabilidades de detectar casos en los que haya una correlación pero no causalidad son altas.
En España, la última actualización del Informe de farmacovigilancia, la número catorce, no hace ni una sola mención a casos de hepatitis (ni como correlación ni como causalidad) después de 100 millones de dosis administras en nuestro país.
¿Qué se sabe de la causa de las hepatitis?
¿Qué causa entonces estas hepatitis en niños y adolescentes? En este momento no se sabe. El ECDC, la principal agencia de salud pública de la Unión Europea, está recabando información sobre los casos detectados en distintos países para encontrar qué tienen en común.
Entre los síntomas más frecuentes están:
- los altos niveles de transalminasas,
- ictericia,
- vómitos,
En ninguno de ellos se han detectado los virus de las hepatitis A, B, C, D o E. No hay ninguna conexión conocida entre los casos ni se han asociado a ningún viaje a alguna región del planeta concreta.
¿Es la covid la causa?
Alguno de los niños afectados en Reino Unido dio positivo por SARS-CoV-2, pero otros no. Eso hace que el contagio por SARS-CoV-2 sea una causa muy poco probable, según Marina Berenguer Haym, coordinadora del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD), que está en contacto con los médicos británicos que investigan estos casos.
"Han descartado decenas de causas posibles, las más habituales, entre ellas muchos virus, enfermedades autoinmunes y tóxicos. Solo en algunos casos coincidían con positivos en covid, así que no parece una causa probable", ha asegurado esta experta en Science Media Centre España.
¿Son los adenovirus?
Otros niños afectados por estas hepatitis dieron positivo por algún adenovirus. La Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido, que emitió su primera información el 6 de abril y la actualizó el día 12, explica que el país hay en estos momentos una incidencia creciente de diferentes adenovirus.
“Una de las causas potenciales bajo investigación es que un grupo de virus llamados adenovirus pueden ser la causa de la enfermedad", afirma la agencia.
En Estados Unidos, los nueve casos detectados en Alabama desde el pasado otoño dieron positivo en adenovirus. Se están secuenciando los patónegos y ya se sabe que al menos en cinco de ellos se trata del adenovirus 41, uno de los que afectan al aparato digestivo, asociado tradicionalmente a casos de gastroenteritis infantil.
Se conoce un centenar de adenovirus, la mayoría causan enfermedades leves con síntomas de resfriado, conjuntivitis o gastroenteritis. Un estudio realizado en Escocia ha detectado que de los 13 casos que han detectado, 5 dieron positivo en adenovirus.
Habrá algún antivacunas que pueda citar que los adenovirus están en la base de algunas vacunas contra la covid-19, como son las de AstraZeneca, Janssen o Sputnik, pero justo se trata de las que no tienen versiones infantiles.
La clave de las mascarillas
La Agencia de Seguridad Sanitaria británica cita que se están investigando "otras infecciones o causas ambientales”. La doctora Berenguer precisa que una de las hipótesis que se barajan se centra en el momento en el que se han han empezado a detectar estas hepatitis.
"Coincide con la eliminación de las restricciones covid, los niños han estado más protegidos, con mascarilla, y de hecho llevamos dos años casi sin ver nada de esto. Puede ser que ahora haya una acumulación de casos relacionados con la mayor exposición actual", explica.
En este sentido se inclina también el estudio escocés, que refleja que la circulación de adenovirus se redujo durante la pandemia y ahora ha vuelto a sus niveles habituales. Se están examinando patógenos, exposiciones tóxicas en juguetes o alimentos y bebidas. Además, "no se puede descartar en este momento un virus nuevo o aún no detectado. Pero en este momento "la hipótesis principal se centra en los adenovirus". Y detallan dos opciones:
- que haya una nueva variante con un cuadro clínico específico de hepatitis
- o que se trate de una variante ya conocida, pero con un impacto más grave en los niños que están inmunitariamente menos preparados de lo normal por haber crecido durante las restricciones de la pandemia.
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