El caso de los médicos 'negros' del coronavirus: "Es muy espectacular pero no tiene aún validez científica"

El presidente de la Sociedad Española de Farmacología, Valentín Ceña, llama a poner en perspectiva el caso y esperar a que aparezcan más
La cloroquina y la hidroxicloroquina pueden producir hiperpigmentación a "dosis altas" pero más leves que en el caso de Yi Fan y Hu Weifeng
La imagen ha recorrido los medios asiáticos y se ha extendido rápidamente alrededor del mundo: dos médicos chinos, recuperados del coronavirus, despertaron de un coma inducido con la piel oscurecida, según muestran las imágenes difundidas por la televisión china CCTV.
Yi Fan y Hu Weifeng, de 42 años y médicos del Hospital Central de Wuhan, epicentro de la pandemia, dieron positivo por COVID-19 el pasado 18 de enero. Yi, cardiólogo, ha permanecido durante 39 días conectado a una máquina de soporte vital. Más grave es la situación de Hu, urólogo, hospitalizado desde hace más de 100 días y con un estado de salud grave.
¿Qué provocó el cambio en la pigmentación de su piel?
De todos los fármacos que se utilizan actualmente en el tratamiento del COVID-19, hay dos muy similares: la cloroquina y la hidroxicloroquina. "Son los que pueden producir hiperpigmentación a dosis altas porque acaban produciendo depósitos de hierro", afirma el presidente de la Sociedad Española de Farmacología, Valentín Ceña.
Sin embargo, el aumento de coloración que producen estos medicamentos es mucho más leve que el que muestran los dos médicos chinos y, tal y como recalca Seña, la duración del tratamiento tiene que ser de, al menos "cuatro meses, incluso de varios años en algunos pacientes" para que aparezca este efecto secundario. "No hay pacientes de coronavirus que hayan estado en tratamiento tanto tiempo", añade.
Hay enfermedades humanas que semejan la hiperpigmentación de la piel: la hemacromatosis, que produce un depósito del hierro (una de las cosas que pueden producir la cloroquina y la hidroxicloroquina) y la insuficiencia suprarrenal o enfermedad de Addison.
La hemocromatosis deposita hierro en algunos pacientes que tienen una mutación genética, "que no les afecta para su vida normal" pero que puede facilitar que, "ya sea por el COVID-19 o por el tratamiento, se produjera este efecto secundario". Si bien se trata de "algo poco frecuente y que no sabemos si estos pacientes tenían", declara Ceña.
En cuanto a la afectación al hígado de la enfermedad, Ceña señala que no es el coronavirus el que afecta tanto a este órgano sino "los propios tratamientos". Hay algunos fármacos que se utilizan habitualmente en el tratamiento de la infección por COVID-19 pero estos no producen una hepatitis que esté relacionada con la pigmentación de la piel. "Con una hepatitis la gente se pone amarilla", señala.
El presidente de la Sociedad Española de Farmacología asegura que aún es muy pronto y existe poca información sobre estos casos. Además, "no ha sido publicado a través de una revista científica y sino está validado por expertos el valor que tiene es 0", explica. Por otro lado, Ceña apunta a la necesidad de poner en perspectiva este hecho ya que se trata tan solo dos casos, entre más de 2,7 millones de positivos en todo el mundo, según los últimos datos.
Las autoridades sanitarias que han atendido a Yi Fan y Hu Weifeng no han informado sobre el tratamiento que han realizado a los dos médicos: "No se sabe lo que han estado tomando, el tratamiento que han estado recibiendo, ni las dosis ni la duración", comenta Ceña, para añadir que “habrá que esperar a ver si aparecen más casos y una vez que aparezcan más casos, saber la incidencia real y buscar por qué se han producido".
¿Es reversible?
Se desconoce aún si la hiperpigmentación de los dos médicos chinos es reversible ya que, si ha sido provocado por la cloroquina e hidroxicloroquina puede ser "difícil de revertir", según afirma el presidente de la Sociedad Española de Farmacología.
Si la causa es un depósito de hierro como en la hemocromatosis, se utiliza "un tratamiento de fármacos que fijan y eliminan el hierro", declara Ceña. "Pero no está claro que pueda ser utilizado aquí", recalca.
"Estamos hablando de una enfermedad nueva, de la cual todavía hay muchas cosas que se desconocen. De hecho, todos los tratamientos que se están utilizando son empíricos, es decir, no hay unas pautas terapéuticas que te indiquen para un paciente concreto cuál es el mejor tratamiento", explica Ceña.
Uso de cloroquina e hidroxicloroquina en pacientes con COVID-19
A finales de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó de que la cloroquina e hidroxicloroquina eran una opción a barajar en la búsqueda de un posible tratamiento del coronavirus. No obstante, la propia Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), ha matizado que se necesitan más estudios al respecto antes de poder sacar verdaderas conclusiones sobre su utilidad.
Por su parte, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) advirtió el pasado jueves de que no se ha demostrado aún que el uso de estos medicamentos, para tratar a enfermos de coronavirus, sea "efectivo".
La cloroquina y la hidroxicloroquina interfieren "con la vía de entrada del COVID-19 en las células" impidiendo que el virus salga e "infecte bien las células", señala Ceña. "Baja la tasa de infección", declara.