Cataluña y su primer fin de semana de reapertura: Black Friday y terrazas sin ambiente

La comunidad autónoma vuelve a abrir, con restricciones, en el inicio de la campaña de navidad
El sector de la hostelería y del comercio respira más tranquilo ante la situación
Desde el lunes pasado, Cataluña ha permitido que bares y restaurantes pudieran reabrir sus puertas de nuevo tras un mes cerrados por las limitaciones impuestas para relajar la curva del coronavirus. La reapertura ha buscado animar la economía y a las compras ante el inicio de la campaña de Navidad. Este sábado, sin embargo, el clima lluvioso en Barcelona no ha acompañado mucho y las calles han estado prácticamente vacías.
La capital catalana amanecía gris y con poco ambiente, habitual por las fechas que corren, pero los bares han recibido a gente desde primera hora para tomarse un café en el interior de sus establecimientos y los más valientes en las terrazas para luego dar un paseo por la capital o ir a hacer las compras del fin de semana del Black Friday.
Adelantando compras de Navidad
El Black Friday ha sido protagonista en los comercios, sobre todo por las colas que se formaban para entrar ahora que hay restricciones de un 30% en el interior de las tiendas en el territorio. El ambiente era frío, pero la gente ha ido animándose durante el día.
Muchos han aprovechado para hacer sus últimas compras de cara a la Navidad con el objetivo de no dejarlo para el último momento. “Hemos venido hoy para rematar las compras y no esperar al último día porque luego es peor, tanto por aglomeración como por precio”, explicaba un transeúnte.
Otros también adelantan sus compras por la situación del coronavirus. “Ahora puede ser un buen momento porque luego es imposible no solo por la aglomeración de gente sino por el riesgo de contagio que hay”, ha asegurado otro comprador que también afirma que se adelanta por un poco de todo: evitar aglomeraciones y mejores ofertas.
Una señora que estaba en el Portal del Ángel, una de las calles más comerciales de la ciudad, ha relatado su experiencia en su primera vez en el Black Friday: “Hemos ido muy directos a por lo que necesitamos, y hemos aprovechado que el día estaba más nublado así que hemos pensado que habría menos gente”.
De hecho, algunos compradores han ido al Black Friday sin pensar en los descuentos y solo los regalos de las fiestas navideñas. “Hemos aprovechado los descuentos, pero como ya sabíamos que coger, tampoco le hemos dado importancia a ello”, ha recalcado una compradora.
La restauración, tranquila pero con cautela
El sector de la restauración, uno de los más castigados por la pandemia y el cierre total en el territorio durante un mes, ha levantado la persiana con esperanza de poder remontar un poco el vuelo. Sin embargo, el tiempo y la lluvia les ha hecho mella en este primer fin de semana y han considerado que esto ha sido “mala suerte”.
Adriana, trabajadora de una tienda de golosinas en la Gran Vía, ha afirmado que el ambiente de la ciudad “parece que no mejora a la hora de hacer compras”, pero ha confiado en que esto mejore y remonte.
Lo mismo le pasa a Alessia, manager de un restaurante: ella ha contado que tiene la esperanza de que la situación remonte y la gente pueda ir “haciendo sus actividades con seguridad”. Aun así, este primer día del fin de semana ha venido "poca gente", habitual ante la situación, pero espera y desea que vendrán más en el futuro.