Científicos españoles piden una auditoría internacional a la gestión del coronavirus en España


Los firmantes son algunos de los expertos con más prestigio internacional de nuestro país
"¿Cómo es posible que España se encuentre ahora en esta situación", se lamentan
Varios de los científicos españoles con más prestigio internacional han pedido en una carta publicada por The Lancet que se realice una auditoría independiente a la gestión realizada en España de la crisis del coronavirus.
Ante la situación preocupante que perciben y la necesidad de afrontar mejor nuevas olas de SARS-CoV-2, piden que un grupo de expertos nacionales e internacionales independientes realicen una evaluación "centrada en las actividades del Gobierno central y de los ejecutivos de las 17 comunidades autónomas".
Recomiendan prestar especial atención a tres áreas: la toma de decisiones, el asesoramiento científico y la capacidad operativa del país, además de las desigualdades sociales que consideran que han hecho a España más vulnerable.
Entre los firmantes están algunos de los expertos de mayor prestigio en nuestro país en los ámbitos de conocimiento implicados en la lucha contra esta crisis sanitaria:
- Margarita del Val, viróloga del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa;
- Rafael Bengoa, que asesoró a Barack Obama en su reforma del sistema sanitario de Estados Unidos;
- Manuel Franco, de la Universidad Johns Hopkins;
- Daniel Prieto-Alhambra, de la Universidad de Oxford;
- Helena Legido-Quigley de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y la Escuela Saw Swee Hock de Salud Pública de Singapur;
- Carles Muntaner, profesor de Salud Pública en la Universidad de Toronto.
Aseguran que su intención no es realizar un reparto de culpas y solicitan al Gobierno de Pedro Sánchez que se abra a la posibilidad de que se realice esta revisión de la gestión de la epidemia.
"¿Cómo es posible que España se encuentre ahora en esta situación?", se preguntan. Los firmantes apuntan varias causas, que ya han sido discutidas durante la pandemia, como la falta del material necesario o la tardanza en adoptar decisiones, todos estos factores, además, "exacerbados por una década de austeridad que ha mermado al personal sanitario y las capacidades del sistema de salud".
Los datos que enumeran, también conocidos y que "sitúan a España entre los países más afectados", son demoledores: más de 300.000 casos, 28.498 muertes confirmadas, un exceso de mortalidad de unas 44.000 personas, 50.000 trabajadores sanitarios infectados, cerca de 20.000 muertes en residencias. Todo eso en un país de 47 millones de habitantes que presumía de uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo.